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Leonor cumplió cien años de vida | San Pedro de Jujuy, barrio 14 de Abril, Cáritas, En San Pedro, familia

Sabado, 04 de julio de 2015 00:00
CON SUS AFECTOS *  EL FESTEJO DEL SIGLO DE VIDA EN COMPAÑÍA DE FAMILIARES.
Este 1 de julio de 2015 fue un día distinto para Leonor Garzón, porque si bien todos sus años llevan la impronta de una gran humildad que caracterizó su silenciosa presencia en medio de la comunidad, este día de su natalicio se transformó en la noticia del día, en el acontecimiento al que muchos se sumaron con cientos de saludos. Y no era para menos ya que nuestra querida Leonor cumplió 100 años de vida y lo celebró junto a Marcela, su única hermana, y un sin números de sobrinos, sobrinos nietos, entre tantos que llegaron a llenar de felicidad su humilde hogar de barrio 14 de Abril. También la comunidad a la que ofrendó su servicio por tantos años, quiso sumarse al homenaje, para agradecerle de alguna manera, por toda su entrega. Por iniciativa del padre Daniel Baca, titular de la parroquia San Pedro de Río Negro, en el marco de los festejo patronales, se eligió a Leonor para que en el momento de las ofrendas, llevara en sus manos la réplica de la cuchara que hace 99 años, fuera utilizada para la colocación de la piedra basal de la construcción del templo y que los hermanos Leach mandaron a realizar artesanalmente, para dejarla como un legado para los sampedreños. Este signo en la festividad patronal, marcó el inicio de lo que será la celebración del primer centenario de este transcendental acontecimiento como lo fue la colocación de la piedra basal, cuyo primer centenario s cumplirá el año que viene. También la noche de su cumpleaños, la señorita Leonor volvió a recibir la bendición y calor de la comunidad en la misa de acción de gracia que celebró al padre Daniel en la noche del miércoles. Con emocionados conceptos saludó a Leonor agradeciéndole "por su fe hecha servicio y compromiso por más de 70 años sirviendo a la comunidad de San Pedro de Río Negro".
Una historia de vida
Un verde paisaje enmarcado por la serranía de Santa Bárbara fue cuna de su nacimiento el 1 de julio de 1915, en el paraje Loma Pelada, donde transcurrieron los primeros años de su vida junto a sus padres Víctor Desiderio Garzón y Jesús Guerrero, quienes le regalaron seis hermanos cuatro varones y dos mujeres, de los cuales sólo vive Marcela que tiene hoy 85 años. Más tarde la familia se trasladó a tierras cercanas a Arroyo Colorado, donde comenzó una nueva vida, siendo su padre quien propulsó las plantaciones de arroz y de tomate. A veces la naturaleza golpea con fuerza, llegando incluso a cambiar el rumbo y destino de las personas, una fuerte helada dejó endeudados a sus padres llevándolos a perder todo.
Ya establecida en San Pedro de Jujuy y de la mano de la señorita Mercedes "Mechita" Coloma, Leonor llegó al templo matriz, y comenzó a brindar su servicio apostólico en la Legión de María, en Cáritas y a partir de allí se hizo cargo del cuidado y la limpieza del gran templo. Todos los que llegaban solían verla con baldes, escobillones, secadores, y otros elementos con los que limpiaba incluso todo el atrio, mucho trabajo decían, para una mujer de pequeña contextura que en silencio, día tras día, dejaba esos pisos relucientes. Los años pasaron, muchas generaciones también pasaron y Leonor siguió ofrendando su desinteresado servicio. Y cuando los años se agolparon sobre sus espaldas, luego de más de medio siglo, Leonor, obligada por su salud, debió decir "hasta aquí llegue Señor" y se retiró a disfrutar de un merecido descanso.
Quien la ve, no imagina que en la piel de Leonor ha pasado un siglo, es imposible creerlo, porque tiene en su mirada, en su andar, en su exquisito y afable trato para con los demás, una eterna juventud, de esa que se lleva en el alma, de esa que se muestra en la luz de la mirada o en esa sonrisa que nunca faltó en su rostro.
