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Alepo sufre la peor crisis humanitaria jamás vista

Sabado, 01 de octubre de 2016 01:30
<div>TERROR / UN NIÑO HERIDO MIRA DESDE UN VEHÍCULO TRAS UN ATAQUE AÉREO.</div><div>
Casi 340 personas murieron y más de 840 resultaron heridas por los bombardeos de los últimos días en Alepo, en medio de una ofensiva sirio-rusa y del colapso sanitario en la norteña ciudad de Siria, informó ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS), que precisó que la tercera parte de las víctimas son niños.
"Hasta hace poco había ocho hospitales que funcionaban en Alepo, ninguno de ellos a su capacidad total, pero en los últimos días los dos hospitales más grandes fueron atacados deliberadamente, lo que ha reducido fuertemente la capacidad de los sanitarios", declaró el director de Emergencias de la OMS, Rick Brennam.
Agregó que ahora quedan "menos de treinta médicos" en el sector oriental de Alepo, quienes siguen atendiendo a las víctimas "a pesar del tremendo agotamiento físico y emocional que sufren... el trabajo que están haciendo va más allá del heroísmo".
La organización, que conoce en detalle la situación en el sector este de Alepo a través de personal médico que sigue trabajando y de ONG locales, señaló que desde la intensificación de los bombardeos en las últimas dos semanas 338 personas han muerto, incluyendo 106 menores.
También hubo 846 heridos, la tercera de ellos chicos, agregó Brennam, un día después de que la ONU afirmara que Alepo sufre la peor crisis humanitaria en cinco años y medio de guerra en Siria.
"Tenemos cuatro demandas: que se detengan los asesinatos, que paren los ataques contra centros sanitarios, que se permita la evacuación de los enfermos y heridos y que se deje entrar la ayuda", resumió Brennam.
Sostuvo que los médicos y el personal sanitario están atendiendo a los heridos sin el material mínimo requerido.
"Llevo trabajando 23 años en asistencia humanitaria, he estado en zonas de conflicto en cuatro continentes, pero raramente he visto condiciones tan graves como la del este de Alepo. Esto va más allá de lo imaginable", sostuvo el especialista.
El representante de la OMS dijo que hace poco se calculaba que había 135 camas disponibles en los ocho hospitales en el este de Alepo, pero los ataques contra los dos últimos hospitales han reducido drásticamente esa capacidad.
Brennam describió una situación en la que civiles y niños deben ser atendidos sobre el suelo, en medio de los corredores de los pocos hospitales que siguen funcionando.
"Cuatro niños han muerto en los últimos días porque la unidad de cuidados intensivos estaba llena", lamentó.
La OMS tiene posicionados desde hace semanas equipos y suministros médicos cerca de Alepo que son suficientes para atender a 140 mil personas, pero los combates no permiten transportarlos hasta la ciudad.
Asimismo, Brennem pidió que se permita evacuar a los enfermos más graves, quienes podrían ser conducidos a hospitales del norte de Siria, en la región próxima a Turquía, que han sido preparados para recibirlos.

Miles de muertos y refugiados
La OMS mantiene contactos con las autoridades sirias y rusas -que brindan apoyo militar a Damasco- para que le permitan cumplir con su misión y se detengan los ataques contra hospitales, de los que se ha reportado más de un centenar en todo Siria.
Ayer, el jefe humanitario de la ONU, Stephen O'Brien, en una intervención ante el Consejo de Seguridad, dijo que la parte oriental de Alepo, asediada por el Ejército sirio con el apoyo de Rusia, vive la peor "catástrofe humanitaria" desde el comienzo de la guerra en Siria, en marzo de 2011.
Se estima que unas 300 mil personas murieron y 12 millones quedaron como refugiados o desplazados desde que estalló el conflicto, luego de que el gobierno reprimiera fuertemente una ola de protestas contra el presidente Bashar Al Assad.
O'Brien instó a Estados Unidos y Rusia a seguir trabajando para declarar una tregua para paliar la situación en esa norteña ciudad siria.
Por su parte, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, afirmó el jueves tras un encuentro con el Papa Francisco que "cuando caen bombas por todas partes es difícil reanudar negociaciones".
"No se puede llegar a la paz en Siria pavimentando con bombas ese camino" dijo De Mistura.
El enviado de la ONU había afirmado, no obstante el pasado 22 de septiembre, que esperaba "en las próximas semanas" unas "negociaciones directas" entre las partes en Siria.
El Papa Francisco lamentó "no haber podido poner fin a tanto sufrimiento".

