"El Presidente decreta el estado de emergencia en Túnez y se dirigirá a la nación a las 17.00", indicó el gabinete de comunicación de la presidencia.
El estado de emergencia otorga poderes de excepción a la Policía y al Ejército.
Esta medida fue levantada en Túnez en marzo de 2014, tras haber sido renovada ininterrumpidamente desde enero de 2011 tras la huida del presidente Zine El Abidin Ben Ali, en el marco del levantamiento que había lanzado "La Primavera Árabe".
Túnez, que se enfrenta desde su revolución a un ascenso de la influencia yihadista, responsable de la muerte de decenas de policías y militares, ha vivido dos atentados reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en tres meses.
Cincuenta y nueve turistas extranjeros han fallecido: 21 en el museo del Bardo, en Túnez, en marzo y 38 en un hotel en la costa en Port El Kantaoui, el 26 de junio.
En una entrevista realizada por la BBC, el primer ministro, Habib Esid, reconoció que la Policía había sido demasiado lenta durante el atentado de Port El Kantaoui, la primera confesión oficial de fallos en seguridad.
"El Presidente decreta el estado de emergencia en Túnez y se dirigirá a la nación a las 17.00", indicó el gabinete de comunicación de la presidencia.
El estado de emergencia otorga poderes de excepción a la Policía y al Ejército.
Esta medida fue levantada en Túnez en marzo de 2014, tras haber sido renovada ininterrumpidamente desde enero de 2011 tras la huida del presidente Zine El Abidin Ben Ali, en el marco del levantamiento que había lanzado "La Primavera Árabe".
Túnez, que se enfrenta desde su revolución a un ascenso de la influencia yihadista, responsable de la muerte de decenas de policías y militares, ha vivido dos atentados reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en tres meses.
Cincuenta y nueve turistas extranjeros han fallecido: 21 en el museo del Bardo, en Túnez, en marzo y 38 en un hotel en la costa en Port El Kantaoui, el 26 de junio.
En una entrevista realizada por la BBC, el primer ministro, Habib Esid, reconoció que la Policía había sido demasiado lenta durante el atentado de Port El Kantaoui, la primera confesión oficial de fallos en seguridad.