¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

11°
18 de Mayo,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Inicio de la recuperación

Martes, 08 de septiembre de 2015 01:30
IMPECABLE / DEFINICIÓN DE LUIS PERALTA EN EL PENAL QUE CONVIRTIÓ ANTE BOCA UNIDOS.
Después de diez partidos sin conocer la victoria, el triunfo sobre Boca Unidos de Corrientes tuvo diferentes sensaciones -alivio, desahogo, paz-, pero una sola conclusión: para poder pelear el ascenso, no hay que regalar más puntos hasta el final del torneo.
Gimnasia llegaba golpeado futbolísticamente y también por los problemas internos que salieron a luz a partir de las declaraciones de Marcelo Berza. Hasta se pudo observar una bandera en la tribuna Popular Norte que decía "jugadores: el aguante a los colores no se termina. La paciencia con ustedes, sí". Más claro imposible.
El técnico Gabriel Schürrer buscando encontrar el camino al triunfo utilizó un esquema táctico 4-3-1-2 con Mauricio Aubone de enganche y arriba la dupla de grandotes Pablo Bueno-Osvaldo Miranda arriba.
Sólo empató: En el cierre de la fecha, el líder Patronato igualó 0 a 0 con Ferro y no pudo estirar ventajas.
Tuvo un buen arranque, pero luego volvió a caer en los centros como única variante ofensiva. Error. Eso sí, está claro que la ansiedad también viene jugando en contra en este proceso. Sin embargo, el principal problema a solucionar pasa por llevar peligro con jugadas asociadas, donde obviamente los volantes deberán tener un mayor protagonismo. Ahora fue Aubone y antes el juvenil Agustín Sufi, pero la función de "enlace" se cumple a la perfección cuando los otros mediocampistas hablan el mismo idioma.
Por suerte, el domingo se pudo ver la mejor versión de Gabriel Solís, no tan solo marcando sino pasando reiteradas veces al ataque. El capitán "lobo", que viene de recuperarse de una grave lesión en el peroné y estar envuelto en un escándalo en un boliche bailable, volvió a ser el de antes y se llevó los aplausos.
También el "Flaco" Miranda mostró su mejor versión, complicando siempre y saliendo a buscar la pelota cuando no le llegó, algo clave en un centrodelantero. Aunque los goles llegaron sobre el cierre, Gimnasia aprobó el examen porque había merecido ir ganando desde la etapa inicial. Es momento de dar vuelta la página, de acomodar las cargas dentro del grupo con una profunda autocrítica y convencerse que se puede pelear bien alto en un certamen irregular y parejo.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Después de diez partidos sin conocer la victoria, el triunfo sobre Boca Unidos de Corrientes tuvo diferentes sensaciones -alivio, desahogo, paz-, pero una sola conclusión: para poder pelear el ascenso, no hay que regalar más puntos hasta el final del torneo.
Gimnasia llegaba golpeado futbolísticamente y también por los problemas internos que salieron a luz a partir de las declaraciones de Marcelo Berza. Hasta se pudo observar una bandera en la tribuna Popular Norte que decía "jugadores: el aguante a los colores no se termina. La paciencia con ustedes, sí". Más claro imposible.
El técnico Gabriel Schürrer buscando encontrar el camino al triunfo utilizó un esquema táctico 4-3-1-2 con Mauricio Aubone de enganche y arriba la dupla de grandotes Pablo Bueno-Osvaldo Miranda arriba.
Sólo empató: En el cierre de la fecha, el líder Patronato igualó 0 a 0 con Ferro y no pudo estirar ventajas.
Tuvo un buen arranque, pero luego volvió a caer en los centros como única variante ofensiva. Error. Eso sí, está claro que la ansiedad también viene jugando en contra en este proceso. Sin embargo, el principal problema a solucionar pasa por llevar peligro con jugadas asociadas, donde obviamente los volantes deberán tener un mayor protagonismo. Ahora fue Aubone y antes el juvenil Agustín Sufi, pero la función de "enlace" se cumple a la perfección cuando los otros mediocampistas hablan el mismo idioma.
Por suerte, el domingo se pudo ver la mejor versión de Gabriel Solís, no tan solo marcando sino pasando reiteradas veces al ataque. El capitán "lobo", que viene de recuperarse de una grave lesión en el peroné y estar envuelto en un escándalo en un boliche bailable, volvió a ser el de antes y se llevó los aplausos.
También el "Flaco" Miranda mostró su mejor versión, complicando siempre y saliendo a buscar la pelota cuando no le llegó, algo clave en un centrodelantero. Aunque los goles llegaron sobre el cierre, Gimnasia aprobó el examen porque había merecido ir ganando desde la etapa inicial. Es momento de dar vuelta la página, de acomodar las cargas dentro del grupo con una profunda autocrítica y convencerse que se puede pelear bien alto en un certamen irregular y parejo.

Temas de la nota