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Cayó el abuelo que hacía el cuento del tío | vieja Terminal de ómnibus, “cuento del tío”, Brigada de Investigaciones

Miércoles, 05 de agosto de 2015 00:00
SECUESTRO / AL SUPUESTO FAJO ENVUELTO SE LO DENOMINA VULGARMENTE BOTA.
Un hombre de 75 años fue detenido junto a un cómplice, acusado de engañar a desprevenidos transeúntes, con viejas pero todavía vigentes maromas conocidas en la jerga delictiva, como "cuento del tío".
El hecho se produjo el último fin de semana en inmediaciones de la vieja terminal de ómnibus, lugar propenso para este tipo de acción delictiva, debido a la gran cantidad de personas que transita por esas veredas.
El septuagenario fue detenido por efectivos de la División de Robos y Hurtos de la Brigada de Investigaciones de la Policía provincial, luego de haber recibido una serie de denuncias de personas que resultaron ser víctimas de sus "engaños".
Según los numerarios consignados a la investigación, el escurridizo anciano elegía sus víctimas, las seguía muy precavido junto a un cómplice. De pronto su "compañero" se ponía delante de su "presa", la empujaba y dejaba caer entre sus prendas una bolsa de tela, cuidadosamente sujetada con un cordón, sobresaliendo un supuesto fajo de billetes.
En el momento que el transeúnte se percató del fajo de billetes en el piso, entra en acción el timador, conocido vulgarmente como "Ultratumba", quien se le acerca y le pide insistentemente que compartan el "botín" hallado.
El supuesto fajo de billetes está confeccionado por un billete de cien pesos falso doblado, y dentro de él, aproximadamente un centímetro de cartones apelmazados, simulando ser una fajo de billetes, sostenidos por una gomilla.
Según la denuncia de los damnificados, Ultratumba "les dice que no tiene tiempo y no quiere tener problemas con la Policía, que la otra persona se lleve el dinero, pero que le dé algo de su dinero" y se quede con la misteriosa "bolsita", conocida vulgarmente en el ambiente delictual como "bota".
"Ultratumba" fue detenido junto a su cómplice, gracias a un arduo trabajo investigativo a cargo de la División de Robos y Hurtos, quienes creen que el hombre de 75 años, lleva mucho tiempo dedicándose a engañar a los transeúntes.

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Un hombre de 75 años fue detenido junto a un cómplice, acusado de engañar a desprevenidos transeúntes, con viejas pero todavía vigentes maromas conocidas en la jerga delictiva, como "cuento del tío".
El hecho se produjo el último fin de semana en inmediaciones de la vieja terminal de ómnibus, lugar propenso para este tipo de acción delictiva, debido a la gran cantidad de personas que transita por esas veredas.
El septuagenario fue detenido por efectivos de la División de Robos y Hurtos de la Brigada de Investigaciones de la Policía provincial, luego de haber recibido una serie de denuncias de personas que resultaron ser víctimas de sus "engaños".
Según los numerarios consignados a la investigación, el escurridizo anciano elegía sus víctimas, las seguía muy precavido junto a un cómplice. De pronto su "compañero" se ponía delante de su "presa", la empujaba y dejaba caer entre sus prendas una bolsa de tela, cuidadosamente sujetada con un cordón, sobresaliendo un supuesto fajo de billetes.
En el momento que el transeúnte se percató del fajo de billetes en el piso, entra en acción el timador, conocido vulgarmente como "Ultratumba", quien se le acerca y le pide insistentemente que compartan el "botín" hallado.
El supuesto fajo de billetes está confeccionado por un billete de cien pesos falso doblado, y dentro de él, aproximadamente un centímetro de cartones apelmazados, simulando ser una fajo de billetes, sostenidos por una gomilla.
Según la denuncia de los damnificados, Ultratumba "les dice que no tiene tiempo y no quiere tener problemas con la Policía, que la otra persona se lleve el dinero, pero que le dé algo de su dinero" y se quede con la misteriosa "bolsita", conocida vulgarmente en el ambiente delictual como "bota".
"Ultratumba" fue detenido junto a su cómplice, gracias a un arduo trabajo investigativo a cargo de la División de Robos y Hurtos, quienes creen que el hombre de 75 años, lleva mucho tiempo dedicándose a engañar a los transeúntes.