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Talibanes asaltaron una cárcel y liberaron a más de 400 presos

Martes, 15 de septiembre de 2015 01:30
Un grupo de insurgentes talibanes asaltó en la madrugada de ayer la prisión central de la provincia afgana de Ghazni, en el sur del país, y liberó a más de 400 reclusos antes de atacar a las fuerzas militares que acudieron al lugar.
Al menos siete insurgentes y cuatro miembros de las fuerzas de seguridad de la prisión murieron en el ataque a la cárcel.
El vicegobernador de la ciudad, Mohammed Ali Ahmadi, confirmó el número de reclusos fugados e informó que unos 80 ya fueron recapturados por las fuerzas de seguridad afganas, mientras más de 350 aún permanecen fugados, incluidos 150 talibanes. El asaltó ocurrió cuando los insurgentes detonaron un coche cargado de explosivos en la puerta principal de la penitenciaría, afirmó el portavoz del gobernador regional, Shafiq Nang.
Un responsable de las fuerzas de seguridad dijo que los atacantes, que iban armados con lanzagranadas y fusiles automáticos, llevaban uniformes de las fuerzas de seguridad afganas.
Los atacantes vestían uniformes de la fuerza de seguridad afgana y estaban armados con fusiles automáticos y lanzagranadas.
Tras la explosión, varios insurgentes lograron entrar en la prisión, donde se inició un enfrentamiento con los guardias que causó las víctimas, según la agencia EFE.
Los talibanes reivindicaron el ataque a través de su portavoz, Zabihullah Mujahid, que dijo en su cuenta de Twitter que en el asalto murieron “40 policías”.
Mujahid señaló también que murieron tres de los diez insurgentes que participaron en la operación, en la que lograron liberar a “más de 400 presos”.
Las carreteras hacia la prisión fueron minadas por los insurgentes para impedir la llegada de refuerzos, por lo que un vehículo del Ejército que acudía al lugar como refuerzo fue impactado por una fuerte explosión cuando intentaba llegar al lugar.
La prisión no tenía fuertes medidas de seguridad pues se consideraba que -al encontrarse tan cerca de Ghazni- sería fácil la llegada de ayuda en caso de emergencias.

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Un grupo de insurgentes talibanes asaltó en la madrugada de ayer la prisión central de la provincia afgana de Ghazni, en el sur del país, y liberó a más de 400 reclusos antes de atacar a las fuerzas militares que acudieron al lugar.
Al menos siete insurgentes y cuatro miembros de las fuerzas de seguridad de la prisión murieron en el ataque a la cárcel.
El vicegobernador de la ciudad, Mohammed Ali Ahmadi, confirmó el número de reclusos fugados e informó que unos 80 ya fueron recapturados por las fuerzas de seguridad afganas, mientras más de 350 aún permanecen fugados, incluidos 150 talibanes. El asaltó ocurrió cuando los insurgentes detonaron un coche cargado de explosivos en la puerta principal de la penitenciaría, afirmó el portavoz del gobernador regional, Shafiq Nang.
Un responsable de las fuerzas de seguridad dijo que los atacantes, que iban armados con lanzagranadas y fusiles automáticos, llevaban uniformes de las fuerzas de seguridad afganas.
Los atacantes vestían uniformes de la fuerza de seguridad afgana y estaban armados con fusiles automáticos y lanzagranadas.
Tras la explosión, varios insurgentes lograron entrar en la prisión, donde se inició un enfrentamiento con los guardias que causó las víctimas, según la agencia EFE.
Los talibanes reivindicaron el ataque a través de su portavoz, Zabihullah Mujahid, que dijo en su cuenta de Twitter que en el asalto murieron “40 policías”.
Mujahid señaló también que murieron tres de los diez insurgentes que participaron en la operación, en la que lograron liberar a “más de 400 presos”.
Las carreteras hacia la prisión fueron minadas por los insurgentes para impedir la llegada de refuerzos, por lo que un vehículo del Ejército que acudía al lugar como refuerzo fue impactado por una fuerte explosión cuando intentaba llegar al lugar.
La prisión no tenía fuertes medidas de seguridad pues se consideraba que -al encontrarse tan cerca de Ghazni- sería fácil la llegada de ayuda en caso de emergencias.

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