Matthew, en tanto, perdió la categoría de huracán y pasó a ser un "ciclón pos-tropical" tras azotar la costa sureste de Estados Unidos con un saldo de al menos 17 muertos.
Pero la atención se concentra en Haití, el país más pobre de las Américas, que aún no se recupera del devastador terremoto de 2010 y que sufre una epidemia de cólera.
Matthew tocó tierra haitiana el martes como un monstruoso huracán categoría 4 en una escala de 5, con vientos de 230 km/h.
El sur, la zona afectada, tiene una población de 1,3 millones de habitantes, con una tasa de pobreza de entre 60 y 70%.
"No estamos lejos de contar con un millón de personas en urgente necesidad de asistencia humanitaria", dijo Mourad Wahba, el coordinador de la ONU para la ayuda.
Tomas aéreas de las zonas del sur del país más afectadas mostraban un paisaje devastador, de ranchos de lata derruidos, árboles arrancados de cuajo y riadas de lodo inundando el terreno.
Balance provisorio
La Protección Civil dio un balance oficial provisorio de 336 muertos, aunque esperan tener cifras precisas para el miércoles.
Otros funcionarios situaron en 400 los fallecidos.
El mandatario interino de Haití, Jocelerme Privert, declaró tres días de duelo nacional desde el domingo ante los estragos causados por el ciclón.
En Jérémie, la situación era desesperante, mientras que en la bahía de Abricots, a 17 km, los habitantes sólo tienen alimentos para 10 o 15 días, dijo David Millet, quien trabajó durante años para la ONG Agrónomos y Veterinarios Sin Fronteras.
En ciertas zonas del territorio hasta 80% de los cultivos fueron arrasados, por lo que se espera que la gente abandone las zonas rurales hacia las urbanas, empeorando la situación en los barrios marginales de ciudades como Puerto Príncipe.
Por tanto, Wahba dijo que la ayuda no solo debe llegar a las ciudades, si no también a las zonas rurales para que la gente permanezca en el lugar.
Las promesas de ayuda se multiplicaban. Estado Unidos anunció el envío del buque USS Mesa Verde con 300 efectivos especializados en emergencias médicas, asistencia y reconstrucción y tres helicópteros, que se sumarán a un personal de 250 y nueve helicópteros ya listos para desplegarse en Haití.
El sábado, una avión fletado por Estados Unidos llevó la primera parte de un paquete de ayuda de más de 480toneladas. Francia anunció el envío de 60 uniformados con 32 toneladas de ayuda humanitaria y equipo para purificación de agua, en tanto Venezuela, envió con celeridad tres cargas de ayuda y alimentos.
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Matthew, en tanto, perdió la categoría de huracán y pasó a ser un "ciclón pos-tropical" tras azotar la costa sureste de Estados Unidos con un saldo de al menos 17 muertos.
Pero la atención se concentra en Haití, el país más pobre de las Américas, que aún no se recupera del devastador terremoto de 2010 y que sufre una epidemia de cólera.
Matthew tocó tierra haitiana el martes como un monstruoso huracán categoría 4 en una escala de 5, con vientos de 230 km/h.
El sur, la zona afectada, tiene una población de 1,3 millones de habitantes, con una tasa de pobreza de entre 60 y 70%.
"No estamos lejos de contar con un millón de personas en urgente necesidad de asistencia humanitaria", dijo Mourad Wahba, el coordinador de la ONU para la ayuda.
Tomas aéreas de las zonas del sur del país más afectadas mostraban un paisaje devastador, de ranchos de lata derruidos, árboles arrancados de cuajo y riadas de lodo inundando el terreno.
Balance provisorio
La Protección Civil dio un balance oficial provisorio de 336 muertos, aunque esperan tener cifras precisas para el miércoles.
Otros funcionarios situaron en 400 los fallecidos.
El mandatario interino de Haití, Jocelerme Privert, declaró tres días de duelo nacional desde el domingo ante los estragos causados por el ciclón.
En Jérémie, la situación era desesperante, mientras que en la bahía de Abricots, a 17 km, los habitantes sólo tienen alimentos para 10 o 15 días, dijo David Millet, quien trabajó durante años para la ONG Agrónomos y Veterinarios Sin Fronteras.
En ciertas zonas del territorio hasta 80% de los cultivos fueron arrasados, por lo que se espera que la gente abandone las zonas rurales hacia las urbanas, empeorando la situación en los barrios marginales de ciudades como Puerto Príncipe.
Por tanto, Wahba dijo que la ayuda no solo debe llegar a las ciudades, si no también a las zonas rurales para que la gente permanezca en el lugar.
Las promesas de ayuda se multiplicaban. Estado Unidos anunció el envío del buque USS Mesa Verde con 300 efectivos especializados en emergencias médicas, asistencia y reconstrucción y tres helicópteros, que se sumarán a un personal de 250 y nueve helicópteros ya listos para desplegarse en Haití.
El sábado, una avión fletado por Estados Unidos llevó la primera parte de un paquete de ayuda de más de 480toneladas. Francia anunció el envío de 60 uniformados con 32 toneladas de ayuda humanitaria y equipo para purificación de agua, en tanto Venezuela, envió con celeridad tres cargas de ayuda y alimentos.