Este 1 de julio San Pedro de Jujuy, tributó homenaje a Leonor, una ciudadana ejemplar y con merecida justicia, debería ser nombrada por el Concejo Deliberante y por el Ejecutivo, ciudadana ilustre de la ciudad.
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Este 1 de julio de 2015 fue un día distinto para Leonor Garzón, porque si bien todos sus años llevan la impronta de una gran humildad que caracterizó su silenciosa presencia en medio de la comunidad, este día de su natalicio se transformó en la noticia del día, en el acontecimiento al que muchos se sumaron con cientos de saludos. Y no era para menos ya que nuestra querida Leonor cumplió 100 años de vida y lo celebró junto a Marcela, su única hermana, y un sin números de sobrinos, sobrinos nietos, entre tantos que llegaron a llenar de felicidad su humilde hogar de barrio 14 de Abril. También la comunidad a la que ofrendó su servicio por tantos años, quiso sumarse al homenaje, para agradecerle de alguna manera, por toda su entrega. Por iniciativa del padre Daniel Baca, titular de la parroquia San Pedro de Río Negro, en el marco de los festejo patronales, se eligió a Leonor para que en el momento de las ofrendas, llevara en sus manos la réplica de la cuchara que hace 99 años, fuera utilizada para la colocación de la piedra basal de la construcción del templo y que los hermanos Leach mandaron a realizar artesanalmente, para dejarla como un legado para los sampedreños. Este signo en la festividad patronal, marcó el inicio de lo que será la celebración del primer centenario de este transcendental acontecimiento como lo fue la colocación de la piedra basal, cuyo primer centenario s cumplirá el año que viene. También la noche de su cumpleaños, la señorita Leonor volvió a recibir la bendición y calor de la comunidad en la misa de acción de gracia que celebró al padre Daniel en la noche del miércoles. Con emocionados conceptos saludó a Leonor agradeciéndole "por su fe hecha servicio y compromiso por más de 70 años sirviendo a la comunidad de San Pedro de Río Negro".
Una historia de vida
Un verde paisaje enmarcado por la serranía de Santa Bárbara fue cuna de su nacimiento el 1 de julio de 1915, en el paraje Loma Pelada, donde transcurrieron los primeros años de su vida junto a sus padres Víctor Desiderio Garzón y Jesús Guerrero, quienes le regalaron seis hermanos cuatro varones y dos mujeres, de los cuales sólo vive Marcela que tiene hoy 85 años. Más tarde la familia se trasladó a tierras cercanas a Arroyo Colorado, donde comenzó una nueva vida, siendo su padre quien propulsó las plantaciones de arroz y de tomate. A veces la naturaleza golpea con fuerza, llegando incluso a cambiar el rumbo y destino de las personas, una fuerte helada dejó endeudados a sus padres llevándolos a perder todo.
Ya establecida en San Pedro de Jujuy y de la mano de la señorita Mercedes "Mechita" Coloma, Leonor llegó al templo matriz, y comenzó a brindar su servicio apostólico en la Legión de María, en Cáritas y a partir de allí se hizo cargo del cuidado y la limpieza del gran templo. Todos los que llegaban solían verla con baldes, escobillones, secadores, y otros elementos con los que limpiaba incluso todo el atrio, mucho trabajo decían, para una mujer de pequeña contextura que en silencio, día tras día, dejaba esos pisos relucientes. Los años pasaron, muchas generaciones también pasaron y Leonor siguió ofrendando su desinteresado servicio. Y cuando los años se agolparon sobre sus espaldas, luego de más de medio siglo, Leonor, obligada por su salud, debió decir "hasta aquí llegue Señor" y se retiró a disfrutar de un merecido descanso.
Quien la ve, no imagina que en la piel de Leonor ha pasado un siglo, es imposible creerlo, porque tiene en su mirada, en su andar, en su exquisito y afable trato para con los demás, una eterna juventud, de esa que se lleva en el alma, de esa que se muestra en la luz de la mirada o en esa sonrisa que nunca faltó en su rostro.
Este 1 de julio San Pedro de Jujuy, tributó homenaje a Leonor, una ciudadana ejemplar y con merecida justicia, debería ser nombrada por el Concejo Deliberante y por el Ejecutivo, ciudadana ilustre de la ciudad.