Si bien lo que distingue al pesebre son los pañuelos en color turquesa, la bisnieta de
Toribio Tolaba,
Geovana Crespo, explicó que el color no tiene un significado especial, sino que este uniforme es usado desde hace décadas atrás, cuando una señora amiga del pesebre se ofreció a confeccionar una misma prenda que los identifique como conjunto.
Además este año los músicos, niños y enseñadores portan una remera blanca con la inscripción
Pesebre Tolaba, 130 años", en honor al aniversario. Otro dato importante, es que también este mes, los músicos innovaron y bajo sus instrumentos colocaron luces de colores, de manera tal que, durante la misa Navideña, se apagaron las luces en la parroquia de Chijra y los músicos marcaron el sendero del niño Jesús en la parroquia con sus luces y villancicos.
El pesebre Tolaba fue declarado patrimonio cultural de la ciudad, y por este motivo llegan a él numerosos turistas y gente que desea conocer el nacimiento.
A pesar de que el número de niños en el pesebre es importante, Geovana Crespo destacó que años anteriores eran mucho más los pequeños y por eso cree que se está perdiendo la costumbre de adorar.
Si bien lo que distingue al pesebre son los pañuelos en color turquesa, la bisnieta de
Toribio Tolaba,
Geovana Crespo, explicó que el color no tiene un significado especial, sino que este uniforme es usado desde hace décadas atrás, cuando una señora amiga del pesebre se ofreció a confeccionar una misma prenda que los identifique como conjunto.
Además este año los músicos, niños y enseñadores portan una remera blanca con la inscripción
Pesebre Tolaba, 130 años", en honor al aniversario. Otro dato importante, es que también este mes, los músicos innovaron y bajo sus instrumentos colocaron luces de colores, de manera tal que, durante la misa Navideña, se apagaron las luces en la parroquia de Chijra y los músicos marcaron el sendero del niño Jesús en la parroquia con sus luces y villancicos.
El pesebre Tolaba fue declarado patrimonio cultural de la ciudad, y por este motivo llegan a él numerosos turistas y gente que desea conocer el nacimiento.
A pesar de que el número de niños en el pesebre es importante, Geovana Crespo destacó que años anteriores eran mucho más los pequeños y por eso cree que se está perdiendo la costumbre de adorar.