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Recuperó su identidad cuatro décadas después | Carlos González, identidad biológica, hijo de desaparecidos, Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad

Domingo, 05 de julio de 2015 00:00
IMAGEN QUE GUARDO ELENA  DEL HIJO QUE DIO EN ADOPCIÓN.

Una historia particular, un camino largo, y con el objetivo de recuperar su identidad biológica, después de 43 años. Camino doloroso tanto para Carlos González como para su mamá Elena de Valdéz, resuelto gracias a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), el acompañamiento de María Gracia Iglesias y la colaboración de Herman@s y Madres del Alma.

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Una historia particular, un camino largo, y con el objetivo de recuperar su identidad biológica, después de 43 años. Camino doloroso tanto para Carlos González como para su mamá Elena de Valdéz, resuelto gracias a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), el acompañamiento de María Gracia Iglesias y la colaboración de Herman@s y Madres del Alma.

Esta búsqueda se concreto en Jujuy, en Palpalá, meses atrás, pero que lleva buen tiempo. Una historia que se está resolviendo con mucha sinceridad, respeto, comprensión y quizás recuperar lazos familiares que recién inician con dos vidas realizadas, cada una en espacios y maneras distintas. Pero lo más importante, que después de tantos años tienen la oportunidad de poder "hablar" de sentarse, escucharse ambos para conocer la verdad. Esa verdad sanadora, quizás, buscada para recuperar la tranquilidad de ambas partes. Una historia privada que trascendió porque necesitaba luz, esa luz que sana el alma. Respuestas del pasado que cuesta entender, situaciones que por aquellos años los 70 eran complejos, y las adopciones complicadas. La gran diferencia es que hoy tiene valor el derecho del niño, que antes no la tenía. Nuestra sociedad avanza y nos pone de cara a la verdad. El derecho de conocer la identidad biológica no es delito es parte de uno y que tenemos derecho a conocer, a sabernos como personas, de dónde venimos, solo eso.

Todo ser humano tiene derecho al conocimiento de su verdadera identidad biológica. Si bien este caso jujeño donde la búsqueda se inicia en Córdoba, junto a un gran equipo de acompañamiento empezó un camino doloroso, amargo, lleno de dudas, temores porque la verdad duele, pero debe encontrase o aproximarse lo más que se pueda.

Se estima que alrededor de 3 millones los argentinos ignoran su origen biológico porque fueron adoptados ilegalmente.

Si bien este caso, fue una adopción legal en el marco de la ley, quizás con varios sinsabores que aun son incógnitas; pero quizás el tiempo responda. Esta aclaración, ya que son muchos los casos de búsqueda de identidad y algunos casos son apropiaciones, adopciones ilegales, sustituciones, que se van delatando en las búsquedas que no son fáciles a pesar de los tiempos que corren.

Carlos, hoy tiene una realidad distinta como Elena, quizás más completa. Aunque sus padres adoptivos ya no están. Pero aun así, la verdad salió a la luz, el tiempo tan sabio empezó a ordenar las piezas de una familia que estuvo separada por varias razones.

Hoy las distancias no restan, sino que es la sangre que tira para saber a cada integrante de la gran familia que se está reconstruyendo.

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RECUERDO. LA FOTO QUE ATESORABA ELENA DEL HIJO QUE TUVO QUE DAR EN ADOPCIÓN Y AHORA RECUPERÓ.

Seguro, no será fácil, pero se siente que se buscaban y ellos son los protagonistas de una historia que hoy se va reparando. Esta historia como tantas otras, es para aquellos jóvenes que buscan su identidad, tomen fuerza que es posible.

Saber que hay gente dispuesta a acompañar estos procesos de búsqueda con mucha humanidad, comprensión, y sobre todo la alegría que necesitan estos casos para no bajar los brazos principalmente.

Por informes contactarse a www.abuelas.org.ar o escribir al correo electrónico [email protected]. Por informes contactarse a www.abuelas.org.ar o escribir al correo electrónico [email protected].

