Nuestra provincia es dueña de una gran riqueza histórica- cultural y de una marcada religiosidad popular que se pone de manifiesto en las distintas festividades religiosas y se traduce en ancestrales rituales. Una de estas manifestaciones que evoca y celebra el nacimiento del Niñito Dios se vive en el tiempo navideño y año tras año, reúne a miles de adoradores y devotos bajo la hermosa consigna de adorar al Niño de Belén.
Familiares o comunitarios, los pesebres cobran vida con hermosas reliquias, antiquísimas imágenes de una belleza singular, guardadas celosamente por los dueños, servidores, o también llamados esclavos del Niño, quienes asumen de por vida la responsabilidad del armado y adoración.
Los promotores de la iniciativa aspiran a conservar y preservar el rico legado cultural religioso legado por Jesús Burgos.
Ahora Jujuy, merced a la ponderable iniciativa de los descendientes de doña Jesús Burgos, fundadora del pesebre Niño Manuelito, que se levanta altivo en el pintoresco lote Palos Blancos, ubicado en el departamento San Pedro, cuenta con un nuevo Museo, histórico, cultural y de la religiosidad popular, que quedó inaugurado en este tiempo navideño, en el marco del centenario de la aparición de la sagrada imagen del Niño Manuelito.
Una rústica habitación de la casa familiar, fue destinada y reacondicionada para resguardar y exhibir incalculables reliquias muchas de las cuales, fueron utilizadas en un tiempo que ya sumó en el calendario más de un siglo de existencia.
El gran día
El apacible paisaje del lote Palos Blancos, despertó ante la presencia de gran cantidad de gente, entre ellos, familiares de los residentes, devotos, integrantes de otros pesebres de la provincia y de la Banda de Música, que llegó a ponerle el toque festivo con sus acordes a la inolvidable jornada, en la que quedó oficialmente inaugurado y bendecido el Museo Niño Manuelito, cuyo corte de cinta estuvo a cargo de la nieta de doña Jesús y del padre Héctor Martínez, quien presidió la misa.
Gloria Fanola Burgos, nieta de la fundadora del pesebre, explicó que el principal objetivo de la creación del Museo es la conservación y preservación del rico legado cultural religioso dejado por doña Jesús Burgos.
"Cuando armábamos el pesebre, observamos que había numerosas cosas antiguas que no podían mostrarse ya en el nacimiento, porque el espacio era reducido. Mi abuela siempre preparaba algo nuevo para el Patrón y también recibía lo que los devotos traían como regalo o cumpliendo promesas. Por eso cuando se decidió festejar el centenario de la imagen del Niño Manuelito y los ochenta años de presencia aquí en Palo Blanco, decidimos abrir un museo para que todos puedan ver testimonios de la historia de esta antigua devoción" dijo Gloria.
Agregó que en el museo podrán encontrarse con una rica historia que habla de un maravilloso tiempo.
Paseo por el pasado
Quien pasea su mirada por el recinto puede observar ante todo, la gran dedicación y el gran sentido de veneración y de pertenencia de quienes sumaron sus manos para disponer las reliquias.
Fotografías de la época, vestiditos, cunitas, camitas, sillitas de paja, reposeritas de mimbre, coronitas, mantas, juguetes del Niñito, las primeras urnas y las valijas en las que transportaban todo lo necesario cuando la imagen salía del lote y cuando se levantaba el pesebre.
En otro sector, se exhiben las primeras andas, los bombos realizados artesanalmente con cuero y madera de la zona, el primer palo de adoración con las trenzas tejidas con lana de oveja y de llama, las vasijas de barro donde doña Jesús preparaba la chicha de maíz con la ayuda de sus comadres para recibir a los devotos, la cuchara de madera para el arrope, el matecito para servir la chicha, la lámpara petromax con la que se iluminaron muchas noches de adoración al Niñito Manuelito, la piedra moledora de maíz, la máquina frangollera, los estandartes alusivos, una radio antigua que fue fabricada por René Burgos, el primer disco de vinilo de villancicos, promesas metálicas diversas, estampitas de comunión y confirmación, recibos de misas pagadas, fotos antiguas de doña Jesús y sus hijos junto al Niñito, entre otros.
Finalmente, Gloria explicó que todavía quedan reliquias que no están expuestas y posiblemente van a tener que ampliar el espacio del Museo del Niño Manuelito, apuntando que desde su inauguración ha recibido muchísimas visitas que dejaron su rúbrica en uno de los tres libros de firmas que se hallan a la entrada del Museo.
Sin lugar a dudas, este nuevo museo jujeño, es una herencia compartida que debemos proteger entre todos.
