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14 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Renunció el jefe de Estado de Guatemala

Viernes, 04 de septiembre de 2015 01:30
El Congreso de Guatemala aceptó ayer de manera unánime la renuncia de Otto Pérez Molina, que presentó el ahora exmandatario en la víspera. Los 118 congresistas que se encontraban presentes en la sesión votaron a favor de la aceptación de la dimisión mientras que se registraron 40 legisladores ausentes en la sesión plenaria.
Acorralado por la justicia y la presión popular, el presidente de Guatemala, Otto Pérez, renunció para someterse a un proceso por cargos de corrupción y compareció ayer ante los tribunales, a sólo dos días de las elecciones generales.
Pérez presentó su renuncia en una carta que envió al Congreso a las 23.58 locales del miércoles y ayer en horas de la mañana acudió ante el juez del caso, Miguel Ángel Gálvez, a rendir declaración en el edificio de la Corte Suprema de Justicia.
"Estoy tranquilo y voy a enfrentar la situación con valentía, porque no he hecho las cosas mal", declaró Pérez a una radioemisora local, poco antes de ir a los tribunales, adonde llegó de traje negro, corbata roja y camisa a rayas. Se le veía sereno, pero demacrado.
Aunque presentó su dimisión recientemente, Pérez dijo haber tomado la decisión el martes cuando el Congreso, en una resolución histórica, le retiró la inmunidad para que enfrente a la justicia.
En su carta de renuncia, Pérez, un general retirado de 64 años experto en contrainsurgencia, sostiene que enfrentará "con la conciencia tranquila los procesos que correspondan". "En la situación actual y teniendo en cuenta por sobre todo el interés del Estado, me corresponde continuar con el debido proceso y por lo tanto presentarme ante la justicia y dirimir mi situación personal con la convicción de hacer lo correcto", subrayó.
Pocas horas antes de enviar la carta al Congreso, Gálvez había emitido una orden de captura en su contra por los delitos de asociación ilícita, caso especial de defraudación aduanera y cohecho.
Julia Barrera, vocera de la Fiscalía, explicó que cuando Pérez se presentara ante el juzgado el ente acusador iba a solicitar ligarlo al proceso judicial y dictarle prisión preventiva, una medida que si era aprobada de todas formas hubiera significado la destitución automática de sus funciones.
El vocero presidencial, Jorge Ortega, quien informó primero a la prensa de la dimisión, dijo que Pérez renunció para "mantener la institucionalidad del país" y "la figura de la presidencia alejada del proceso judicial". De esta manera, Pérez Molina dijo que "no confía en la justicia de Guatemala", que "está llegando con desventaja a los tribunales". A las afueras del edificio del tribunal de justicia la gente se empezaba a congregar con tambores y con pitos a la espera del mandatario.

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El Congreso de Guatemala aceptó ayer de manera unánime la renuncia de Otto Pérez Molina, que presentó el ahora exmandatario en la víspera. Los 118 congresistas que se encontraban presentes en la sesión votaron a favor de la aceptación de la dimisión mientras que se registraron 40 legisladores ausentes en la sesión plenaria.
Acorralado por la justicia y la presión popular, el presidente de Guatemala, Otto Pérez, renunció para someterse a un proceso por cargos de corrupción y compareció ayer ante los tribunales, a sólo dos días de las elecciones generales.
Pérez presentó su renuncia en una carta que envió al Congreso a las 23.58 locales del miércoles y ayer en horas de la mañana acudió ante el juez del caso, Miguel Ángel Gálvez, a rendir declaración en el edificio de la Corte Suprema de Justicia.
"Estoy tranquilo y voy a enfrentar la situación con valentía, porque no he hecho las cosas mal", declaró Pérez a una radioemisora local, poco antes de ir a los tribunales, adonde llegó de traje negro, corbata roja y camisa a rayas. Se le veía sereno, pero demacrado.
Aunque presentó su dimisión recientemente, Pérez dijo haber tomado la decisión el martes cuando el Congreso, en una resolución histórica, le retiró la inmunidad para que enfrente a la justicia.
En su carta de renuncia, Pérez, un general retirado de 64 años experto en contrainsurgencia, sostiene que enfrentará "con la conciencia tranquila los procesos que correspondan". "En la situación actual y teniendo en cuenta por sobre todo el interés del Estado, me corresponde continuar con el debido proceso y por lo tanto presentarme ante la justicia y dirimir mi situación personal con la convicción de hacer lo correcto", subrayó.
Pocas horas antes de enviar la carta al Congreso, Gálvez había emitido una orden de captura en su contra por los delitos de asociación ilícita, caso especial de defraudación aduanera y cohecho.
Julia Barrera, vocera de la Fiscalía, explicó que cuando Pérez se presentara ante el juzgado el ente acusador iba a solicitar ligarlo al proceso judicial y dictarle prisión preventiva, una medida que si era aprobada de todas formas hubiera significado la destitución automática de sus funciones.
El vocero presidencial, Jorge Ortega, quien informó primero a la prensa de la dimisión, dijo que Pérez renunció para "mantener la institucionalidad del país" y "la figura de la presidencia alejada del proceso judicial". De esta manera, Pérez Molina dijo que "no confía en la justicia de Guatemala", que "está llegando con desventaja a los tribunales". A las afueras del edificio del tribunal de justicia la gente se empezaba a congregar con tambores y con pitos a la espera del mandatario.