El destino

Carlos hoy radicado en Córdoba, con una profesión, sin olvidar sus raíces jujeñas, cuando puede regresa a Jujuy a visitar a sus amigos, y a dejar una flor a sus padres adoptivos.

Se lo escucha y se lo ve con mucha felicidad por haber encontrado su verdad, y ahora a cuidar y acompañar a Elena. La familia de Elena no dudó en abrirle las puertas.

Una de sus hijas, le dijo a Carlos "nosotros ya la disfrutamos y ahora la tenés que disfrutar vos...". Palabras con mucho amor de una hija a una madre que guardo el secreto de un hijo, y que después de años nadie la cuestionó. Solo la escucharon, y se brindaron a Carlos como si el tiempo no hubiera pasado. Será la sangre, el amor que ahora fundan encontrándose.

Elena está un poco enferma pero muy contenta y agradecida a Dios porque se lo puso "en bandeja", dice. Recuerda el juicio cuando entregó en adopción a Carlos, con una historia muy triste que la llevo a tomar esa decisión, ella en una situación difícil y sola. Ella guardo fotos con mucho cariño, y con la esperanza de recuperarlo alguna vez a su hijo. "Todos los días de mi vida siempre he pedido que estuviera bien. Dios me ha premiado".

"Yo tenía el presentimiento que cuando sus padres no estuvieran, me iba a buscar".

La familia adoptiva le mantuvo el nombre Carlos Alberto, tiene un gran significado en la reconstrucción de una historia entre cientos que siguen buscando su identidad biológica.


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FOTOGRAFÍA TOMADA EN 1973. CARLOS JUNTO A SU MADRE.

Derecho a la identidad

La sustitución de identidad ha sido aceptada en la práctica social, sin tomar en cuenta que ello establece la implementación de un delito, naturalizándolo. Se calcula que en el país más de 3 millones de personas no conocen su verdadera identidad de origen siendo víctimas del tráfico de personas, adopciones ilegales.

La trata y tráfico de personas ocupa el tercer lugar como actividad lucrativa ilegal en el mundo, después del tráfico de drogas y el de armas, moviendo anualmente 32.000 millones de dólares (datos de Unicef).

Los niños que son sustituidos son presos de una mentira, porque lo más probable es que detrás de cada adulto que busca su identidad hay un niño traficado. Anotar a un hijo como propio, cuando no lo es, intermediar en la entrega de un niño ya sea robado, vendido, sustraído de la esfera de custodia; recibir al menor y criarlo como propio, son modalidades del tipo antijurídico, por ser parte de las modalidades del tráfico de niños, los cuales son tratados como mercancía debido a la demanda existente hasta hoy en día.

Herman@s y madres del alma

Las mujeres y hombres que forman parte del grupo Herman@s y Madres del Alma integran un colectivo que busca sus raíces, luchando contra pactos de silencio y organizaciones montadas para borrar el origen biológico de los bebés que traficaban. Fue creado hace tiempo por personas que en su mayoría viven en la provincia de Córdoba y tienen en común haber nacido en el domicilio particular de una partera que hizo de la entrega ilegal de recién nacidos un próspero negocio, entre la década del sesenta y los primeros años de los noventa.

Tiene como objetivo instalar el debate acerca de la búsqueda de identidad biológica cuando no existen los medios de encontrarla, ya que los expedientes de adopción no se dan en estos casos en que las familias de crianza no cuentan con datos acerca del origen biológico de sus hijos, al no existir un camino legal de adopción de por medio.

La Conadi

La Conadi es la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, sus objetivos son la búsqueda y localización de los niños desaparecidos durante la última dictadura militar en la Argentina y, simultáneamente, velar por el cumplimiento de los artículos 7,8, y 11 de la convención Internacional por los derechos del Niño.

La Conadi recibe requerimientos y denuncias de Abuelas de Plaza de Mayo, así como casos que se presentan directamente.

Concurren jóvenes espontáneamente, porque sospechan su origen biológico, muchos de los cuales creen ser hijos de desaparecidos.