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17 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Felipe Rivera: Música andina en las fronteras

Martes, 15 de septiembre de 2015 01:00
<p>RADEK SANCHEZ/ INVESTIGADOR Y RECOPILADOR DE LA VIDA Y OBRA DE FELIPE RIVERA</p>

En cuanto Radek Sánchez nos empieza a hablar del tema, aquel que era sólo un nombre sin mayor significado comienza a cobrar interés. Será, en parte, por la pasión que nos contagia su autor, pero también porque la figura de Rivera tiene todos los condimentos para seducir al lector.

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En cuanto Radek Sánchez nos empieza a hablar del tema, aquel que era sólo un nombre sin mayor significado comienza a cobrar interés. Será, en parte, por la pasión que nos contagia su autor, pero también porque la figura de Rivera tiene todos los condimentos para seducir al lector.

Entre varios cientos de dvd, estantes con libros entre los que podemos ver el catálogo de una vieja compañía discográfica, un cuaderno de papel reciclado en el que figuran fechas de comienzos del siglo pasado y apuntes, Radek nos lo cuenta con un habla que busca ser precisa sin ser pretenciosa, y que nos da a entender que hubiera podido escribir una novela antes que un texto que, nos asegura, tiene mucho de biografía.

Algunas familias guardaban los viejos discos de pasta grabados por Rivera, y Radek Sánchez los fue pasando a formato digital. Esto pudo hacerlo gracias al apoyo de la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, dependiente del Ministerio de Cultura, y la UBA, y así digitalizó ciento veinte canciones.

Entre 1931 y 1943, Felipe Rivera grabó alrededor de trescientos cincuenta temas. Tengamos en cuenta que Gardel, que es un caso excepcional, realizó cerca de mil grabaciones, y esto nos da una idea de la dimensión de Rivera, un músico nacido en Suipacha en 1896, que en 1929 se instala en La Quiaca.

De origen humilde, trabajó como joyero, orfebre y grabador, hizo sellos de goma artesanales, y estuvo muy interesado en el teatro y la danza. Al escuchar sus grabaciones podemos apreciar esta pasión dramática en algunos de los diálogos que dan pie a las canciones. En 1930 abre un negocio de ramos generales, Casa Rivera, donde vende victrolas y discos de la empresa RCA Víctor.

Así ve que "junto al tango y al foxtrot está toda la cosa nativista, y entonces se anima a viajar a Buenos Aires para grabar con uno de sus conjuntos". Es la Orquesta Típica La Quiaqueña, con la que ya se presentaba en los carnavales, y estaba compuesta por un armonio, dos guitarras, charangos, quenas, verdulera, mandolín y cantantes.

En la discográfica comienzan por rechazarlo, pero insiste, se sentaba cada mañana en la recepción de la empresa para que lo vean hasta que ceden y le dejan grabar seis canciones. "De ahí en más, hasta 1943, hace siete viajes llevando su orquesta para también tocar en las radios."

La mayor parte de sus grabaciones son recopilaciones de temas populares, sobre todo del occidente boliviano, aunque también incorpora taquiraris y temas jujeños. Entre esas grabaciones estaba la aún popular "Sirvan chicha, sirvan vino, tengo ganas de macharme", que sigue sonando en nuestras fiestas, llevaba el título de la "Mamalita" y tiene este estribillo en la segunda estrofa.

Cerca de treinta de esos temas son del propio Rivera, y nos dice Sánchez que "yo lo reivindico porque no se adjudicaba lo que no era suyo, como tantos otros hacían registrando como suyos temas anónimos. Y hay que pensar que haber grabado en Buenos Aires trescientos cincuenta temas de música andina, era porque para ello debía haber un mercado importante."

Los años ´30 llevaron una importante migración provinciana a la ciudad, así como de bolivianos hacia Argentina. Muchos de ellos eran comerciantes, otros tenían oficios como el de sastre, y una gran cantidad estaban vinculados a la zafra. "Hilda, una de las hijas de Felipe Rivera, recuerda que al tomar el tren de regreso a sus tierras, muchos pasaban por Casa Rivera para comprar victrolas y discos."

Cada disco costaba un dólar y se editaba una tirada de seiscientos, "pero Rivera fallece a los 50 años en 1946, cuando estaba por grabar ciento cuarenta temas nuevos. Había pasado a ser artista exclusivo de RCA Víctor y estaba en su mejor momento, sin llegar a vivir el tiempo en que cambia la tecnología al vinilo."

Eso le impidió que su música influyera más a nivel popular, "su nombre pasa al olvido, pero su música no. Dejan de usarse las victrolas, pero sus canciones se transmiten oralmente. Rivera inaugura el camino hacia las grabaciones de músicos bolivianos y jujeños que siguen sus pasos. Fue el primero en hacer grabar una banda de sikus en estudio, en 1943, así como la primer anateada en 1938, cosa que impresionó mucho en Buenos Aires.

El libro tiene el formato de la caja de CD, e incluye el disco en que selecciona veinticinco de sus grabaciones. La presentación en Tilcara, el jueves a las 17.30, contará con una charla previa de Ricardo Foster, "Los debates sobre el Pensamiento Nacional", de la que participarán autoridades de la Universidad de Buenos Aires y familiares de Felipe Rivera. Y el viernes se presentará a las 18 en el Hotel de Turismo de La Quiaca, en ambas ocasiones con la participación musical de la Orquesta Típica Jujeña formada por Daniel Vedia, Daniel Quiroga, Cecilia Palacios, Ricardo Maurín, Luis Escalera, Elio Gutiérrez, Juan Muñoz y Carlos Escalera, interpretando música de Rivera.