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Marcha y pedido de justicia por Chiara | Santa Fe, Caso Chiara Paéz, Rufino, Crimen, fue enterrada viva, Justicia

Lunes, 13 de julio de 2015 00:00
CHIARA PÁEZ.
El pueblo de Rufino volvió a marchar para pedir justicia por el crimen de Chiara, la adolescente de 14 años que fue enterrada viva en el patio de la casa de su novio en esa localidad santafesina el pasado 10 de mayo.
Cerca de 2.500 vecinos de la zona se volvieron a unir a dos meses del homicidio para reclamarle a la Justicia que se esclarezca el caso de la joven por el cuál solo hay un imputado: su novio.
En la marcha, el padre de la víctima, Fabio Páez, pidió el apoyo de todos para que lo que le sucedió a su hija no vuelva a ocurrir más y recordó la consigna "#Ni Una Menos" que se generó a partir del caso Chiara.
La chica, que estaba embarazada de ocho semanas y luego se descubrió que en su cuerpo había rastros de Oxaprost, un antiinflamatorio usado para abortar, fue enterrada en la casa de Manuel, su novio de 16 años.
El joven se autoadjudicó el hecho como único responsable aunque la Policía y los investigadores judiciales creen que no pudo haber cometido el crimen en soledad.
La madre y el padrastro de Manuel, que continúan detenidos, son sospechados de haber ayudado a su hijo y ser cómplices en el asesinato.
De hecho, el viernes pasado el diario Uno de Santa Fe reveló unas pruebas con luminol ordenadas por el Ministerio Público de la Acusación, Mauricio Clavero, que se hicieron en la casa donde fue enterrada Chiara y que dieron cuenta de manchas de sangre en el lugar que se contradicen con el relato de Manuel.
El joven dice haber cometido el crimen él solo en el patio y taller de la casa mientras que las manchas de sangre reveladas por el luminol estaban en toda la vivienda y no sólo en esos sectores.
La marcha fue convocada por el propio padre de Chiara y se realizó por la tarde del sábado en la localidad santafesina de Rufino donde el 10 de mayo pasado fue encontrada Chiara en la casa de su novio, ubicada en la calle San Martín al 800.
La Justicia sigue investigando y recientemente se sumaron las pruebas de sangre en otros lugares que no fueron denunciados.

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El pueblo de Rufino volvió a marchar para pedir justicia por el crimen de Chiara, la adolescente de 14 años que fue enterrada viva en el patio de la casa de su novio en esa localidad santafesina el pasado 10 de mayo.
Cerca de 2.500 vecinos de la zona se volvieron a unir a dos meses del homicidio para reclamarle a la Justicia que se esclarezca el caso de la joven por el cuál solo hay un imputado: su novio.
En la marcha, el padre de la víctima, Fabio Páez, pidió el apoyo de todos para que lo que le sucedió a su hija no vuelva a ocurrir más y recordó la consigna "#Ni Una Menos" que se generó a partir del caso Chiara.
La chica, que estaba embarazada de ocho semanas y luego se descubrió que en su cuerpo había rastros de Oxaprost, un antiinflamatorio usado para abortar, fue enterrada en la casa de Manuel, su novio de 16 años.
El joven se autoadjudicó el hecho como único responsable aunque la Policía y los investigadores judiciales creen que no pudo haber cometido el crimen en soledad.
La madre y el padrastro de Manuel, que continúan detenidos, son sospechados de haber ayudado a su hijo y ser cómplices en el asesinato.
De hecho, el viernes pasado el diario Uno de Santa Fe reveló unas pruebas con luminol ordenadas por el Ministerio Público de la Acusación, Mauricio Clavero, que se hicieron en la casa donde fue enterrada Chiara y que dieron cuenta de manchas de sangre en el lugar que se contradicen con el relato de Manuel.
El joven dice haber cometido el crimen él solo en el patio y taller de la casa mientras que las manchas de sangre reveladas por el luminol estaban en toda la vivienda y no sólo en esos sectores.
La marcha fue convocada por el propio padre de Chiara y se realizó por la tarde del sábado en la localidad santafesina de Rufino donde el 10 de mayo pasado fue encontrada Chiara en la casa de su novio, ubicada en la calle San Martín al 800.
La Justicia sigue investigando y recientemente se sumaron las pruebas de sangre en otros lugares que no fueron denunciados.

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