La aprehensión del inescrupuloso hombre se llevó a cabo ayer en horas de la mañana tras un minucioso trabajo de investigación desde el mes de febrero por parte de los "sabuesos", que con datos precisos elevaron un oficio al fiscal de turno para que libre el acta de allanamiento en una vivienda del
barrio Alto Comedero.
El sujeto estaría sindicado como el autor intelectual y responsable de la fabricación de una innumerable cantidad de documentos apócrifos y entre los que se secuestraron varios carnets de conductor de la Comisión Municipal de Yala, carnets sanitarios del Ministerio de Salud, comprobantes de pago de seguros del automotor contra terceros, boletines de diferentes establecimientos, diplomas y hasta certificados analíticos del nivel secundario.
Entre los elementos secuestrados, se detallaron seis impresoras y una notebook, donde se darían forma a los documentos apócrifos. Como así también se hallaron máquinas de serigrafías manuales, que es donde se confeccionaban e imprimían en forma artesanal los papeles con sellos de agua, entre otros.
Los efectivos de la División de Defraudación y Estafas habían logrado detener en otras oportunidades a cómplices de este sujeto, que se encargarían de recibir los "encargos" de la documentación. Si bien fueron detenidos y puestos a disposición de la justicia, los numerarios estaban tras los pasos de este sujeto, autor de las documentaciones falsas.
Por otro lado se deslizó que en el momento del allanamiento en su vivienda, el hombre se habría deshecho de chips de dispositivos móviles, motivo que se procedió al secuestro de celulares y se pidió mediante oficio que se abra una causa paralela, pidiendo el registro de llamadas y "sábana" del número de línea de la persona detenida.
Además los efectivos esperan los resultados de las pericias informáticas de la computadora secuestrada, para determinar desde cuándo operaba y que otra entidad fue víctima de estas falsificaciones.
La Fiscalía de Investigación Penal a cargo de Alejandro Bossatti, caratuló el hecho como "falsificación de documentos públicos y privados".
La aprehensión del inescrupuloso hombre se llevó a cabo ayer en horas de la mañana tras un minucioso trabajo de investigación desde el mes de febrero por parte de los "sabuesos", que con datos precisos elevaron un oficio al fiscal de turno para que libre el acta de allanamiento en una vivienda del
barrio Alto Comedero.
El sujeto estaría sindicado como el autor intelectual y responsable de la fabricación de una innumerable cantidad de documentos apócrifos y entre los que se secuestraron varios carnets de conductor de la Comisión Municipal de Yala, carnets sanitarios del Ministerio de Salud, comprobantes de pago de seguros del automotor contra terceros, boletines de diferentes establecimientos, diplomas y hasta certificados analíticos del nivel secundario.
Entre los elementos secuestrados, se detallaron seis impresoras y una notebook, donde se darían forma a los documentos apócrifos. Como así también se hallaron máquinas de serigrafías manuales, que es donde se confeccionaban e imprimían en forma artesanal los papeles con sellos de agua, entre otros.
Los efectivos de la División de Defraudación y Estafas habían logrado detener en otras oportunidades a cómplices de este sujeto, que se encargarían de recibir los "encargos" de la documentación. Si bien fueron detenidos y puestos a disposición de la justicia, los numerarios estaban tras los pasos de este sujeto, autor de las documentaciones falsas.
Por otro lado se deslizó que en el momento del allanamiento en su vivienda, el hombre se habría deshecho de chips de dispositivos móviles, motivo que se procedió al secuestro de celulares y se pidió mediante oficio que se abra una causa paralela, pidiendo el registro de llamadas y "sábana" del número de línea de la persona detenida.
Además los efectivos esperan los resultados de las pericias informáticas de la computadora secuestrada, para determinar desde cuándo operaba y que otra entidad fue víctima de estas falsificaciones.
La Fiscalía de Investigación Penal a cargo de Alejandro Bossatti, caratuló el hecho como "falsificación de documentos públicos y privados".