Resuenan aún los ecos de la visita de Francisco a países latinoamericanos. Su Santidad aprovechó el recorrido por Ecuador, Bolivia y Paraguay, para instalar con mucha fuerza su mensaje permanente acerca del respeto y la inclusión de los desposeídos, para lo cual exigió grandeza, equilibrio y sobre todo, un diálogo sincero a los gobernantes sudamericanos. Naturalmente, sus palabras fueron elogiadas desde todos los ángulos políticos y sociales, y ahora, resta saber si las enseñanzas del Sumo Pontífice, se llevarán a la práctica. Especialmente, importa saber cuál será el destino de esos pedidos en Argentina, donde los precandidatos y candidatos a gobernar están ante la posibilidad de hacer suyos los mensajes papales, imprimiéndoles un grado de sinceridad y actitudes de ejemplo, como para que la gente, abrumadoramente cristiana y católica, pueda ver en los proyectos de gobierno, alguna certeza de realidad que llegue más allá de las promesas. Lo cierto es que en nuestro país, como hace muchos años no se veía, está ocurriendo el curioso caso de candidatos que son al mismo tiempo, héroes y villanos, según quienes opinen de ellos, sean amigos, adversarios, o examigos y exadversarios. Está tan confuso el panorama y son tan volátiles las posiciones, que ello le agregará un ingrediente más al esfuerzo de los votantes. El claro ejemplo es la Provincia de Buenos Aires, donde la pelea por la sucesión de Daniel Scioli, alcanza ribetes tan pintorescos como peligrosos. Dentro del oficialismo, quienes no imaginaron –ni querían- que Aníbal Fernández esté tan cerca de ganar, hoy hacen cola para la foto tradicional y buscan cámaras y micrófonos para expresar su beneplácito. Los que miraban con respeto, afecto y una sonrisa tibia al actual presidente de la Cámara Baja, Julián Domínguez, comenzaron a descubrir que es un cuadro de lujo, especialmente, después de los guiños generosos que llegan desde la Presidente de la Nación, y más aún, al descubrirlo abrazado a Scioli y vestido de anaranajado. Con la misma energía con que ensalzan al elegido, denostan y vituperan al adversario. La oposición, más importante, con María Eugenia Vidal (PRO) a la cabeza, y un vice injertado al última hora como para sacarle el tinte totalmente porteño que tuvo la primera fórmula, tampoco evidencia la coherencia que se espera de un dúo que aspira a tan importantes lugares. La otra oposición, personificada en el hombre del massismo, ex gobernador de Bs As Felipe Solá, ataca a mansalva, advirtiendo al electorado que Vidal no es apta para el cargo y que Fernández entregará la provincia al narcotráfico. Como se ve, ya se han roto los límites y los códigos. Pero no es el único espectáculo lamentable que ofrecen al país los hombres del la macrocefalia bonaerense: faltan los porteños. Dos candidatos del mismo espacio, se esforzaron un tiempo por ser respetuosos, pero ya saltaron los tapones y los cruces están salidos de Madre. Horacio Rodríguez Larreta del PRO y Martín Lousteau de UNA, se dicen de todo cada vez con menos elegancia. El exprecandidato del FPV Mariano Recalde, sacado de competencia en las PASO, fue el más claro: para informar que no enviará a su tropa (a la tropa de la Presidente) a votar por Lousteau, aunque le encantaría ver hocicar al calvo alter ego de Mauricio, explicó la fórmula por la cual deja en libertad a su gente: "Si gana Lousteau, gana Macri... y si gana Rodríguez Larreta, gana Macri". Más claro, esperar al domingo próximo. Allí se conocerá el veredicto final y se sabrá también cuánto daño se hicieron los candidatos entre sí, y cuánto al precandidato presidencial. Mientras tanto, hoy, en el mismo espacio que los contiene, todos son héroes y villanos, y la consagración a uno u otro platillo de la balanza sólo se verá en los votos.
