Que las camas de los pacientes pediátricos de hospitales públicos y clínicas privadas tengan inscripto el nombre y apellido del niño y no un número, es el objetivo de un proyecto de ley que impulsa una institución platense y que ya consiguió media sanción en el Senado provincial.
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Que las camas de los pacientes pediátricos de hospitales públicos y clínicas privadas tengan inscripto el nombre y apellido del niño y no un número, es el objetivo de un proyecto de ley que impulsa una institución platense y que ya consiguió media sanción en el Senado provincial.
"A la 16 entra un tumor", escuchó, como un pinchazo en el corazón, Paula Kriscautzky, en los pasillos de la Clínica del Niño de La Plata.
La 16 era la cama donde Pilar, su Pili, iba a luchar durante 10 meses contra un cáncer que la sorprendió a sus cortos 5 años. Pasaron cinco años desde aquel día, y a Paula siempre le quedó resonando esa frase nefasta. Claro que no era un tumor lo que entraba en la cama 16. Era Pili, "una niña de rulos desparejos que transitaba su jardín de infantes, que tenía una familia que la amaba, que le gustaba pintar y escribir su nombre en cada oportunidad que tenía".
Esa anécdota forma parte de los fundamentos del proyecto de ley para que todas las instituciones de salud, públicas y privadas, de la provincia de Buenos Aires deban identificar las camas en las que permanezcan internados niños con el nombre y apellido del paciente"