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Están en séptimo grado y pactan su amistad con cortes en los brazos

Lunes, 17 de octubre de 2016 09:13
Imagen ilustrativa
Una práctica silenciosa y muy peligrosa se desliza por algunas instituciones del Valle de Lerma y de la ciudad de Salta. Para sellar su amistad algunos estudiantes, especialmente de los últimos años de la primaria y los primeros de la secundaria, se realizan cortes en los brazos, piernas o abdomen. Las heridas de 3 o 4 centímetros, aunque de poca profundidad, dejarán sus marcas de por vida. Hace pocos días detectaron a siete alumnos de séptimo grado con los brazos cortados. Los chicos son de una localidad cercana a la capital.
Una docentes, quien pidió reserva de nombre, contó que advirtieron la situación e inmediatamente convocaron a los padres. "Comenzamos a investigar y nos dimos con que los chicos se infringen este tipo de heridas para pertenecer a un grupo o para 'sellar' su amistad. Estamos consternados. Hay que abordar la problemática de manera urgente", dijo la profesora.
A este tipo de prácticas adhieren tanto varones como mujeres, aunque los primeros las superan en número. No suelen ocurrir dentro de los establecimientos educativos, pero en muchos casos involucra a estudiantes de una misma institución o división. Los elementos utilizados son los más variados, desde las pequeñas hojas de los sacapuntas hasta "tijeritas" o los capuchones de lapiceras. El objetivo es el mismo, "cortarse para pertenecer" o simplemente "por moda", como contó uno los chicos, según información a la que accedió El Tribuno . Otros prefirieron guardar silencio, cuando padres y docentes les preguntaron el por qué de dicha conducta.
Se trata de una dura realidad por la que transitan muchos papás en sus hogares y también los docentes. Desde la psicología explican este tipo de conductas como "un acto deliberado y repetitivo que persigue dañar el propio cuerpo con el fin de expresar a través de él, las emociones que no pueden contener ni elaborar. Como por ejemplo, angustia, rabia, culpa, impotencia, soledad y una sensación intensa de vacío".
Resulta importante tener en cuenta que la en la adolescencia las emociones se viven intensamente. La literatura especializada indica que es la época donde hay mayor fragilidad emocional o cambios en los estados de ánimo.
"Esto es porque el 'yo' está más vulnerable porque está en proceso de reorganización de la personalidad, lo que dificulta la capacidad de contención emocional y se tiende más a la acción y al juego de poner o zafarse de los límites establecidos", explican los especialistas. En ese sentido, los cortes profundos, superficiales pequeños o grandes en la piel expresarían el límite del propio cuerpo que también estaría en definición conflictiva. Sin embargo, según los expertos, el efecto es pasajero y al poco rato se sienten agobiados por sentimientos de culpa y vergüenza que los lleva a esconder sus lesiones y no hablar sobre lo ocurrido.

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Una práctica silenciosa y muy peligrosa se desliza por algunas instituciones del Valle de Lerma y de la ciudad de Salta. Para sellar su amistad algunos estudiantes, especialmente de los últimos años de la primaria y los primeros de la secundaria, se realizan cortes en los brazos, piernas o abdomen. Las heridas de 3 o 4 centímetros, aunque de poca profundidad, dejarán sus marcas de por vida. Hace pocos días detectaron a siete alumnos de séptimo grado con los brazos cortados. Los chicos son de una localidad cercana a la capital.
Una docentes, quien pidió reserva de nombre, contó que advirtieron la situación e inmediatamente convocaron a los padres. "Comenzamos a investigar y nos dimos con que los chicos se infringen este tipo de heridas para pertenecer a un grupo o para 'sellar' su amistad. Estamos consternados. Hay que abordar la problemática de manera urgente", dijo la profesora.
A este tipo de prácticas adhieren tanto varones como mujeres, aunque los primeros las superan en número. No suelen ocurrir dentro de los establecimientos educativos, pero en muchos casos involucra a estudiantes de una misma institución o división. Los elementos utilizados son los más variados, desde las pequeñas hojas de los sacapuntas hasta "tijeritas" o los capuchones de lapiceras. El objetivo es el mismo, "cortarse para pertenecer" o simplemente "por moda", como contó uno los chicos, según información a la que accedió El Tribuno . Otros prefirieron guardar silencio, cuando padres y docentes les preguntaron el por qué de dicha conducta.
Se trata de una dura realidad por la que transitan muchos papás en sus hogares y también los docentes. Desde la psicología explican este tipo de conductas como "un acto deliberado y repetitivo que persigue dañar el propio cuerpo con el fin de expresar a través de él, las emociones que no pueden contener ni elaborar. Como por ejemplo, angustia, rabia, culpa, impotencia, soledad y una sensación intensa de vacío".
Resulta importante tener en cuenta que la en la adolescencia las emociones se viven intensamente. La literatura especializada indica que es la época donde hay mayor fragilidad emocional o cambios en los estados de ánimo.
"Esto es porque el 'yo' está más vulnerable porque está en proceso de reorganización de la personalidad, lo que dificulta la capacidad de contención emocional y se tiende más a la acción y al juego de poner o zafarse de los límites establecidos", explican los especialistas. En ese sentido, los cortes profundos, superficiales pequeños o grandes en la piel expresarían el límite del propio cuerpo que también estaría en definición conflictiva. Sin embargo, según los expertos, el efecto es pasajero y al poco rato se sienten agobiados por sentimientos de culpa y vergüenza que los lleva a esconder sus lesiones y no hablar sobre lo ocurrido.

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