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A 70 años del bombardeo nuclear contra Nagasaki | Segunda Guerra Mundial, Shinzo Abe, armas nucleares, ataque atómico, Nagasaki

Lunes, 10 de agosto de 2015 00:00
NAGASAKI / HISTÓRICA FOTOGRAFÍA DE LOS MOMENTOS SIGUIENTES A LA EXPLOSIÓN ATÓMICA DEL 9 DE AGOSTO DE 1945.
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, revalidó ayer el compromiso de Japón contra el uso de armas nucleares, durante la conmemoración del 70º aniversario del ataque atómico contra la ciudad de Nagasaki.
Estados Unidos realizó el primer ataque nuclear de la historia sobre la ciudad de Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y tres días después lanzó una segunda bomba atómica sobre Nagasaki, lo que condujo a la capitulación de Japón el 15 de agosto y el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Más de 74.000 personas fallecieron en el acto y otras 63.000 murieron posteriormente por la radiación y las heridas causadas por la explosión, que barrió del mapa la tercera parte de Nagasaki y prácticamente la totalidad de su área industrial.
Ayer el gobierno y la sociedad japonesa recordaron ese dramático episodio de su historia.
"Como único país que ha experimentado los horrores de un ataque nuclear, lideraremos los esfuerzos para conseguir un mundo libre de armas atómicas", destacó el primer ministro nipón, Abe, durante su discurso frente a unas 6.700 personas.
Japón "seguirá adhiriendo a los principios de no producir ni poseer armamento atómico y de no permitir la entrada de estos artefactos en el país", agregó y puso fin al debate sobre la posibilidad de que su Ejército pueda transportar armas nucleares en operaciones de apoyo.
Al acto de ayer asistieron delegaciones de 75 países, entre ellos representantes de ocho potencias nucleares como Estados Unidos e Irán, así como numerosos "hibakusha", nombre que reciben en Japón los supervivientes de los bombardeos nucleares estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial.
"Una reinterpretación (de los principios antinucleares) puede llevarnos de nuevo a la guerra, o a que Japón maneje o transporte armas nucleares. No podemos aceptar que esto suceda", reclamó Sumiteru Taniguchi, un hibakusha de Nagasaki de 86 años que sufrió graves quemaduras por el bombardeo atómico.
En marzo pasado, el número total de hibakusha, dentro y fuera de Japón, ascendía a 183.519, prácticamente la mitad de los 372.264 que había en 1980, y su edad media superaba por primera vez los 80 años.
Una vez terminados los discursos, las víctimas fueron recordadas con un minuto de silencio celebrado a las 11.02 hora local, la momento exacta en que había estallado la bomba en Nagasaki.
Tras el minuto de silencio, comenzó a sonar la tradicional Campana de la Paz. Durante la noche se realizaron sentidas ceremonias religiosas por los muertos del bombardeo.

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El primer ministro nipón, Shinzo Abe, revalidó ayer el compromiso de Japón contra el uso de armas nucleares, durante la conmemoración del 70º aniversario del ataque atómico contra la ciudad de Nagasaki.
Estados Unidos realizó el primer ataque nuclear de la historia sobre la ciudad de Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y tres días después lanzó una segunda bomba atómica sobre Nagasaki, lo que condujo a la capitulación de Japón el 15 de agosto y el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Más de 74.000 personas fallecieron en el acto y otras 63.000 murieron posteriormente por la radiación y las heridas causadas por la explosión, que barrió del mapa la tercera parte de Nagasaki y prácticamente la totalidad de su área industrial.
Ayer el gobierno y la sociedad japonesa recordaron ese dramático episodio de su historia.
"Como único país que ha experimentado los horrores de un ataque nuclear, lideraremos los esfuerzos para conseguir un mundo libre de armas atómicas", destacó el primer ministro nipón, Abe, durante su discurso frente a unas 6.700 personas.
Japón "seguirá adhiriendo a los principios de no producir ni poseer armamento atómico y de no permitir la entrada de estos artefactos en el país", agregó y puso fin al debate sobre la posibilidad de que su Ejército pueda transportar armas nucleares en operaciones de apoyo.
Al acto de ayer asistieron delegaciones de 75 países, entre ellos representantes de ocho potencias nucleares como Estados Unidos e Irán, así como numerosos "hibakusha", nombre que reciben en Japón los supervivientes de los bombardeos nucleares estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial.
"Una reinterpretación (de los principios antinucleares) puede llevarnos de nuevo a la guerra, o a que Japón maneje o transporte armas nucleares. No podemos aceptar que esto suceda", reclamó Sumiteru Taniguchi, un hibakusha de Nagasaki de 86 años que sufrió graves quemaduras por el bombardeo atómico.
En marzo pasado, el número total de hibakusha, dentro y fuera de Japón, ascendía a 183.519, prácticamente la mitad de los 372.264 que había en 1980, y su edad media superaba por primera vez los 80 años.
Una vez terminados los discursos, las víctimas fueron recordadas con un minuto de silencio celebrado a las 11.02 hora local, la momento exacta en que había estallado la bomba en Nagasaki.
Tras el minuto de silencio, comenzó a sonar la tradicional Campana de la Paz. Durante la noche se realizaron sentidas ceremonias religiosas por los muertos del bombardeo.

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