¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

18°
24 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Escenario histórico: insurgencia y luchas torno a un trono vacío

Domingo, 23 de agosto de 2015 00:00
<p>HOMENAJE/ PINTURA DEL ÉXODO JUJEÑO EXPUESTA EN EL MUSEO HISTÓRICO PROVINCIAL.</p>

Después que en 1810 el Cabildo de Buenos Aires conformara el primer gobierno patrio controlado por los criollos, estalló la guerra entre quienes apoyaban a ese nuevo gobierno, también conocido como la "Primera Junta", y quienes querían mantener la autoridad de los funcionarios de la corona española en América.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Después que en 1810 el Cabildo de Buenos Aires conformara el primer gobierno patrio controlado por los criollos, estalló la guerra entre quienes apoyaban a ese nuevo gobierno, también conocido como la "Primera Junta", y quienes querían mantener la autoridad de los funcionarios de la corona española en América.

El origen de este gran conflicto, que quedó en la historia con el nombre de "Guerra de la Independencia", había sido el derrumbe del orden colonial en las posesiones de España en América, el descontento de vastos sectores sociales agobiados por las políticas absolutistas de la Corona y la crisis de legitimidad que estalló cuando el rey español Fernando VII fue tomado prisionero por el emperador francés Napoleón Bonaparte y distintos grupos se lanzaron a disputar el poder vacante.

Dos bandos dividieron entonces violentamente a la sociedad: de un lado, los "realistas" que como su nombre lo indica eran los partidarios del rey español y del absolutismo monárquico, y los "patriotas" o liberales que propugnaban una revolución política, económica y social, así como la ruptura con España y la creación de un país independiente.

El canónigo jujeño Juan Ignacio de Gorriti, en su "Autobiografía", hizo una descripción muy precisa acerca de la situación que se vivía en la época: "La revolución de América -escribió- no fue un suceso repentino que debía sorprender a un sujeto medianamente pensador. El sistema inquisitorial de la política del Gabinete (español) observada en las colonias, las trabas que sugería a la industria y a la cultura; el monopolio tan escandaloso del comercio peninsular, la postergación general y descarada que en toda la extensión de la monarquía sufrían los americanos, eran causas de que se quejaban en voz muy alta... y se manifestaban síntomas de violencia que preparaban una explosión".

A dos años de haberse producido la Revolución de Mayo, el proyecto independentista de los criollos estaba a punto de naufragar. El ejército auxiliador que la Junta de Buenos Aires había conformado para imponer su autoridad en todo el territorio de las recién nacidas Provincias Unidas del Río de la Plata, había sido completamente derrotado en 1811 en Huaqui, a orillas del Lago Titicaca, en el Alto Perú, actual Bolivia, por tropas realistas al mando del general Juan Manuel de Goyeneche.

Los restos de las fuerzas patriotas se replegaron del Alto Perú, zona que quedó bajo control de los partidarios del Rey, que luego de ahogar la insurgencia revolucionaria en Cochabamba, se aprestaron para invadir Jujuy y Salta con la intención de sofocar el movimiento independentista en la misma Buenos Aires.