En un encuentro sorpresivo tras finalizar una gira por Medio Oriente, Maduro fue recibido por el Papa, en el marco de la "preocupante situación de crisis política, social y económica que atraviesa" el país petrolero, informó la Santa Sede en un comunicado.
Durante la audiencia privada, Francisco, quien envió a un representante a Caracas, instó "al diálogo sincero y constructivo" entre el Gobierno y la oposición a fin de "aliviar el sufrimiento" de la gente.
El jefe del parlamento de mayoría opositora, Henry Ramos Allup, informó que el domingo voceros de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se reunieron con el emisario del Papa, el nuncio apostólico y expresidentes de una misión mediadora de Unasur. "O vemos cómo arreglamos las cosas o vamos a terminar matándonos", aseguró Ramos Allup en una tensa sesión en la que la Asamblea Nacional declaró el domingo que la suspensión del referendo consumó un "golpe de Estado".
El parlamento debatirá hoy "la situación constitucional del presidente", a quien culpan de la "ruptura de la democracia", mientras la MUD organiza una protesta nacional que convocó para mañana, llamada la "Toma de Venezuela".
El jefe de la bancada opositora, Julio Borges, planteó un posible "juicio político" contra Maduro, a quien la oposición también acusa de tener doble nacionalidad, venezolana y colombiana, que lo inhabilitaría para el cargo.
"Los próximos pasos dependerán de lo que decida el martes", afirmó el constitucionalista José Ignacio Hernández, quien señaló que expresamente un juicio político no está contemplado en la Constitución, pero implica una sanción política y moral.
Batalla política
La suspensión del referendo caldeó aún más el ambiente político, en un país que sufre una severa crisis económica, con una grave escasez de productos básicos y una inflación que el FMI calcula en 475% para este año.
El conflicto entró en una nueva fase luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) aplazara el jueves, indefinidamente, la recolección de cuatro millones de firmas necesarias para llamar al referendo, antes prevista para esta semana.
El poder electoral, acusado por la MUD de estar controlado por el Gobierno al igual que la Justicia, argumentó el acatamiento a sentencias que anularon por "fraude" un primer recaudo de rúbricas que abrió el proceso.
"La batalla institucional está perdida, por tanto la Asamblea estableció los lineamientos de su futura batalla política: la protesta popular, la demostración de mayoría, el llamado a la presión internacional", declaró el analista Luis Vicente León.
Pero los expertos advierten que el gran desafío de la MUD es movilizar masivamente a la población, lo que no ha ocurrido, con excepción del 1 de septiembre.
En el frente internacional, la MUD enviará una comisión para pedir a la Organización de Estados Americanos (OEA) que aplique la Carta Democrática, que prevé sanciones en casos de ruptura del hilo democrático. Por su parte, Human Rights Watch, exhortó a la OEA a presionar al Gobierno para que permita ayuda internacional.
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En un encuentro sorpresivo tras finalizar una gira por Medio Oriente, Maduro fue recibido por el Papa, en el marco de la "preocupante situación de crisis política, social y económica que atraviesa" el país petrolero, informó la Santa Sede en un comunicado.
Durante la audiencia privada, Francisco, quien envió a un representante a Caracas, instó "al diálogo sincero y constructivo" entre el Gobierno y la oposición a fin de "aliviar el sufrimiento" de la gente.
El jefe del parlamento de mayoría opositora, Henry Ramos Allup, informó que el domingo voceros de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se reunieron con el emisario del Papa, el nuncio apostólico y expresidentes de una misión mediadora de Unasur. "O vemos cómo arreglamos las cosas o vamos a terminar matándonos", aseguró Ramos Allup en una tensa sesión en la que la Asamblea Nacional declaró el domingo que la suspensión del referendo consumó un "golpe de Estado".
El parlamento debatirá hoy "la situación constitucional del presidente", a quien culpan de la "ruptura de la democracia", mientras la MUD organiza una protesta nacional que convocó para mañana, llamada la "Toma de Venezuela".
El jefe de la bancada opositora, Julio Borges, planteó un posible "juicio político" contra Maduro, a quien la oposición también acusa de tener doble nacionalidad, venezolana y colombiana, que lo inhabilitaría para el cargo.
"Los próximos pasos dependerán de lo que decida el martes", afirmó el constitucionalista José Ignacio Hernández, quien señaló que expresamente un juicio político no está contemplado en la Constitución, pero implica una sanción política y moral.
Batalla política
La suspensión del referendo caldeó aún más el ambiente político, en un país que sufre una severa crisis económica, con una grave escasez de productos básicos y una inflación que el FMI calcula en 475% para este año.
El conflicto entró en una nueva fase luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) aplazara el jueves, indefinidamente, la recolección de cuatro millones de firmas necesarias para llamar al referendo, antes prevista para esta semana.
El poder electoral, acusado por la MUD de estar controlado por el Gobierno al igual que la Justicia, argumentó el acatamiento a sentencias que anularon por "fraude" un primer recaudo de rúbricas que abrió el proceso.
"La batalla institucional está perdida, por tanto la Asamblea estableció los lineamientos de su futura batalla política: la protesta popular, la demostración de mayoría, el llamado a la presión internacional", declaró el analista Luis Vicente León.
Pero los expertos advierten que el gran desafío de la MUD es movilizar masivamente a la población, lo que no ha ocurrido, con excepción del 1 de septiembre.
En el frente internacional, la MUD enviará una comisión para pedir a la Organización de Estados Americanos (OEA) que aplique la Carta Democrática, que prevé sanciones en casos de ruptura del hilo democrático. Por su parte, Human Rights Watch, exhortó a la OEA a presionar al Gobierno para que permita ayuda internacional.