"Al disiparse las nubes, es como si el cielo quisiera abrir un canal de comunicación entre Dios y todos nosotros", inició diciendo el obispo diocesano de Jujuy, monseñor César Daniel Fernández, la homilía brindada a los feligreses que llegaron acompañando a la imagen de la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya.
"Podemos ver la alegría del Padre Dios, en este lugar que es nuestra casa, que es la casa de Dios", agregó.
"Durante todo este mes de octubre las peregrinaciones del 7 y de todos los domingos, nos convoca como todos los años a experimentar el abrazo del Padre en la casa de Dios, que es la Iglesia", señaló el obispo.
Posteriormente Fernández resaltó que "cada domingo podremos disfrutar de la alegría de ser hijos amados, salvados, perdonados", para acotar que "cada domingo celebrarán aquí la alegría de ser hijos amados. Hoy recibimos con cariño a los distintos grupos de la Divina Misericordia, que en nuestra Diócesis se hace presente permanentemente este testimonio de amor misericordioso de Dios".
"La palabra de Dios hoy nos ayuda a comprender cuál es la actitud permanente con el hombre", y remarcó el pastor de la Iglesia jujeña que "la Biblia no se cansa de repetir de la primera a la última página, Dios es misericordia. Esa misericordia que perdona, nuestro olvido, nuestra desatención con él. No se cansa de esperar, de perdonar o de buscarnos".
"Inmediatamente después nos dice que "amor con amor se paga". El amor de Dios para nosotros es infinito, en cambio el nuestro es un amor tacaño, le damos migajas. Tenemos que dejar que el amor de Dios nos gane el corazón".
También dijo que "el amor de Dios es lo más grande que tenemos, no hay riqueza que se le compare, ni la plata, ni la casita, ni lo más importante que podamos tener, no hay riqueza que se pueda comparar al amor de Dios. De qué sirve estar llenos de joyas si no tiene amor", se preguntó después.
Los peregrinos que visiten el santuario de la Madre y Protectora de los jujeños, la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya, no solamente cuentan con una importante atención espiritual.
El operativo diagramado y preparado por el padre Héctor Barrera cuenta con asistencia médica, policial y la presencia permanente de los Servidores de la Virgen, jóvenes pertenecientes a distintas parroquias de Palpalá, que acompañan a los miembros de Río Blanco.
Bárbara Di Pietro del Same informó a El Tribuno de Jujuy que se habían realizado alrededor de unas 150 atenciones a personas hipertensas, diabéticas y algunas por controles clínicos, ya que son varios los que concurren solamente por control de la presión.
El operativo de seguridad estuvo a cargo de la comisario inspector Ángela Cabero de la Unidad Regional 8 de Palpalá y la comisario Luciana Mercedes Ríos de la Subcomisaría de Río Blanco, acompañadas por cien efectivos, quienes informaron de la presencia de 5 a 6 mil personas que arribaron al lugar.
Los Servidores de la Virgen atendieron a los peregrinos que llegaron a muy temprana hora con mate cocido y bollo que se distribuía en un sector de atención a los feligreses.
Durante la celebración de las misas que se oficiaron en la jornada, los servidores provistos de botellas, repartían agua fresca.