Un joven de 29 años y de nacionalidad peruana fue
acribillado a balazos cuando se encontraba cenando junto a una mujer en un bar del barrio porteño de
Balvanera, por un agresor que actuó a cara descubierta y que, tras atacar a tiros a su
víctima, huyó sin robar nada.
Fuentes policiales y judiciales dijeron a Télam que el hecho ocurrió ayer cerca de las dos de la madrugada en el bar "La Ale", ubicado en Anchorena 399, a metros de Valentín Gómez y a poco más de una cuadra del shopping Abasto.
Según las fuentes, todo ocurrió cuando la víctima, Diego Campos, un joven peruano de 29 años, ingresó al local junto a una mujer y se sentó en una mesa para cenar.
Según declaró la mujer que lo acompañaba y un encargado del bar, minutos después llegó un hombre que, sin mediar palabras, se paró frente a Campos y comenzó a disparar.
Un jefe policial que participa de la pesquisa aseguró que el joven "recibió entre ocho y diez balazos en su cuerpo que le provocaron la muerte en el acto". Además, explicó que el agresor no llevaba su rostro cubierto y que, tras efectuar los disparos, huyó del lugar sin robar nada".
Por eso, los pesquisas están convencidos que se trató de un típico caso de ajuste de cuentas.
Un familiar del hombre asesinado se presentó ante los investigadores y contó que días atrás Campos había sufrido otra agresión donde le realizaron unos diez disparos a su auto.
Un joven de 29 años y de nacionalidad peruana fue
acribillado a balazos cuando se encontraba cenando junto a una mujer en un bar del barrio porteño de
Balvanera, por un agresor que actuó a cara descubierta y que, tras atacar a tiros a su
víctima, huyó sin robar nada.
Fuentes policiales y judiciales dijeron a Télam que el hecho ocurrió ayer cerca de las dos de la madrugada en el bar "La Ale", ubicado en Anchorena 399, a metros de Valentín Gómez y a poco más de una cuadra del shopping Abasto.
Según las fuentes, todo ocurrió cuando la víctima, Diego Campos, un joven peruano de 29 años, ingresó al local junto a una mujer y se sentó en una mesa para cenar.
Según declaró la mujer que lo acompañaba y un encargado del bar, minutos después llegó un hombre que, sin mediar palabras, se paró frente a Campos y comenzó a disparar.
Un jefe policial que participa de la pesquisa aseguró que el joven "recibió entre ocho y diez balazos en su cuerpo que le provocaron la muerte en el acto". Además, explicó que el agresor no llevaba su rostro cubierto y que, tras efectuar los disparos, huyó del lugar sin robar nada".
Por eso, los pesquisas están convencidos que se trató de un típico caso de ajuste de cuentas.
Un familiar del hombre asesinado se presentó ante los investigadores y contó que días atrás Campos había sufrido otra agresión donde le realizaron unos diez disparos a su auto.