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Resuenan aún los ecos de la visita de Francisco a países latinoamericanos. Su Santidad aprovechó el recorrido por Ecuador, Bolivia y Paraguay, para instalar con mucha fuerza su mensaje permanente acerca del respeto y la inclusión de los desposeídos, para lo cual exigió grandeza, equilibrio y sobre todo, un diálogo sincero a los gobernantes sudamericanos. Naturalmente, sus palabras fueron elogiadas desde todos los ángulos políticos y sociales, y ahora, resta saber si las enseñanzas del Sumo Pontífice, se llevarán a la práctica. Especialmente, importa saber cuál será el destino de esos pedidos en Argentina, donde los precandidatos y candidatos a gobernar están ante la posibilidad de hacer suyos los mensajes papales, imprimiéndoles un grado de sinceridad y actitudes de ejemplo, como para que la gente, abrumadoramente cristiana y católica, pueda ver en los proyectos de gobierno, alguna certeza de realidad que llegue más allá de las promesas. Lo cierto es que en nuestro país, como hace muchos años no se veía, está ocurriendo el curioso caso de candidatos que son al mismo tiempo, héroes y villanos, según quienes opinen de ellos, sean amigos, adversarios, o examigos y exadversarios. Está tan confuso el panorama y son tan volátiles las posiciones, que ello le agregará un ingrediente más al esfuerzo de los votantes. El claro ejemplo es la Provincia de Buenos Aires, donde la pelea por la sucesión de Daniel Scioli, alcanza ribetes tan pintorescos como peligrosos. Dentro del oficialismo, quienes no imaginaron –ni querían- que Aníbal Fernández esté tan cerca de ganar, hoy hacen cola para la foto tradicional y buscan cámaras y micrófonos para expresar su beneplácito. Los que miraban con respeto, afecto y una sonrisa tibia al actual presidente de la Cámara Baja, Julián Domínguez, comenzaron a descubrir que es un cuadro de lujo, especialmente, después de los guiños generosos que llegan desde la Presidente de la Nación, y más aún, al descubrirlo abrazado a Scioli y vestido de anaranajado. Con la misma energía con que ensalzan al elegido, denostan y vituperan al adversario. La oposición, más importante, con María Eugenia Vidal (PRO) a la cabeza, y un vice injertado al última hora como para sacarle el tinte totalmente porteño que tuvo la primera fórmula, tampoco evidencia la coherencia que se espera de un dúo que aspira a tan importantes lugares. La otra oposición, personificada en el hombre del massismo, ex gobernador de Bs As Felipe Solá, ataca a mansalva, advirtiendo al electorado que Vidal no es apta para el cargo y que Fernández entregará la provincia al narcotráfico. Como se ve, ya se han roto los límites y los códigos. Pero no es el único espectáculo lamentable que ofrecen al país los hombres del la macrocefalia bonaerense: faltan los porteños. Dos candidatos del mismo espacio, se esforzaron un tiempo por ser respetuosos, pero ya saltaron los tapones y los cruces están salidos de Madre. Horacio Rodríguez Larreta del PRO y Martín Lousteau de UNA, se dicen de todo cada vez con menos elegancia. El exprecandidato del FPV Mariano Recalde, sacado de competencia en las PASO, fue el más claro: para informar que no enviará a su tropa (a la tropa de la Presidente) a votar por Lousteau, aunque le encantaría ver hocicar al calvo alter ego de Mauricio, explicó la fórmula por la cual deja en libertad a su gente: "Si gana Lousteau, gana Macri... y si gana Rodríguez Larreta, gana Macri". Más claro, esperar al domingo próximo. Allí se conocerá el veredicto final y se sabrá también cuánto daño se hicieron los candidatos entre sí, y cuánto al precandidato presidencial. Mientras tanto, hoy, en el mismo espacio que los contiene, todos son héroes y villanos, y la consagración a uno u otro platillo de la balanza sólo se verá en los votos.
