La séptima etapa del Rally Dakar, tuvo como característica principal la suspensión de la prueba para las motos y cuatriciclos debido a la intensa lluvia que se desato en la Puna jujeña y provoco además la crecida de ríos y arroyos. La mañana estuvo estupenda con sol radiante, donde centenares de quiaqueños se congregaron en el aeropuerto "Guillermo Snopek".
Al mediodía partió el primer piloto rumbo a Salta, entre ellos el crédito de esa provincia Kevin Benavides. La expectativa era enorme, de pronto el cielo pasó de celeste y blanco a gris plomo, la lluvia hizo que los presentes busquen refugio donde pudiesen. Mientras la competencia continuaba, varios pilotos comenzaron a retornar argumentando justamente la crecida de dos arroyos de la zona, Sansana y Tambo. El galpón del aeropuerto se transformó en refugio de público y pilotos, la temperatura descendió abruptamente hasta un grado. En ese lugar, sin pensarlo competidores y fanáticos estuvieron todos mezclados, fue en ese sitio que pasado el mediodía un vocero de la ASO informó a los pilotos que la etapa se suspendía y debían dirigirse al Vivac de Salta por ruta nacional 9.
Afuera la lluvia continuaba y la carrera también, era el turno de los autos cuando el primero partió a las 14.10 en punto. Como arte de magia, las nubes dieron paso al astro Rey y la gente comenzó a regresar para disfrutar de la partida de autos y camiones, claro no en la misma cantidad que durante la salida del ocaso.
En su segundo paso por La Quiaca, miles de espectadores dijeron presentes para despedir a los pilotos de todas las categorías.
Las miradas estuvieron puestas en los participantes más conocidos como el máximo ganador de la historia del Dakar, el francés Stéphane Peterhansel, el Príncipe Nasser Al-Attiyah, Roby Gordon, Sebastian Loeb, Orly Terranova entre otros, mientras aguardaban para partir amablemente se acercaron hasta la gente para tomarse una fotografía o firmar autógrafos, devolviendo de alguna manera todo el afecto brindado quizás en la última competencia de Sudamérica.
A las 16 en punto el holandés Gerard Deroy arribó hasta el punto de partida, siendo el primero en su categoría en salir rumbo a Salta, minutos más tarde el resto de los "elefantes del desierto" presurosamente se alistaron para abandonar nuestra provincia, que nuevamente estuvo a la altura de tan exigente competencia internacional, mostrando sus maravillosos y cautivantes paisajes.
Joan Barreda Bort, el español que corre en motos dijo: "Nos encontramos con mucha lluvia y barro, fue un día duro con bastante frío al retornar hacia Argentina. Así son las cosas del Dakar, se sufre, nadie dijo que era fácil ahora a descansar y recuperar energías para la segunda semana de competencia", tras recibir el anuncio de la suspensión de la etapa de ayer.
Patronelli y El Tribuno
En dialogo con El Tribuno de Jujuy, Marcos Patronelli, hizo especial énfasis en la lluvia y la baja temperatura reinante en la zona.
Además añadió: “no recuerdo haya llovido tanto desde el 2010, venía haciendo una etapa linda hasta que pinché una cubierta y perdí la mochila que llevo. La lluvia nos viene castigando mucho en este Dakar”, opinó.
Feliz, posó con la bandera de nuestro matutino, el piloto nacido en Buenos Aires antes de partir dijo: “saludos para La Quiaca, aguante Argentina, me trataron muy bien y por eso estoy muy agradecido”, finalizó el escolta del líder de los cuatriciclos.
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La séptima etapa del Rally Dakar, tuvo como característica principal la suspensión de la prueba para las motos y cuatriciclos debido a la intensa lluvia que se desato en la Puna jujeña y provoco además la crecida de ríos y arroyos. La mañana estuvo estupenda con sol radiante, donde centenares de quiaqueños se congregaron en el aeropuerto "Guillermo Snopek".
Al mediodía partió el primer piloto rumbo a Salta, entre ellos el crédito de esa provincia Kevin Benavides. La expectativa era enorme, de pronto el cielo pasó de celeste y blanco a gris plomo, la lluvia hizo que los presentes busquen refugio donde pudiesen. Mientras la competencia continuaba, varios pilotos comenzaron a retornar argumentando justamente la crecida de dos arroyos de la zona, Sansana y Tambo. El galpón del aeropuerto se transformó en refugio de público y pilotos, la temperatura descendió abruptamente hasta un grado. En ese lugar, sin pensarlo competidores y fanáticos estuvieron todos mezclados, fue en ese sitio que pasado el mediodía un vocero de la ASO informó a los pilotos que la etapa se suspendía y debían dirigirse al Vivac de Salta por ruta nacional 9.
Afuera la lluvia continuaba y la carrera también, era el turno de los autos cuando el primero partió a las 14.10 en punto. Como arte de magia, las nubes dieron paso al astro Rey y la gente comenzó a regresar para disfrutar de la partida de autos y camiones, claro no en la misma cantidad que durante la salida del ocaso.
En su segundo paso por La Quiaca, miles de espectadores dijeron presentes para despedir a los pilotos de todas las categorías.
Las miradas estuvieron puestas en los participantes más conocidos como el máximo ganador de la historia del Dakar, el francés Stéphane Peterhansel, el Príncipe Nasser Al-Attiyah, Roby Gordon, Sebastian Loeb, Orly Terranova entre otros, mientras aguardaban para partir amablemente se acercaron hasta la gente para tomarse una fotografía o firmar autógrafos, devolviendo de alguna manera todo el afecto brindado quizás en la última competencia de Sudamérica.
A las 16 en punto el holandés Gerard Deroy arribó hasta el punto de partida, siendo el primero en su categoría en salir rumbo a Salta, minutos más tarde el resto de los "elefantes del desierto" presurosamente se alistaron para abandonar nuestra provincia, que nuevamente estuvo a la altura de tan exigente competencia internacional, mostrando sus maravillosos y cautivantes paisajes.
Joan Barreda Bort, el español que corre en motos dijo: "Nos encontramos con mucha lluvia y barro, fue un día duro con bastante frío al retornar hacia Argentina. Así son las cosas del Dakar, se sufre, nadie dijo que era fácil ahora a descansar y recuperar energías para la segunda semana de competencia", tras recibir el anuncio de la suspensión de la etapa de ayer.
Patronelli y El Tribuno
En dialogo con El Tribuno de Jujuy, Marcos Patronelli, hizo especial énfasis en la lluvia y la baja temperatura reinante en la zona.
Además añadió: “no recuerdo haya llovido tanto desde el 2010, venía haciendo una etapa linda hasta que pinché una cubierta y perdí la mochila que llevo. La lluvia nos viene castigando mucho en este Dakar”, opinó.
Feliz, posó con la bandera de nuestro matutino, el piloto nacido en Buenos Aires antes de partir dijo: “saludos para La Quiaca, aguante Argentina, me trataron muy bien y por eso estoy muy agradecido”, finalizó el escolta del líder de los cuatriciclos.