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Bowie marcó la segunda mitad del siglo XX

Martes, 12 de enero de 2016 01:30
PERSONALIDAD / LO QUE HAGO ES SENCILLO, SOLO QUE MIS ELECCIONES SON DIFERENTES DE LAS DE OTRAS PERSONAS, DIJO UNA VEZ.
David Bowie, la legendaria estrella del rock de 69 años, murió en Nueva York, víctima del cáncer.
Como anticipándose a este final, dejó su último legado, puesto que acababa de publicar un nuevo álbum la semana pasada, coincidiendo con su 69º cumpleaños. El destino quiso obviamente que el disco saliera a luz solo tres días antes de su muerte.
Su fallecimiento se anunció el domingo pasado hacia las 7.30, en los perfiles oficiales del artista en Facebook y Twitter. "David Bowie ha muerto en paz hoy rodeado de su familia, después de una valiente lucha de 18 meses contra el cáncer", y pidió respeto y discreción.
La noticia fue confirmada poco después, también en Twitter, por su hijo, el director de cine Duncan Jones. "Lamento mucho y me entristece decir que es verdad", ha escrito. El representante del artista confirmó también la noticia, según citan diversos medios británicos. El primer ministro británico, David Cameron, también lamentó la "enorme pérdida" de un "maestro de la reinvención". "Crecí escuchando y viendo al genio del pop David Bowie", escribió en Twitter.
El shock por la muerte del artista londinense, que ha influenciado como pocos la música y la estética durante 50 años, es sobre todo porque su enfermedad no había trascendido.
Bowie fue un artista en permanente revolución. Desafió todas las convenciones en la música, la moda y hasta la sexualidad. Fue más que la voz de una generación. Su imaginación y su talento marcaron la segunda mitad del siglo XX. "Lo que hago es muy sencillo, es solo que mis elecciones son muy diferentes de las de otras personas", dijo en una ocasión.
Su último disco
Sorprendente hasta el final, David Bowie se despidió con "Blackstar", un álbum sombrío que experimenta con el jazz, publicado a los 69 años dos días antes de su muerte.
Hace tres años, Bowie ya había elegido la fecha de su cumpleaños para romper una sequía musical de casi una década con la canción "Where Are We Now?", un tema melancólico con referencias a su etapa berlinesa.
Dos meses más tarde, un nuevo álbum con acentos de rock y melodías accesibles, "The Next Day", confirmaba el regreso del influyente artista, silencioso desde hacía años pero celebrado en una gran exposición itinerante que recibió más de un millón de visitantes en varias ciudades.
Canción para una serie de televisión, comedia musical, apariciones estelares como en el último álbum de "The Arcade Fire", parecía no querer parar, como en sus venturosos años 1970 en los que multiplicaba los disfraces y los personajes, y dictaba las modas.
"Blackstar", que lleva en la tapa una enigmática estrella negra de cinco puntas, incurre en el jazz, con batería y saxo compartiendo protagonismo con la inconfundible voz de Bowie, a veces suave, otras más grave.
En su despedida, el artista estiró y desestructuró sus temas, que superan ampliamente el formato estándar de tres o cuatro minutos. Hay también resonancias con sus trabajos anteriores, como el clásico "Low" (1977) o "Black Tie White Noise" (1993) que habían relanzado a Bowie después de unos años 1980 difíciles.
Ecos del pasado
Con "Blackstar", la idea no era tanto hacer un disco de jazz como "grabar un álbum de David Bowie con músicos de jazz que no tocaran necesariamente jazz", explicó recientemente a la radio pública estadounidense NPR Tony Visconti, el productor de Bowie.
@Normal:"Hubo en su grupo un jazzman importante durante una o dos décadas, Mike Garson, un pianista de jazz muy talentoso. Por tanto siempre hubo una pizca de jazz en algunas de sus producciones anteriores", subrayó.
"Partió de una o dos canciones para llegar a varios temas y luego a un proyecto de álbum completo", dijo por su parte el saxofonista estadounidense Donny McCaslin, cuyo instrumento está omnipresente en este disco en el que participaron también el batería de jazz Mark Guiliana y el músico y productor James Murphy (ex LCD Soundsystem).
A finales de 2014, los temas "Sue (Or In A Season Of Crime)" y "'Tis A Pity She Was A Whore" anunciaron este giro hacia el jazz. Ambos figuran, en versiones rock-jazz, entre los siete que componen el álbum.
"Blackstar" acompaña los créditos de la serie de televisión policial francobritánica "The Last Panthers".
Este tema introductorio da el tono del disco con su letra sombría ("En el día de la ejecución/Sólo las mujeres se arrodillan y sonríen") y sus variadas referencias, que van del free jazz a los sonidos orientales pasando por aires de misa negra.
Flota así en la introducción de "Lazarus" un perfume de rock "cold wave" de los años 80, algunos ecos de hip hop en "Girl Loves Me" y una bella guitarra melódica en el título final, "I Can't Give You Everything" ("No puedo darte todo").
Algo de su vida
Su primer éxito fue "Space Oddity", el tema que daba título a su segundo disco, en 1969. "Hunky Dory" (1971) y "The Rise and Fall of Ziggy Stardust" and the "Spiders of Mars" (1972) cimentaron su leyenda global.
La segunda mitad de los setenta trajo la llamada trilogía de Berlín, sus discos con Brian Eno, inlcuido el inmortal Heroes (1977). En los ochenta abrazó el pop y bajó a la pista de baile, con éxitos como Let’s Dance (1983).
Con sus discos, sus apariciones cinematográficas y sus looks, David Bowie dejó una huella imborrable en la música y en la cultura popular del último medio siglo. Su verdadero nombre era David Robert Jones.