Un pase de Frente
Mientras tanto, Cristina Elisabet Fernández de Kirchner no deja de avanzar sobre cuantas trincheras aparecen a su alrededor, sean de otros poderes del estado o sean reductos políticos. Por estas horas, cuando entre las victorias palpables del gobierno se cuentan el olvido y hasta el desinterés por el caso Nisman (¿se acuerda?, parece una referencia al siglo XIX), y ya nadie especula con el destino amargo del todavía vicepresidente Amado Boudou, se agrega la caída libre de un ex presidencial, Florencio Randazzo, que hubiese solucionado muchos problemas en el interior si se mantenía su precandidatura, ahora se comenzó a hablar del cono de sombras donde se abandonó en total desprotección al canciller Héctor Timerman, de quien algunos dicen que hasta podría renunciar por razones de salud, y otros sostienen que acompañará a CEFK hasta el último día. A Sergio Massa, en tanto, lo resucita la pelea. Recorre el país insuflando e insuflándose ánimo. En Salta ofreció repartir entre las provincias la recaudación del impuesto cheque, y volvió a prometer una ley de derribo a los aviones que cruzan las fronteras trayendo cargas de drogas al país. Profundamente convencido de la excelencia de las propuestas, Alejandro Snopek, massista de la primera hora en Jujuy, apaludió a rabiar y trajo la promesa de otra visita a Jujuy del trigrense. El que llega hoy, como para no descuidar a su tropa, es Ernesto Sanz, el precandidato presidencial de la UCR. Atenderá su juego, y participará de un acto de presentación de candidatos, donde también estarán el peronista Alejandro Snopek, el macrista Dago Pubzolu, la radical Alejandra Martínez. Los jefes del Frente Cambia Jujuy se muestran satisfechos por los avances de su espacio, y restan importancia a los ataques que reciben desde el Frente para la Víctoria. Les dicen que son un grupo unido por el espanto, o por la ambición de cargos, y especialmente les endilgan estar vacíos de contenido político y de coherencia de pensamiento. Desde Primero Jujuy señalan que acompañan al Frente, "en defensa del pejotismo" y que el candidato a gobernador del grupo,Gerardo Morales, les asegura más contención y vida que el fellnerismo, al que a su vez le desconocen conservar las banderas del peronismo. En síntesis, a ambos sectores les es bastante difícil criticarse entre sí, sin caer peligrosamente en el riesgo de estar hablando mal de si mismos. Y si no, baste analizar el cruce de los últimos días que protagonizó la diputada radical Cristina Romano. La legisladora, que fuera concejal antes de ocupar una banca en la Legislatura, hasta hace unos días, aparecía dispuesta a seguir dentro del Frente Cambia Jujuy. Sin embargo, se dio cuenta que "en defensa de los principios radicales", era mejor dejar el radicalismo y cruzarse al Frente para la Victoria. Hay una aclaración necesaria: la diputada expresó que junto al Grupo Forja, (una expresión de lucha nacida del enfrentamiento histórico a los golpistas de 1930 que derrocaron a Yrigoyen, y que lució con los nombres de Arturo Jauretche, y el poeta Homero Manzi entre otros), que ahora integra, ha suscripto su adhesión al Frente para la Victoria a nivel nacional. "Para adherir al FPV local, conversaremos después de las paso", aseguran en su entorno. La otra aclaración necesaria que expresan es que no se trató de una compra de voluntades, de la que fue acusada inmediatamente después de conocerse la jugada política. La tercera aclaración es que Cristina Romano, no se fue al Frente Unidos y Organizados, con el que si bien estuvo aliada en momentos anteriores, esa fue solamente "una alianza estratégica que terminó con el proceso electoral pasado". Así, junto con la dirigente forjista Maria Miñán, se reunieron con el secretario general de Gobierno, y dirigente partidario del PJ, Oscar Insausti para cerrar la primera etapa de un acuerdo que quizás se amplíe con el correr de las semanas.
