Los árboles de la plaza Belgrano se encuentran abrigados por vivos colores como símbolo de inclusión desde ayer. Se trata de un proyecto del municipio de la capital que propuso a los vecinos apadrinar a una persona con discapacidad. Numerosos pactos se sellaron ayer, con un abrazo entre ahijados y padrinos frente a los árboles de la plaza, en los cuales se colocaron tejidos de colores para diferenciarlos como testigos del nuevo lazo de integración.
La intervención urbana se realizó a mitad de mañana y fue titulada "plaza inclusiva". La impulsora de la idea, la titular de Políticas Socioculturales Rebeca Chambi, explicó que se trata de una propuesta realizada en el marco del programa "Buceo colectivo de capacidades" desarrollado por la Secretaría de Desarrollo Humano de la comuna.
Los protagonistas fueron los jóvenes de Areni, los miembros de la Asociación de Protección al Paralítico Cerebral (Appace) y los pequeños del instituto "Helen Keller", presentes en la plaza Belgrano junto a sus padres y docentes.
La mayoría de los padrinos fueron los funcionarios municipales que asistieron para participar activamente de la iniciativa. En este marco los organizadores aclararon que cualquier vecino de la ciudad o institución puede presentarse ante el municipio como padrino, y que el vínculo implica una continuidad en el trato de ambas partes, especialmente del padrino, que deberá generar acciones que buscan incluir a su ahijado en la sociedad. Como ejemplo, algunas de las propuestas fueron visitas domiciliarias, desayunos o juegos en lugares que frecuenta el padrino, instar a conocer la ciudad al ahijado o bien donar un regalo de cumpleaños.
Con esta impronta fue que ayer se conocieron cerca de una decena de padrinos y ahijados. Cada pareja frente a un árbol "vestido" con una colorida prenda de lana, se entregaron tarjetas de presentación y se dieron un abrazo para sellar el nuevo vínculo. Para finalizar colocaron en los arboles un cartel que decía "Soy una persona con discapacidad, formo parte de esta ciudad, cuidáme". Se pretende que cada ejemplar represente a una persona con discapacidad y recuerde a los transeúntes en su paso por el casco céntrico, la importancia de la inclusión. Se espera que los letreros permanezcan hasta septiembre, momento que se brindará continuidad al proyecto con una nueva actividad.
Chambi aseguró que uno de los objetivos fue poder visibilizar la situación de jóvenes y niños que muchas veces sólo pueden desenvolverse en su núcleo familiar, o bien en las instituciones que les brindan servicios. Además se buscó que se puedan crear vínculos entre los padrinos y ahijados con discapacidad, que se verá reflejada físicamente en la alegría y el calor que denotarán los arboles los próximos días, luciendo los colores de los tejidos. "Nos pareció que la visibilización es fundamental, por eso buscamos para reflejar a las personas con discapacidad a los árboles de la plaza Belgrano".
La funcionaria aseguró que, aunque ayer se sellaron la mayoría de los padrinazgos, todos los interesados en participar se contacten con el área a su cargo, y puedan realizar más de estas pequeñas intervenciones en los espacios verdes de la Capital.
Extender la lengua de señas
Participaron de la jornada inclusiva los padres de los niños de la Escuela Especial "Helen Keller" y muchos de ellos fueron elegidos ahijados de los funcionarios municipales durante la jornada. Al finalizar la actividad, los padres realizaron un llamado a la comunidad para lograr mayor inclusión: extender el lenguaje de señas para que sus hijos puedan ser comprendidos.
Andrea Freyre e Irma Erazo manifestaron que sus hijos en muchas oportunidades se sienten excluidos de la sociedad porque no pueden comunicar sus necesidades, ni siquiera en los organismos que se encuentran al servicio de la comunidad. La propuesta de los padres fue que los legisladores conozcan la problemática y puedan promover una ley para que instituciones como la Policía de la Provincia, establecimientos educativos o las mismas iglesias y medios de transporte puedan contar con una persona que comprenda el lenguaje de señas para trasladar las necesidades de las personas con hipoacusia que se sienten constantemente discriminadas porque nadie los entiende. "A veces los chicos suben al colectivo y no encuentran la forma de decir parada. Los choferes no saben que son hipoacúsicos, les gritan y ellos no saben que ni siquiera los pueden saludar porque no conocen su lenguaje", relató como ejemplo Irma Erazo, exteriorizando a las autoridades la necesidad de poder crear una normativa que los ampare. Las madres pusieron como ejemplo que sus hijos deben ser acompañados incluso hasta a la iglesia por sus familiares para poder comunicarse.
Areni y Appace
Participaron de la plaza inclusiva numerosos niños trasladados desde Appace y los estudiantes de Areni. La kinesióloga de la Asociación, Carolina Romero, explicó que las madres y docentes fueron quienes realizaron los tejidos que cubrieron los árboles.
Sobre la actividad indicó que los miembros de la institución se sintieron muy alegres por participar del proyecto e instó a la comunidad a invitarlos a ser parte de iniciativas recreativas.
“Los chicos están contentos, por lo general siempre se los margina en la sociedad y tenerlos en cuenta les provoca mucha felicidad”, dijo por su lado la instructora de Psicomotricidad del Areni Cecilia Palacios.
