En el programa "Protege tu corazón" la idea es que los jóvenes elijan tres o cuatro
talleres de alto impacto por año, con temáticas significativas de modo que perduren hasta el próximo taller. Promueven por ello que practiquen habilidades y destrezas para tener mejores herramientas para que puedan salir de la institución y elegir en su vida.
"Por ejemplo resistir presiones, a los chicos los presionan en boliches y fiestas a beber alcohol. La idea es que tengan estrategias para decir que no, sin rechazar al amigo que lo presiona pero sí contra la presión negativa que va contra sus metas y valores", precisó la coordinadora nacional Zimmermann.
El programa avanza gradualmente, atendiendo las etapas evolutivas de los chicos, e intentan hacerlos pensar para que descubran alguna carencia, por ejemplo que son impulsivos, si no se conocen o si son vulnerables en las presiones, y por ello proponen una habilidad para practicar en clase, y luego los dejan libres intentando que busquen ayuda en sus padres.
Es por ello que cuando una escuela solicita un taller se le envía un programa vinculado a la realidad, y esperan que tenga continuidad y determinar cómo lo van percibiendo los alumnos. Y es que se dictan los talleres desde primer grado de primaria a quinto de secundario.
Actualmente tienen continuidad el
colegio Nueva Siembra de esta ciudad, "Nuestra Señora de las Mercedes" de Monterrico, y el Bachillerato 24 de Lozano, la comunidad parroquial de
Tumbaya, la Marista de Fraile Pintado y el Bachillerato de Tilcara.
"En Estados Unidos cada cinco o seis años, a medida que los chicos pasan por los contenidos se va haciendo una medición, y lo que ven es cambio de actitudes y comportamientos. Por eso es clave la continuidad", precisó Zimmermann.
En el programa "Protege tu corazón" la idea es que los jóvenes elijan tres o cuatro
talleres de alto impacto por año, con temáticas significativas de modo que perduren hasta el próximo taller. Promueven por ello que practiquen habilidades y destrezas para tener mejores herramientas para que puedan salir de la institución y elegir en su vida.
"Por ejemplo resistir presiones, a los chicos los presionan en boliches y fiestas a beber alcohol. La idea es que tengan estrategias para decir que no, sin rechazar al amigo que lo presiona pero sí contra la presión negativa que va contra sus metas y valores", precisó la coordinadora nacional Zimmermann.
El programa avanza gradualmente, atendiendo las etapas evolutivas de los chicos, e intentan hacerlos pensar para que descubran alguna carencia, por ejemplo que son impulsivos, si no se conocen o si son vulnerables en las presiones, y por ello proponen una habilidad para practicar en clase, y luego los dejan libres intentando que busquen ayuda en sus padres.
Es por ello que cuando una escuela solicita un taller se le envía un programa vinculado a la realidad, y esperan que tenga continuidad y determinar cómo lo van percibiendo los alumnos. Y es que se dictan los talleres desde primer grado de primaria a quinto de secundario.
Actualmente tienen continuidad el
colegio Nueva Siembra de esta ciudad, "Nuestra Señora de las Mercedes" de Monterrico, y el Bachillerato 24 de Lozano, la comunidad parroquial de
Tumbaya, la Marista de Fraile Pintado y el Bachillerato de Tilcara.
"En Estados Unidos cada cinco o seis años, a medida que los chicos pasan por los contenidos se va haciendo una medición, y lo que ven es cambio de actitudes y comportamientos. Por eso es clave la continuidad", precisó Zimmermann.