Golpe al hígado
Como sea, el golpe de Romano al Frente Cambia Jujuy, y en especial al radicalismo de Jujuy, tuvo el efecto de un cross de derecha en la mandíbula. Y el mismo golpe alcanzó al hígado de Gerardo Morales y a los miembros de su estado mayor, que se esfuerzan por disimular. La mañana que se conoció la actitud tránsfuga, los radicales se preguntaban si es que nadie se había dado cuenta de inminencia del salto de la diputada. Otros decían que no habían tenido ni señales ni noción de lo que se venía. En una u otra forma, fue un descuido feroz dentro de la UCR, donde todavía se escuchan con gran hermetismo y reserva, murmullos de pases de facturas. Y no se trata de pensar que detrás de Cristina Romano se quiebra el partido o el Frente, ni siquiera que enormes porciones de afiliados se desgranarán hacia el Frente para la Victoria siguiendo el ejemplo.Pero si se trata de comprender, que el golpe, volvió a asegurarle al oficialismo una mayoría circunstancial en la Legislatura, si se cuentan los 20 diputados propios que responden al gobernador, más los cuatro conducidos por Milagro Amalia Ángela Sala Leyton de Noro más el nuevo voto. La diputada tupaquera, analizará muy bien el tema del quórum en cada sesión, como lo está haciendo el vicepresidente primero del PJ y diputado nacional del FPV, Rubén Armando Rivarola, que mira con lupa, dos y tres veces, cada tema del posible orden del día. Ahora bien: ¿Romano habrá incluído en su acuerdo y en nombre de los principios radicales que defiende, votar leyes y proyectos que hasta hace un par de semanas rechazaba junto a su exbloque? Y otra pregunta: de aquí en más, cada vez que se traten temas que requieren el respaldo de las doctrinas y los principios, ¿cómo harán los legisladores en especial y los políticos en general, para discernir a quien atacar? Si en cada sector hay dirigentes y legisladores que en nombre de sus principios, han cruzado el Jordán y miran desde la otra orilla levantando una mano con el dedo acusador y apoyando la otra en el corazón, transido de tanta urgencia electoral? Así, el escenario político en Jujuy, tiene en una orilla y en la otra, héroes y villanos, dirigentes y referentes que bien pueden ser el intachable Doctor Jekyll o el monstruoso Míster Hyde, según el cristal que se use para mirarlos, como en la famosa novela de R L Stevenson, que mezclaba el misterio, la ciencia ficción y hasta el terror. Horrible cóctel para un año electoral que los candidatos y dirigentes deberán esforzarse por evitar.
Los otros temas
Mientras tanto, en cada cuartel político siguen todavía inestables muchos batallones, que se preparan para las batallas que vienen. La izquierda, dividida como siempre, ve cada vez más lejos la posibilidad de asomarse a bancas legislativas, igual que otras expresiones políticas más pequeñas. El PJ va hacia sus internas, hasta hoy con muy pocas cosas definidas –a excepción de algún operativo clamor y algunas otras expresiones que no pasan de amagues en la intimidad- además del cronograma. Los radicales harán lo propio, el mismo día (6 de Septiembre) pero solamente para resolver sus autoridades partidarias. El Frente de Gremios Estatales, como para sostener el ralentí de sus adherentes, decretó un paro por 24 horas para pasado mañana y la Intersindical, adherirá al receso de los poderes Legislativos y Judicial, y esperará hasta el fin del mismo para insistir en su rechazo a la propuesta salarial del gobierno. Como buena noticia, se encaminaron los acuerdos del Pami con la totalidad de los prestadores de la salud, pero quedó una vez más el saldo amargo de la manera ingrata en que los organismos nacionales tratan a la gente del interior. Con el desdén propio de los señores feudales, las autoridades nacionales recién volvieron los ojos a Jujuy, cuando la sangre ya teñía el río, y tras una gestión personal del gobernador Eduardo Fellner. Cuando el conflicto comenzaba a amenazar extenderse a otras provincias como un efecto dominó, alguien vino desde la Capital Federal a subsanar la total ausencia local de capacidad de gestión y las cosas se encarrilaron nuevamente. Es triste, de todos modos, que los jubilados y pensionados, en este caso, hayan debido pasar sin ninguna necesidad por la zozobra que amenazó nada menos que a su salud y hasta su vida. Pero, con sus conflictos y entrecruzamientos, la política va, y Jujuy, con su carga de expectativas y de sueños, a pesar de todo, también va, una vez más, siempre adelante.