Nombrar a la Pachamama es hablar de una resistencia silenciosa que fue dejando atrás el miedo y la vergüenza para vestirse de orgullo. Para algunos es una mujer anciana cuando en el decir común acaso sea la sola tierra que nos alimenta y, al fin, nos engulle. Más o menos divinizada, semejante a la Virgen María o a los cuatro elementos que conforman la naturaleza, su mismo significado se fue modificando conforme lo hacía la cultura de nuestra tierra.
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Nombrar a la Pachamama es hablar de una resistencia silenciosa que fue dejando atrás el miedo y la vergüenza para vestirse de orgullo. Para algunos es una mujer anciana cuando en el decir común acaso sea la sola tierra que nos alimenta y, al fin, nos engulle. Más o menos divinizada, semejante a la Virgen María o a los cuatro elementos que conforman la naturaleza, su mismo significado se fue modificando conforme lo hacía la cultura de nuestra tierra.
No hay certeza de que los antiguos habitantes de este suelo la celebraran, o acaso la fueron trayendo migraciones cercanas o lejanas en lo que fue de los siglos. No se sabe, por ejemplo, si en los años de la Guerra Gaucha se le ofrendaba o si tuvo un nombre anterior al quechua, y sin embargo hace a nuestra identidad casi sin discusiones.
En Perico hoy, a las 12, en la Feria Mayorista del barrio Santa Rosa se sahumarán las naves, habrá un acto y luego un festival folclórico.Adoptó rezos que hace siglos fueron ajenos y hoy son nuestros, le sumó ofrendas que entonces no existían, se le agregó la copla española, la gaseosa norteamericana y el cigarrillo aunque hay quien mantiene la chicha y todos el incienso de la koba, que es una tola de nuestra puna. Hay quienes dicen que no se la celebraba en agosto y otros que sólo el primero, y otros que sólo el primero de agosto a medianoche.
Luego, dependió de los días en que los migrantes podían regresar a su terruño y se la realizó durante algún fin de semana del mes. Con sólo semillas algunos, con sólo agua otros, con la comida que nosotros comemos y sin sal, con coca y cada vez con menos quinua que es muy cara, la Pachamama es también un espejo en el que nos vemos reflejados.
En Monterrico la Feria Municipal, del barrio San Ramón, llevará adelante los festejos y rituales a la Pachamama desde las 11.Ecológica para algunos, peligrosa para otros, sabía contarse que desde agosto salía a cabalgar San Carnaval por el horizonte con ella a la grupa, pero el primero de este mes, cuando el viento norte y casi siempre el frío, el perfume denso de la koba lo invade todo y día a día, hasta el treinta y dos de agosto para los olvidadizos, las manos se abren en ofrenda, cae nuestro agradecimiento en el pozo y le devolvemos algo de lo que nos dio.