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David Bowie, la legendaria estrella del rock de 69 años, murió en Nueva York, víctima del cáncer.
Como anticipándose a este final, dejó su último legado, puesto que acababa de publicar un nuevo álbum la semana pasada, coincidiendo con su 69º cumpleaños. El destino quiso obviamente que el disco saliera a luz solo tres días antes de su muerte.
Su fallecimiento se anunció el domingo pasado hacia las 7.30, en los perfiles oficiales del artista en Facebook y Twitter. "David Bowie ha muerto en paz hoy rodeado de su familia, después de una valiente lucha de 18 meses contra el cáncer", y pidió respeto y discreción.
La noticia fue confirmada poco después, también en Twitter, por su hijo, el director de cine Duncan Jones. "Lamento mucho y me entristece decir que es verdad", ha escrito. El representante del artista confirmó también la noticia, según citan diversos medios británicos. El primer ministro británico, David Cameron, también lamentó la "enorme pérdida" de un "maestro de la reinvención". "Crecí escuchando y viendo al genio del pop David Bowie", escribió en Twitter.
El shock por la muerte del artista londinense, que ha influenciado como pocos la música y la estética durante 50 años, es sobre todo porque su enfermedad no había trascendido.
Bowie fue un artista en permanente revolución. Desafió todas las convenciones en la música, la moda y hasta la sexualidad. Fue más que la voz de una generación. Su imaginación y su talento marcaron la segunda mitad del siglo XX. "Lo que hago es muy sencillo, es solo que mis elecciones son muy diferentes de las de otras personas", dijo en una ocasión.
Su último disco
Sorprendente hasta el final, David Bowie se despidió con "Blackstar", un álbum sombrío que experimenta con el jazz, publicado a los 69 años dos días antes de su muerte.
Hace tres años, Bowie ya había elegido la fecha de su cumpleaños para romper una sequía musical de casi una década con la canción "Where Are We Now?", un tema melancólico con referencias a su etapa berlinesa.
Dos meses más tarde, un nuevo álbum con acentos de rock y melodías accesibles, "The Next Day", confirmaba el regreso del influyente artista, silencioso desde hacía años pero celebrado en una gran exposición itinerante que recibió más de un millón de visitantes en varias ciudades.
Canción para una serie de televisión, comedia musical, apariciones estelares como en el último álbum de "The Arcade Fire", parecía no querer parar, como en sus venturosos años 1970 en los que multiplicaba los disfraces y los personajes, y dictaba las modas.
"Blackstar", que lleva en la tapa una enigmática estrella negra de cinco puntas, incurre en el jazz, con batería y saxo compartiendo protagonismo con la inconfundible voz de Bowie, a veces suave, otras más grave.
En su despedida, el artista estiró y desestructuró sus temas, que superan ampliamente el formato estándar de tres o cuatro minutos. Hay también resonancias con sus trabajos anteriores, como el clásico "Low" (1977) o "Black Tie White Noise" (1993) que habían relanzado a Bowie después de unos años 1980 difíciles.
Ecos del pasado
Con "Blackstar", la idea no era tanto hacer un disco de jazz como "grabar un álbum de David Bowie con músicos de jazz que no tocaran necesariamente jazz", explicó recientemente a la radio pública estadounidense NPR Tony Visconti, el productor de Bowie.
@Normal:"Hubo en su grupo un jazzman importante durante una o dos décadas, Mike Garson, un pianista de jazz muy talentoso. Por tanto siempre hubo una pizca de jazz en algunas de sus producciones anteriores", subrayó.
"Partió de una o dos canciones para llegar a varios temas y luego a un proyecto de álbum completo", dijo por su parte el saxofonista estadounidense Donny McCaslin, cuyo instrumento está omnipresente en este disco en el que participaron también el batería de jazz Mark Guiliana y el músico y productor James Murphy (ex LCD Soundsystem).
A finales de 2014, los temas "Sue (Or In A Season Of Crime)" y "'Tis A Pity She Was A Whore" anunciaron este giro hacia el jazz. Ambos figuran, en versiones rock-jazz, entre los siete que componen el álbum.
"Blackstar" acompaña los créditos de la serie de televisión policial francobritánica "The Last Panthers".
Este tema introductorio da el tono del disco con su letra sombría ("En el día de la ejecución/Sólo las mujeres se arrodillan y sonríen") y sus variadas referencias, que van del free jazz a los sonidos orientales pasando por aires de misa negra.
Flota así en la introducción de "Lazarus" un perfume de rock "cold wave" de los años 80, algunos ecos de hip hop en "Girl Loves Me" y una bella guitarra melódica en el título final, "I Can't Give You Everything" ("No puedo darte todo").
Algo de su vida
Su primer éxito fue "Space Oddity", el tema que daba título a su segundo disco, en 1969. "Hunky Dory" (1971) y "The Rise and Fall of Ziggy Stardust" and the "Spiders of Mars" (1972) cimentaron su leyenda global.
La segunda mitad de los setenta trajo la llamada trilogía de Berlín, sus discos con Brian Eno, inlcuido el inmortal Heroes (1977). En los ochenta abrazó el pop y bajó a la pista de baile, con éxitos como Let’s Dance (1983).
Con sus discos, sus apariciones cinematográficas y sus looks, David Bowie dejó una huella imborrable en la música y en la cultura popular del último medio siglo. Su verdadero nombre era David Robert Jones.

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