Villa Cura Brochero, localidad de la zona cordobesa de Traslasierra, celebraba ayer la resolución de la junta médica del Vaticano que afirma que "no hay explicación científica" al segundo milagro atribuido al denominado "Cura Gaucho", que cumplió allí su tarea pastoral en el siglo XIX.
La determinación del Vaticano marca un importante avance en el proceso de canonización de José Gabriel Brochero, y los integrantes de la comunidad ya se preparan para vivir su definitiva santificación, y recibir también a gran cantidad de visitantes.
Como ocurrió el 14 de septiembre de 2013, cuando el cura fue declarado beato, una multitud de fieles aguardaba desde la madrugada, en esa localidad ubicada a 130 kilómetros de la ciudad de Córdoba, la buena nueva por parte del Tribunal Eclesiástico. La vigilia tuvo su recompensa cuando desde Roma el obispo de la ciudad cordobesa de Cruz del Eje, monseñor Santiago Olivera, dijo: "Los médicos del Vaticano acaban de confirmar que el milagro que se investiga, realizado por Brochero, supera la ciencia médica".
En declaraciones a radios locales, monseñor Olivera se manifestó "muy emocionado", y dijo que espera que el cura gaucho pueda ser declarado santo en 2016.
"A mí me gustaría canonizarlo mañana, pero hay mucho trabajo posterior" para llegar a esa conclusión, y "ahora (el proceso) pasa a los teólogos" explicó el religioso.
Por su parte, el intendente de la Villa, Gustavo Pedernera, resaltó que en esa población, la noticia se recibió "con mucha alegría, emocionados. Fue una cosa muy hermosa ver a la gente de madrugada en el santuario, yendo, viniendo, rezando, con un santuario colmado". Destacó el gobernante que ahora "vamos a tener por delante un año con mucho trabajo de organización, junto con las fuerzas vivas del pueblo, con los gobiernos, para organizar este gran evento, esperando hasta el año que viene, en que definitivamente (Brochero) sea santo".
Dijo que seguramente el domingo "habrá algún festejo, como fue en el año de la beatificación", con "un gran almuerzo que vamos a hacer entre todos con la Iglesia y todas las instituciones en el salón del peregrino para festejar esta noticia".
La curación de Camila
El caso de la niña gravemente herida que recuperó su salud y ayer fue considerado "sin explicación científica" y atribuido a un milagro del cura Brochero en el proceso de su canonización, ocurrió en octubre de 2013 cuando Camila Brusotti, que entonces tenía 9 años, ingresó a un sanatorio de San Juan con múltiples lesiones, que después se comprobó habían sido producto de una golpiza.
En aquel momento la madre de la niña aseguró que sus heridas fueron provocadas por la caída de un caballo, pero los profesionales hicieron la denuncia por violencia familiar.
La brutal golpiza que recibió la nena le valió estar en grave estado y al borde de la muerte por dos meses, hasta que por un hecho que no pudo ser explicado científicamente, inició "una recuperación meteórica a principios de enero de 2014", y apenas tres meses después del ataque, comenzó a caminar sola, hablar con fluidez e interactuar nuevamente con su familia.
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Villa Cura Brochero, localidad de la zona cordobesa de Traslasierra, celebraba ayer la resolución de la junta médica del Vaticano que afirma que "no hay explicación científica" al segundo milagro atribuido al denominado "Cura Gaucho", que cumplió allí su tarea pastoral en el siglo XIX.
La determinación del Vaticano marca un importante avance en el proceso de canonización de José Gabriel Brochero, y los integrantes de la comunidad ya se preparan para vivir su definitiva santificación, y recibir también a gran cantidad de visitantes.
Como ocurrió el 14 de septiembre de 2013, cuando el cura fue declarado beato, una multitud de fieles aguardaba desde la madrugada, en esa localidad ubicada a 130 kilómetros de la ciudad de Córdoba, la buena nueva por parte del Tribunal Eclesiástico. La vigilia tuvo su recompensa cuando desde Roma el obispo de la ciudad cordobesa de Cruz del Eje, monseñor Santiago Olivera, dijo: "Los médicos del Vaticano acaban de confirmar que el milagro que se investiga, realizado por Brochero, supera la ciencia médica".
En declaraciones a radios locales, monseñor Olivera se manifestó "muy emocionado", y dijo que espera que el cura gaucho pueda ser declarado santo en 2016.
"A mí me gustaría canonizarlo mañana, pero hay mucho trabajo posterior" para llegar a esa conclusión, y "ahora (el proceso) pasa a los teólogos" explicó el religioso.
Por su parte, el intendente de la Villa, Gustavo Pedernera, resaltó que en esa población, la noticia se recibió "con mucha alegría, emocionados. Fue una cosa muy hermosa ver a la gente de madrugada en el santuario, yendo, viniendo, rezando, con un santuario colmado". Destacó el gobernante que ahora "vamos a tener por delante un año con mucho trabajo de organización, junto con las fuerzas vivas del pueblo, con los gobiernos, para organizar este gran evento, esperando hasta el año que viene, en que definitivamente (Brochero) sea santo".
Dijo que seguramente el domingo "habrá algún festejo, como fue en el año de la beatificación", con "un gran almuerzo que vamos a hacer entre todos con la Iglesia y todas las instituciones en el salón del peregrino para festejar esta noticia".
La curación de Camila
El caso de la niña gravemente herida que recuperó su salud y ayer fue considerado "sin explicación científica" y atribuido a un milagro del cura Brochero en el proceso de su canonización, ocurrió en octubre de 2013 cuando Camila Brusotti, que entonces tenía 9 años, ingresó a un sanatorio de San Juan con múltiples lesiones, que después se comprobó habían sido producto de una golpiza.
En aquel momento la madre de la niña aseguró que sus heridas fueron provocadas por la caída de un caballo, pero los profesionales hicieron la denuncia por violencia familiar.
La brutal golpiza que recibió la nena le valió estar en grave estado y al borde de la muerte por dos meses, hasta que por un hecho que no pudo ser explicado científicamente, inició "una recuperación meteórica a principios de enero de 2014", y apenas tres meses después del ataque, comenzó a caminar sola, hablar con fluidez e interactuar nuevamente con su familia.