Juan Bengolea abrió la cuenta para Belgrano, empató César Ruíz; Alvaro Quispe desniveló para los "decanos", todos en el primer tiempo. En el complemento, nuevamente Ruiz igualó para el "bandeño" y cerca del final Raúl Estrada de penal le dio el triunfo al equipo dirigido por Nelson Quiroga que en dos partidos a su mando, cosechó cuatro puntos.
De entrada nomás Belgrano mandó a su tropa al ataque y Lamas estuvo cerca de abrir el marcador cuando arrojándose al piso no alcanzó a conectar bien y la bocha se fue rozando el palo izquierdo.
Luego fue el turno de Bengolea que encaró al arco y viendo al portero Sola adelantado se la puso por arriba en una exquisita definición para alegría de su casi centenar de hinchas apostados en la tribuna que da a la avenida Santibañez.
Tocado en su estirpe "bandeña", Cuyaya se fue en busca del empate y generó un tio libre a su favor a un metro del banderín del córner, Ruíz acomodó la pelota, apuntó y la puso en el ángulo superior izquierdo del arquero que solo atinó a mirar, un golazo y la felicidad cambió de tribuna.
El trámite no daba tregua a ninguno de los protagonistas en el cada vez más sofocante mediodía, y el DT Quiroga como si fuera un "decano" arengaba permanentemente a sus dirigidos "vamos, vamos que ustedes pueden" y de un avance profundo por el carril izquierdo salió un centro rasante y Quispe adelantándose a la "dormida" defensa, acarició la pelota con el botín izquierdo y clavó un gol de excelente factura para alegría nuevamente de la parcialidad de "la villa".
En el complemento la intensidad no bajó en ningún momento, a excepción de Ruiz, el jugador distinto de la cancha, los demás fueron obreros del fútbol con una entrega descomunal y por eso en época de "vacas flacas" el duelo futbolístico se transformó en un partidazo.
La balanza se fue inclinando para Cuyaya que arrimaba peligro y en un mortífero contragolpe por el carril izquierdo, llegó un centro rasante y Ruíz apareció como un fantasma detrás de todos y puso la redonda contra el palo izquierdo para la nueva igualdad. Pudo liquidarlo Cuyaya, pero a Ruíz, primero el arquero le negó el festejo y después Lamas en forma providencial desvió el remate al córner.
En una contra letal, Estrada se demoró una eternidad y cuando se moría el partido en otro contragolpe, Bengolea fue derribado por el arquero Sola y penal sin dudar que cobró el árbitro. Estrada remató anunciado y Sola le contuvo, pero el rebote lo tomó el mismo jugador y selló la victoria del "decano".
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Juan Bengolea abrió la cuenta para Belgrano, empató César Ruíz; Alvaro Quispe desniveló para los "decanos", todos en el primer tiempo. En el complemento, nuevamente Ruiz igualó para el "bandeño" y cerca del final Raúl Estrada de penal le dio el triunfo al equipo dirigido por Nelson Quiroga que en dos partidos a su mando, cosechó cuatro puntos.
De entrada nomás Belgrano mandó a su tropa al ataque y Lamas estuvo cerca de abrir el marcador cuando arrojándose al piso no alcanzó a conectar bien y la bocha se fue rozando el palo izquierdo.
Luego fue el turno de Bengolea que encaró al arco y viendo al portero Sola adelantado se la puso por arriba en una exquisita definición para alegría de su casi centenar de hinchas apostados en la tribuna que da a la avenida Santibañez.
Tocado en su estirpe "bandeña", Cuyaya se fue en busca del empate y generó un tio libre a su favor a un metro del banderín del córner, Ruíz acomodó la pelota, apuntó y la puso en el ángulo superior izquierdo del arquero que solo atinó a mirar, un golazo y la felicidad cambió de tribuna.
El trámite no daba tregua a ninguno de los protagonistas en el cada vez más sofocante mediodía, y el DT Quiroga como si fuera un "decano" arengaba permanentemente a sus dirigidos "vamos, vamos que ustedes pueden" y de un avance profundo por el carril izquierdo salió un centro rasante y Quispe adelantándose a la "dormida" defensa, acarició la pelota con el botín izquierdo y clavó un gol de excelente factura para alegría nuevamente de la parcialidad de "la villa".
En el complemento la intensidad no bajó en ningún momento, a excepción de Ruiz, el jugador distinto de la cancha, los demás fueron obreros del fútbol con una entrega descomunal y por eso en época de "vacas flacas" el duelo futbolístico se transformó en un partidazo.
La balanza se fue inclinando para Cuyaya que arrimaba peligro y en un mortífero contragolpe por el carril izquierdo, llegó un centro rasante y Ruíz apareció como un fantasma detrás de todos y puso la redonda contra el palo izquierdo para la nueva igualdad. Pudo liquidarlo Cuyaya, pero a Ruíz, primero el arquero le negó el festejo y después Lamas en forma providencial desvió el remate al córner.
En una contra letal, Estrada se demoró una eternidad y cuando se moría el partido en otro contragolpe, Bengolea fue derribado por el arquero Sola y penal sin dudar que cobró el árbitro. Estrada remató anunciado y Sola le contuvo, pero el rebote lo tomó el mismo jugador y selló la victoria del "decano".