PURMAMARCA (Corresponsal). Con mucha algarabía el pesebre "Niño Manuelito" de la localidad de Tumbaya celebró los 25 años de vida y de trayectoria en el pueblo manteniendo una de las tradiciones más importantes de la feligresía que en esta época se reúne para adorar al Niño Jesús recién nacido.
Actualmente el pesebre cuenta con más de 25 niños y jóvenes que todas las tardes se congregan en el barrio 15 Viviendas para danzar al ritmo de la quena, el bombo y el redoblante.
"Niño Manuelito" fue fundado el 27 de diciembre del año 1990 por las familias Vilte, Mamaní, Méndez y Toconás de Tumbaya que vieron la inquietud y la necesidad de formar un pesebre para los niños, fue uno de los primeros en el pueblo, ya que hoy existen cuatro.
Los niños lucen cada tarde una remera roja que los identifica como pesebre y con mucha devoción realizan "pasitos".
Corina Mamaní fue una de las personas que tuvo la iniciativa y con mucha emoción recuerda que por aquellos tiempos adoraban en la parroquia con música grabada en casettes, tiempo después introducen los instrumentos que hoy se conocen como el bombo, el redoblante y la quena.
"Ya pasaron algunas generaciones, hoy son padres y traen a sus niños, pero ellos también adoran, los grandes también porque no hay edad para adorar al Niño Dios. El día 27 de diciembre brindamos por las Bodas de Plata donde todos los vecinos del barrio nos colaboraron con algo, los niños recibieron golosinas y compartimos cosas dulces", expresó Mamaní.
Pequeña obra de arte
Por ser un año especial, el pesebre lució de otra manera y Daniel Toconás fue el encargado de realizar una pequeña obra de arte realizando el pesebre con la forma de la iglesia Nuestra Señora de los Dolores de Tumbaya. Con la ayuda de algunos vecinos lo armó el 18 de diciembre y desde ese día asisten cerca de las 19 hasta las 23 para adorar.
Los niños lucen cada tarde una remera de color rojo que los identifica como pesebre y con mucha devoción realizan "pasitos" y tienen su forma de danzar, como así también se caracterizan por cantar diversos villancicos, continuando de esta manera con una tradición que se mantiene firme desde hace 25 años y que seguramente continuará de generación en generación.
El próximo domingo, a las 15, participarán del encuentro de pesebres en la parroquia de Tumbaya.
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PURMAMARCA (Corresponsal). Con mucha algarabía el pesebre "Niño Manuelito" de la localidad de Tumbaya celebró los 25 años de vida y de trayectoria en el pueblo manteniendo una de las tradiciones más importantes de la feligresía que en esta época se reúne para adorar al Niño Jesús recién nacido.
Actualmente el pesebre cuenta con más de 25 niños y jóvenes que todas las tardes se congregan en el barrio 15 Viviendas para danzar al ritmo de la quena, el bombo y el redoblante.
"Niño Manuelito" fue fundado el 27 de diciembre del año 1990 por las familias Vilte, Mamaní, Méndez y Toconás de Tumbaya que vieron la inquietud y la necesidad de formar un pesebre para los niños, fue uno de los primeros en el pueblo, ya que hoy existen cuatro.
Los niños lucen cada tarde una remera roja que los identifica como pesebre y con mucha devoción realizan "pasitos".
Corina Mamaní fue una de las personas que tuvo la iniciativa y con mucha emoción recuerda que por aquellos tiempos adoraban en la parroquia con música grabada en casettes, tiempo después introducen los instrumentos que hoy se conocen como el bombo, el redoblante y la quena.
"Ya pasaron algunas generaciones, hoy son padres y traen a sus niños, pero ellos también adoran, los grandes también porque no hay edad para adorar al Niño Dios. El día 27 de diciembre brindamos por las Bodas de Plata donde todos los vecinos del barrio nos colaboraron con algo, los niños recibieron golosinas y compartimos cosas dulces", expresó Mamaní.
Pequeña obra de arte
Por ser un año especial, el pesebre lució de otra manera y Daniel Toconás fue el encargado de realizar una pequeña obra de arte realizando el pesebre con la forma de la iglesia Nuestra Señora de los Dolores de Tumbaya. Con la ayuda de algunos vecinos lo armó el 18 de diciembre y desde ese día asisten cerca de las 19 hasta las 23 para adorar.
Los niños lucen cada tarde una remera de color rojo que los identifica como pesebre y con mucha devoción realizan "pasitos" y tienen su forma de danzar, como así también se caracterizan por cantar diversos villancicos, continuando de esta manera con una tradición que se mantiene firme desde hace 25 años y que seguramente continuará de generación en generación.
El próximo domingo, a las 15, participarán del encuentro de pesebres en la parroquia de Tumbaya.