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Casi 340 personas murieron y más de 840 resultaron heridas por los bombardeos de los últimos días en Alepo, en medio de una ofensiva sirio-rusa y del colapso sanitario en la norteña ciudad de Siria, informó ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS), que precisó que la tercera parte de las víctimas son niños.
"Hasta hace poco había ocho hospitales que funcionaban en Alepo, ninguno de ellos a su capacidad total, pero en los últimos días los dos hospitales más grandes fueron atacados deliberadamente, lo que ha reducido fuertemente la capacidad de los sanitarios", declaró el director de Emergencias de la OMS, Rick Brennam.
Agregó que ahora quedan "menos de treinta médicos" en el sector oriental de Alepo, quienes siguen atendiendo a las víctimas "a pesar del tremendo agotamiento físico y emocional que sufren... el trabajo que están haciendo va más allá del heroísmo".
La organización, que conoce en detalle la situación en el sector este de Alepo a través de personal médico que sigue trabajando y de ONG locales, señaló que desde la intensificación de los bombardeos en las últimas dos semanas 338 personas han muerto, incluyendo 106 menores.
También hubo 846 heridos, la tercera de ellos chicos, agregó Brennam, un día después de que la ONU afirmara que Alepo sufre la peor crisis humanitaria en cinco años y medio de guerra en Siria.
"Tenemos cuatro demandas: que se detengan los asesinatos, que paren los ataques contra centros sanitarios, que se permita la evacuación de los enfermos y heridos y que se deje entrar la ayuda", resumió Brennam.
Sostuvo que los médicos y el personal sanitario están atendiendo a los heridos sin el material mínimo requerido.
"Llevo trabajando 23 años en asistencia humanitaria, he estado en zonas de conflicto en cuatro continentes, pero raramente he visto condiciones tan graves como la del este de Alepo. Esto va más allá de lo imaginable", sostuvo el especialista.
El representante de la OMS dijo que hace poco se calculaba que había 135 camas disponibles en los ocho hospitales en el este de Alepo, pero los ataques contra los dos últimos hospitales han reducido drásticamente esa capacidad.
Brennam describió una situación en la que civiles y niños deben ser atendidos sobre el suelo, en medio de los corredores de los pocos hospitales que siguen funcionando.
"Cuatro niños han muerto en los últimos días porque la unidad de cuidados intensivos estaba llena", lamentó.
La OMS tiene posicionados desde hace semanas equipos y suministros médicos cerca de Alepo que son suficientes para atender a 140 mil personas, pero los combates no permiten transportarlos hasta la ciudad.
Asimismo, Brennem pidió que se permita evacuar a los enfermos más graves, quienes podrían ser conducidos a hospitales del norte de Siria, en la región próxima a Turquía, que han sido preparados para recibirlos.

Miles de muertos y refugiados
La OMS mantiene contactos con las autoridades sirias y rusas -que brindan apoyo militar a Damasco- para que le permitan cumplir con su misión y se detengan los ataques contra hospitales, de los que se ha reportado más de un centenar en todo Siria.
Ayer, el jefe humanitario de la ONU, Stephen O'Brien, en una intervención ante el Consejo de Seguridad, dijo que la parte oriental de Alepo, asediada por el Ejército sirio con el apoyo de Rusia, vive la peor "catástrofe humanitaria" desde el comienzo de la guerra en Siria, en marzo de 2011.
Se estima que unas 300 mil personas murieron y 12 millones quedaron como refugiados o desplazados desde que estalló el conflicto, luego de que el gobierno reprimiera fuertemente una ola de protestas contra el presidente Bashar Al Assad.
O'Brien instó a Estados Unidos y Rusia a seguir trabajando para declarar una tregua para paliar la situación en esa norteña ciudad siria.
Por su parte, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, afirmó el jueves tras un encuentro con el Papa Francisco que "cuando caen bombas por todas partes es difícil reanudar negociaciones".
"No se puede llegar a la paz en Siria pavimentando con bombas ese camino" dijo De Mistura.
El enviado de la ONU había afirmado, no obstante el pasado 22 de septiembre, que esperaba "en las próximas semanas" unas "negociaciones directas" entre las partes en Siria.
El Papa Francisco lamentó "no haber podido poner fin a tanto sufrimiento".

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