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Los árboles de la plaza Belgrano se encuentran abrigados por vivos colores como símbolo de inclusión desde ayer. Se trata de un proyecto del municipio de la capital que propuso a los vecinos apadrinar a una persona con discapacidad. Numerosos pactos se sellaron ayer, con un abrazo entre ahijados y padrinos frente a los árboles de la plaza, en los cuales se colocaron tejidos de colores para diferenciarlos como testigos del nuevo lazo de integración.
La intervención urbana se realizó a mitad de mañana y fue titulada "plaza inclusiva". La impulsora de la idea, la titular de Políticas Socioculturales Rebeca Chambi, explicó que se trata de una propuesta realizada en el marco del programa "Buceo colectivo de capacidades" desarrollado por la Secretaría de Desarrollo Humano de la comuna.
Los protagonistas fueron los jóvenes de Areni, los miembros de la Asociación de Protección al Paralítico Cerebral (Appace) y los pequeños del instituto "Helen Keller", presentes en la plaza Belgrano junto a sus padres y docentes.
La mayoría de los padrinos fueron los funcionarios municipales que asistieron para participar activamente de la iniciativa. En este marco los organizadores aclararon que cualquier vecino de la ciudad o institución puede presentarse ante el municipio como padrino, y que el vínculo implica una continuidad en el trato de ambas partes, especialmente del padrino, que deberá generar acciones que buscan incluir a su ahijado en la sociedad. Como ejemplo, algunas de las propuestas fueron visitas domiciliarias, desayunos o juegos en lugares que frecuenta el padrino, instar a conocer la ciudad al ahijado o bien donar un regalo de cumpleaños.
Con esta impronta fue que ayer se conocieron cerca de una decena de padrinos y ahijados. Cada pareja frente a un árbol "vestido" con una colorida prenda de lana, se entregaron tarjetas de presentación y se dieron un abrazo para sellar el nuevo vínculo. Para finalizar colocaron en los arboles un cartel que decía "Soy una persona con discapacidad, formo parte de esta ciudad, cuidáme". Se pretende que cada ejemplar represente a una persona con discapacidad y recuerde a los transeúntes en su paso por el casco céntrico, la importancia de la inclusión. Se espera que los letreros permanezcan hasta septiembre, momento que se brindará continuidad al proyecto con una nueva actividad.
Chambi aseguró que uno de los objetivos fue poder visibilizar la situación de jóvenes y niños que muchas veces sólo pueden desenvolverse en su núcleo familiar, o bien en las instituciones que les brindan servicios. Además se buscó que se puedan crear vínculos entre los padrinos y ahijados con discapacidad, que se verá reflejada físicamente en la alegría y el calor que denotarán los arboles los próximos días, luciendo los colores de los tejidos. "Nos pareció que la visibilización es fundamental, por eso buscamos para reflejar a las personas con discapacidad a los árboles de la plaza Belgrano".
La funcionaria aseguró que, aunque ayer se sellaron la mayoría de los padrinazgos, todos los interesados en participar se contacten con el área a su cargo, y puedan realizar más de estas pequeñas intervenciones en los espacios verdes de la Capital.
Extender la lengua de señas
Participaron de la jornada inclusiva los padres de los niños de la Escuela Especial "Helen Keller" y muchos de ellos fueron elegidos ahijados de los funcionarios municipales durante la jornada. Al finalizar la actividad, los padres realizaron un llamado a la comunidad para lograr mayor inclusión: extender el lenguaje de señas para que sus hijos puedan ser comprendidos.
Andrea Freyre e Irma Erazo manifestaron que sus hijos en muchas oportunidades se sienten excluidos de la sociedad porque no pueden comunicar sus necesidades, ni siquiera en los organismos que se encuentran al servicio de la comunidad. La propuesta de los padres fue que los legisladores conozcan la problemática y puedan promover una ley para que instituciones como la Policía de la Provincia, establecimientos educativos o las mismas iglesias y medios de transporte puedan contar con una persona que comprenda el lenguaje de señas para trasladar las necesidades de las personas con hipoacusia que se sienten constantemente discriminadas porque nadie los entiende. "A veces los chicos suben al colectivo y no encuentran la forma de decir parada. Los choferes no saben que son hipoacúsicos, les gritan y ellos no saben que ni siquiera los pueden saludar porque no conocen su lenguaje", relató como ejemplo Irma Erazo, exteriorizando a las autoridades la necesidad de poder crear una normativa que los ampare. Las madres pusieron como ejemplo que sus hijos deben ser acompañados incluso hasta a la iglesia por sus familiares para poder comunicarse.
Areni y Appace
Participaron de la plaza inclusiva numerosos niños trasladados desde Appace y los estudiantes de Areni. La kinesióloga de la Asociación, Carolina Romero, explicó que las madres y docentes fueron quienes realizaron los tejidos que cubrieron los árboles.
Sobre la actividad indicó que los miembros de la institución se sintieron muy alegres por participar del proyecto e instó a la comunidad a invitarlos a ser parte de iniciativas recreativas.
“Los chicos están contentos, por lo general siempre se los margina en la sociedad y tenerlos en cuenta les provoca mucha felicidad”, dijo por su lado la instructora de Psicomotricidad del Areni Cecilia Palacios.