Nuevos enfrentamientos estallaron en la noche del viernes entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes en Jerusalén y en la Cisjordania ocupada, tras una jornada trágica en la que murieron dos jóvenes palestinos y un bebé quemado vivo por extremistas judíos.
La muerte del bebé palestino en el ataque de extremistas judíos contra la casa de la familia Dawabchen, en el norte de Cisjordania, provocó una ola de manifestaciones reprimidas por las fuerzas israelíes.
El viernes, día tradicional de movilización palestina, las manifestaciones se convirtieron en cortejos fúnebres en homenaje al bebé convertido para los palestinos en un nuevo símbolo de la violencia de los colonos judíos, responsables de 11.000 ataques en los últimos 10 años, según la Autoridad Palestina.
Sin embargo, los desfiles enseguida desembocaron en enfrentamientos con las fuerzas israelíes.
:Un adolescente palestino herido de bala por el ejército en el campo de refugiados de Jalazun, que bordea Ramala, murió durante la noche de ayer, mientras que otro fue abatido, esta vez en Gaza, por militares israelíes arguyendo que se había acercado demasiado al muro que separa Israel del enclave palestino.
Por la noche del viernes y la mañana de ayer se produjeron nuevos enfrentamientos en Jerusalén este y en una aldea del norte de Cisjordania.
Si los israelíes se han sentido particularmente consternados por este episodio de violencia protagonizado por la extrema derecha israelí, es porque un día antes, un judío ultraortodoxo apuñaló a seis personas en el desfile del Orgullo Gay en Jerusalén, repitiendo una agresión de 2005 por la que acababa de pasar diez años en prisión.
Por redes sociales, se convocaba para ayer a la tarde a una concentración en Tel Aviv para repudiar la incitación al odio de la derecha.
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Nuevos enfrentamientos estallaron en la noche del viernes entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes en Jerusalén y en la Cisjordania ocupada, tras una jornada trágica en la que murieron dos jóvenes palestinos y un bebé quemado vivo por extremistas judíos.
La muerte del bebé palestino en el ataque de extremistas judíos contra la casa de la familia Dawabchen, en el norte de Cisjordania, provocó una ola de manifestaciones reprimidas por las fuerzas israelíes.
El viernes, día tradicional de movilización palestina, las manifestaciones se convirtieron en cortejos fúnebres en homenaje al bebé convertido para los palestinos en un nuevo símbolo de la violencia de los colonos judíos, responsables de 11.000 ataques en los últimos 10 años, según la Autoridad Palestina.
Sin embargo, los desfiles enseguida desembocaron en enfrentamientos con las fuerzas israelíes.
:Un adolescente palestino herido de bala por el ejército en el campo de refugiados de Jalazun, que bordea Ramala, murió durante la noche de ayer, mientras que otro fue abatido, esta vez en Gaza, por militares israelíes arguyendo que se había acercado demasiado al muro que separa Israel del enclave palestino.
Por la noche del viernes y la mañana de ayer se produjeron nuevos enfrentamientos en Jerusalén este y en una aldea del norte de Cisjordania.
Si los israelíes se han sentido particularmente consternados por este episodio de violencia protagonizado por la extrema derecha israelí, es porque un día antes, un judío ultraortodoxo apuñaló a seis personas en el desfile del Orgullo Gay en Jerusalén, repitiendo una agresión de 2005 por la que acababa de pasar diez años en prisión.
Por redes sociales, se convocaba para ayer a la tarde a una concentración en Tel Aviv para repudiar la incitación al odio de la derecha.