El campo de la
pintura es totalmente amplio y la manera de expresión es infinita. Por eso con una valentía propia y una mirada muy particular,
Juan Taritolay nos acerca a su universo lleno de color, manchas que salpican espontaneidad e instalaciones que hablan de su abuela y recuerdos que él coloca en un altar.
El paseo por las obras de arte moderno fue celebrado días atrás, por las más de 100 personas que se hicieron presentes en la inauguración de la muestra que el artista eligió llamar "
Delirios de la simpleza".
Entonces se encuentran trabajos que pasaron por tres etapas de realización; donde se destacan las ideas como punto de inicio, las botellas como elementos inluidos en la obra y lo simple de la conjunción del color lanzado al azar en las últimas piezas.
La velada también ofreció el proceso creativo a través de un video de una obra mayor que por todos fue aplaudido.
En este audiovisual una canción de
Los Tekis, quienes dijeron que sí a la idea, musicalizó ese preciso instante del nacimiento de una pintura.
Y entonces se escuchó y se vió "Hasta el otro carnaval", nombre del tema de los músicos jujeños y con el que Taritolay muestra su forma de hacer arte en el medio del paraíso blanco que se encuentra en nuestra tierra, las Salinas Grandes.
Allí también se puede ver lo hiperactivo y lo inquieto de su arte que también llega a tono con su personalidad.
Es que este pintor no se da tiempo para quedarse quieto y sigue trabajando para sorprender.
Una muestra de ello son los objetos intervenidos que proponen algo diferente y que van más allá.
En relidad, son piezas que tienen un significado especial. Es parte de magnificar cosas de la vida cotidiana u objetos que son dejados de lado, pero que tienen una gran conexión para los seres humanos en cuestión de tiempo.
"En los años que van pasando sucede algo similar, nos vamos poniendo más grandes y desde una mirada fuera del sistema, intento revalorizar a esas cosas simples de la vida" dijo el artista mientras recordaba que su exposición tenía un motivo especial.
Por eso el homenaje está presente en la muestra que tiene los objetos de su abuela como protagonistas.
"Ella hasta los últimos momentos de su vida fue lo mejor de la mía. Ella es la persona más importante que yo tuve", reflexionó Taritolay quien no dudó un segundo en decir que es gracias a ella que puede montar todo aquello.
Los "Sin títulos" abundan en su muestra porque el arte o el expresionismo abstracto expone situaciones que proclaman sensaciones, sentimientos, encuentros, estados de ánimos del artista porque todas las emociones están expresadas en los colores y en lo gestual.
Para el artista, el pincel es el instrumento que conecta su mundo en el imaginario con lo real del lienzo.
Y es válido que en algunos casos no sea necesario para que se produzca la magia. Taritolay entonces es el puente entre ambos mundos y deja plasmada esa inspiración interior que lo completa a la vista de todos a través de obras que son interesantes de observar.
El campo de la
pintura es totalmente amplio y la manera de expresión es infinita. Por eso con una valentía propia y una mirada muy particular,
Juan Taritolay nos acerca a su universo lleno de color, manchas que salpican espontaneidad e instalaciones que hablan de su abuela y recuerdos que él coloca en un altar.
El paseo por las obras de arte moderno fue celebrado días atrás, por las más de 100 personas que se hicieron presentes en la inauguración de la muestra que el artista eligió llamar "
Delirios de la simpleza".
Entonces se encuentran trabajos que pasaron por tres etapas de realización; donde se destacan las ideas como punto de inicio, las botellas como elementos inluidos en la obra y lo simple de la conjunción del color lanzado al azar en las últimas piezas.
La velada también ofreció el proceso creativo a través de un video de una obra mayor que por todos fue aplaudido.
En este audiovisual una canción de
Los Tekis, quienes dijeron que sí a la idea, musicalizó ese preciso instante del nacimiento de una pintura.
Y entonces se escuchó y se vió "Hasta el otro carnaval", nombre del tema de los músicos jujeños y con el que Taritolay muestra su forma de hacer arte en el medio del paraíso blanco que se encuentra en nuestra tierra, las Salinas Grandes.
Allí también se puede ver lo hiperactivo y lo inquieto de su arte que también llega a tono con su personalidad.
Es que este pintor no se da tiempo para quedarse quieto y sigue trabajando para sorprender.
Una muestra de ello son los objetos intervenidos que proponen algo diferente y que van más allá.
En relidad, son piezas que tienen un significado especial. Es parte de magnificar cosas de la vida cotidiana u objetos que son dejados de lado, pero que tienen una gran conexión para los seres humanos en cuestión de tiempo.
"En los años que van pasando sucede algo similar, nos vamos poniendo más grandes y desde una mirada fuera del sistema, intento revalorizar a esas cosas simples de la vida" dijo el artista mientras recordaba que su exposición tenía un motivo especial.
Por eso el homenaje está presente en la muestra que tiene los objetos de su abuela como protagonistas.
"Ella hasta los últimos momentos de su vida fue lo mejor de la mía. Ella es la persona más importante que yo tuve", reflexionó Taritolay quien no dudó un segundo en decir que es gracias a ella que puede montar todo aquello.
Los "Sin títulos" abundan en su muestra porque el arte o el expresionismo abstracto expone situaciones que proclaman sensaciones, sentimientos, encuentros, estados de ánimos del artista porque todas las emociones están expresadas en los colores y en lo gestual.
Para el artista, el pincel es el instrumento que conecta su mundo en el imaginario con lo real del lienzo.
Y es válido que en algunos casos no sea necesario para que se produzca la magia. Taritolay entonces es el puente entre ambos mundos y deja plasmada esa inspiración interior que lo completa a la vista de todos a través de obras que son interesantes de observar.