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Nuestra provincia es dueña de una gran riqueza histórica- cultural y de una marcada religiosidad popular que se pone de manifiesto en las distintas festividades religiosas y se traduce en ancestrales rituales. Una de estas manifestaciones que evoca y celebra el nacimiento del Niñito Dios se vive en el tiempo navideño y año tras año, reúne a miles de adoradores y devotos bajo la hermosa consigna de adorar al Niño de Belén.
Familiares o comunitarios, los pesebres cobran vida con hermosas reliquias, antiquísimas imágenes de una belleza singular, guardadas celosamente por los dueños, servidores, o también llamados esclavos del Niño, quienes asumen de por vida la responsabilidad del armado y adoración.
Los promotores de la iniciativa aspiran a conservar y preservar el rico legado cultural religioso legado por Jesús Burgos.
Ahora Jujuy, merced a la ponderable iniciativa de los descendientes de doña Jesús Burgos, fundadora del pesebre Niño Manuelito, que se levanta altivo en el pintoresco lote Palos Blancos, ubicado en el departamento San Pedro, cuenta con un nuevo Museo, histórico, cultural y de la religiosidad popular, que quedó inaugurado en este tiempo navideño, en el marco del centenario de la aparición de la sagrada imagen del Niño Manuelito.
Una rústica habitación de la casa familiar, fue destinada y reacondicionada para resguardar y exhibir incalculables reliquias muchas de las cuales, fueron utilizadas en un tiempo que ya sumó en el calendario más de un siglo de existencia.
El gran día
El apacible paisaje del lote Palos Blancos, despertó ante la presencia de gran cantidad de gente, entre ellos, familiares de los residentes, devotos, integrantes de otros pesebres de la provincia y de la Banda de Música, que llegó a ponerle el toque festivo con sus acordes a la inolvidable jornada, en la que quedó oficialmente inaugurado y bendecido el Museo Niño Manuelito, cuyo corte de cinta estuvo a cargo de la nieta de doña Jesús y del padre Héctor Martínez, quien presidió la misa.
Gloria Fanola Burgos, nieta de la fundadora del pesebre, explicó que el principal objetivo de la creación del Museo es la conservación y preservación del rico legado cultural religioso dejado por doña Jesús Burgos.
"Cuando armábamos el pesebre, observamos que había numerosas cosas antiguas que no podían mostrarse ya en el nacimiento, porque el espacio era reducido. Mi abuela siempre preparaba algo nuevo para el Patrón y también recibía lo que los devotos traían como regalo o cumpliendo promesas. Por eso cuando se decidió festejar el centenario de la imagen del Niño Manuelito y los ochenta años de presencia aquí en Palo Blanco, decidimos abrir un museo para que todos puedan ver testimonios de la historia de esta antigua devoción" dijo Gloria.
Agregó que en el museo podrán encontrarse con una rica historia que habla de un maravilloso tiempo.
Paseo por el pasado
Quien pasea su mirada por el recinto puede observar ante todo, la gran dedicación y el gran sentido de veneración y de pertenencia de quienes sumaron sus manos para disponer las reliquias.
Fotografías de la época, vestiditos, cunitas, camitas, sillitas de paja, reposeritas de mimbre, coronitas, mantas, juguetes del Niñito, las primeras urnas y las valijas en las que transportaban todo lo necesario cuando la imagen salía del lote y cuando se levantaba el pesebre.
En otro sector, se exhiben las primeras andas, los bombos realizados artesanalmente con cuero y madera de la zona, el primer palo de adoración con las trenzas tejidas con lana de oveja y de llama, las vasijas de barro donde doña Jesús preparaba la chicha de maíz con la ayuda de sus comadres para recibir a los devotos, la cuchara de madera para el arrope, el matecito para servir la chicha, la lámpara petromax con la que se iluminaron muchas noches de adoración al Niñito Manuelito, la piedra moledora de maíz, la máquina frangollera, los estandartes alusivos, una radio antigua que fue fabricada por René Burgos, el primer disco de vinilo de villancicos, promesas metálicas diversas, estampitas de comunión y confirmación, recibos de misas pagadas, fotos antiguas de doña Jesús y sus hijos junto al Niñito, entre otros.
Finalmente, Gloria explicó que todavía quedan reliquias que no están expuestas y posiblemente van a tener que ampliar el espacio del Museo del Niño Manuelito, apuntando que desde su inauguración ha recibido muchísimas visitas que dejaron su rúbrica en uno de los tres libros de firmas que se hallan a la entrada del Museo.
Sin lugar a dudas, este nuevo museo jujeño, es una herencia compartida que debemos proteger entre todos.