Al menos 12 jóvenes iraquíes murieron ayer y otros 50 resultaron heridos en un
doble atentado suicida perpetrado en una piscina en
Irak.
Ayer a la mañana una
bicicleta bomba estalló cerca de la piscina del barrio militar en el centro de la ciudad de Tuz Khormato, 220 kilómetros al norte de
Bagdad.
Cuando los ciudadanos se concentraron en el escenario del atentado, un hombre se acercó e hizo explotar el cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo, lo que provocó la muerte de 10 jóvenes y heridas a otros 50, que se encontraban en la piscina, precisó una fuente policial.
A pesar de que el atentado no fue reivindicado, los medios iraquíes afirman que el ataque "tiene la firma" del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que controla amplias zonas del país y que en julio de 2014 fundó un califato entre esos territorios y Siria. La fuente policial señaló que la explosión causó también daños materiales en la piscina y los edificios próximos, y que la Policía acordonó el lugar donde sucedieron los estallidos.
Los iraquíes normalmente se refugian en los ríos, piscinas o arroyos para protegerse de las altas temperaturas, que suelen coincidir con apagones de electricidad.
Al menos 12 jóvenes iraquíes murieron ayer y otros 50 resultaron heridos en un
doble atentado suicida perpetrado en una piscina en
Irak.
Ayer a la mañana una
bicicleta bomba estalló cerca de la piscina del barrio militar en el centro de la ciudad de Tuz Khormato, 220 kilómetros al norte de
Bagdad.
Cuando los ciudadanos se concentraron en el escenario del atentado, un hombre se acercó e hizo explotar el cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo, lo que provocó la muerte de 10 jóvenes y heridas a otros 50, que se encontraban en la piscina, precisó una fuente policial.
A pesar de que el atentado no fue reivindicado, los medios iraquíes afirman que el ataque "tiene la firma" del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que controla amplias zonas del país y que en julio de 2014 fundó un califato entre esos territorios y Siria. La fuente policial señaló que la explosión causó también daños materiales en la piscina y los edificios próximos, y que la Policía acordonó el lugar donde sucedieron los estallidos.
Los iraquíes normalmente se refugian en los ríos, piscinas o arroyos para protegerse de las altas temperaturas, que suelen coincidir con apagones de electricidad.