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Aumentan los controles por el tráfico de personas

Martes, 01 de septiembre de 2015 00:00
<div>INMIGRANTES / JUNTO A SUS HIJOS, UN IRANÍ ESPERA EL TREN QUE LO LLEVARÁ A AUSTRIA, PASO PREVIO EN SU CAMINO A ALEMANIA.</div><div>
Austria aumentó ayer los controles cerca de la frontera para luchar contra el tráfico de personas, provocando largas filas en las carreteras, en un momento en que Europa se muestra dividida sobre cómo gestionar la crisis por la llegada de miles de inmigrantes y refugiados.
Las autoridades austríacas han reforzado los controles de seguridad desde que la semana pasada encontraron un camión abandonado con 71 migrantes muertos a bordo, cerca de la frontera con Hungría.
Desde el domingo, más de 200 migrantes han sido recogidos y cinco personas han sido arrestadas acusadas de tráfico de personas. En tanto, la policía detuvo dos trenes donde viajaban cientos de migrantes, la mayoría de ellos procedentes de Siria, que habían salido de Hungría, pese a que no contaban con un visado.
En el estado de Alta Austria, 93 supuestos traficantes han sido detenidos este año, pero las autoridades estiman que la mayoría ha logrado escapar. Según las reglas que rigen el asilo en la Unión Europea, los refugiados deben registrarse en el primer país de llegada, pero Hungría esgrime que no puede hacer frente al flujo de migrantes.
Europa es escenario del mayor movimiento migratorio registrado en el continente desde la Segunda Guerra Mundial. Unas 300.000 personas llegaron a territorio europeo este año, en su mayoría procedentes de países en guerra, como Siria.
La mayoría huye de la guerra y de la persecución en Medio Oriente y en África y se estima que este año 2.500 personas han muerto intentado cruzar el Mediterráneo.
Esta situación ha provocado tensiones en las relaciones entre los países europeos que, exhortados por Bruselas a respetar sus "valores de humanidad", mostraban ayer sus divisiones acerca de la crisis.
Se trata de una "crisis mundial" que "requiere una respuesta conjunta europea", indicó ayer el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, y agregó que las cifras de inmigrantes son asumibles para "un conjunto de 500 millones de habitantes".
El comisario hizo el anuncio en una conferencia de prensa junto con el primer ministro francés Manuel Valls, con quien visitaba Calais, ciudad del norte de Francia, en la que se encuentran bloqueados miles de inmigrantes que desean instalarse en el Reino Unido. "No expulsaremos nunca a quienes necesitan protección", recalcó Timmermans, quien anunció la Unión Europea dará a Francia una ayuda de 5 millones de euros para hacer frente a la situación de los inmigrantes en Calais.

Debates internos en Unión Europea
La mayoría de los migrantes llega a Italia y a Grecia y desde allí intenta avanzar hacia los países ricos del norte de Europa.
Alemania, que recibirá 800.000 solicitantes de asilo en 2015, es decir cuatro veces más que en 2014 y más que cualquier otro país de la Unión Europea (UE), reclama un mejor reparto de los refugiados entre los países europeos que se muestran divididos sobre la cuestión.
La Comisión Europea desea también repartir a los solicitantes de asilo entre los países miembros para aliviar a los países de llegada. Ese reparto, sobre una base voluntaria, es frenado por la negativa de varios países, entre ellos Austria, Hungría, Eslovaquia y Eslovenia.
En los próximos días, los primer ministros de Hungría, Polonia, Eslovaquia y República Checa se reunirán en Praga para abordar el tema en una cumbre.
Entre tanto, en la "ruta de los Balcanes", miles de personas, principalmente procedentes de Siria, Irak y Afganistán, siguen tratando de llegar a pie, en autobuses o en trenes.
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Austria aumentó ayer los controles cerca de la frontera para luchar contra el tráfico de personas, provocando largas filas en las carreteras, en un momento en que Europa se muestra dividida sobre cómo gestionar la crisis por la llegada de miles de inmigrantes y refugiados.
Las autoridades austríacas han reforzado los controles de seguridad desde que la semana pasada encontraron un camión abandonado con 71 migrantes muertos a bordo, cerca de la frontera con Hungría.
Desde el domingo, más de 200 migrantes han sido recogidos y cinco personas han sido arrestadas acusadas de tráfico de personas. En tanto, la policía detuvo dos trenes donde viajaban cientos de migrantes, la mayoría de ellos procedentes de Siria, que habían salido de Hungría, pese a que no contaban con un visado.
En el estado de Alta Austria, 93 supuestos traficantes han sido detenidos este año, pero las autoridades estiman que la mayoría ha logrado escapar. Según las reglas que rigen el asilo en la Unión Europea, los refugiados deben registrarse en el primer país de llegada, pero Hungría esgrime que no puede hacer frente al flujo de migrantes.
Europa es escenario del mayor movimiento migratorio registrado en el continente desde la Segunda Guerra Mundial. Unas 300.000 personas llegaron a territorio europeo este año, en su mayoría procedentes de países en guerra, como Siria.
La mayoría huye de la guerra y de la persecución en Medio Oriente y en África y se estima que este año 2.500 personas han muerto intentado cruzar el Mediterráneo.
Esta situación ha provocado tensiones en las relaciones entre los países europeos que, exhortados por Bruselas a respetar sus "valores de humanidad", mostraban ayer sus divisiones acerca de la crisis.
Se trata de una "crisis mundial" que "requiere una respuesta conjunta europea", indicó ayer el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, y agregó que las cifras de inmigrantes son asumibles para "un conjunto de 500 millones de habitantes".
El comisario hizo el anuncio en una conferencia de prensa junto con el primer ministro francés Manuel Valls, con quien visitaba Calais, ciudad del norte de Francia, en la que se encuentran bloqueados miles de inmigrantes que desean instalarse en el Reino Unido. "No expulsaremos nunca a quienes necesitan protección", recalcó Timmermans, quien anunció la Unión Europea dará a Francia una ayuda de 5 millones de euros para hacer frente a la situación de los inmigrantes en Calais.

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La mayoría de los migrantes llega a Italia y a Grecia y desde allí intenta avanzar hacia los países ricos del norte de Europa.
Alemania, que recibirá 800.000 solicitantes de asilo en 2015, es decir cuatro veces más que en 2014 y más que cualquier otro país de la Unión Europea (UE), reclama un mejor reparto de los refugiados entre los países europeos que se muestran divididos sobre la cuestión.
La Comisión Europea desea también repartir a los solicitantes de asilo entre los países miembros para aliviar a los países de llegada. Ese reparto, sobre una base voluntaria, es frenado por la negativa de varios países, entre ellos Austria, Hungría, Eslovaquia y Eslovenia.
En los próximos días, los primer ministros de Hungría, Polonia, Eslovaquia y República Checa se reunirán en Praga para abordar el tema en una cumbre.
Entre tanto, en la "ruta de los Balcanes", miles de personas, principalmente procedentes de Siria, Irak y Afganistán, siguen tratando de llegar a pie, en autobuses o en trenes.

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