Hace dos meses en nuestro matutino contamos la historia de Nayré, una niña de dos años que se encontraba internada en el Hospital de Niños por una grave enfermedad del corazón llamada comunicación interventricular (CIV) restrictiva y debía ser intervenida en el Hospital Garrahan en una complicada operación. Además, su madre, Paula Flores comentó sobre la crítica situación por la que atraviesa su familia que, al margen de la patología de la pequeña, se encuentran inmersos en una grave crisis económica.
Después de ese encuentro, nuevamente tuvimos contacto con la familia. La niña, junto a su madre y unas de sus hermanas, Tatiana, viajaron la semana pasada a Buenos Aires para realizarle a Nayré los controles pertinentes esperando llevar a cabo la riesgosa pero anhelada operación que tanto necesita. La misma consiste en sellar un orificio que ella posee en la pared que separa los dos ventrículos del corazón. Es importante realizarla cuanto antes ya que corre el riesgo de poseer esa enfermedad para toda su vida y a medida que ella va creciendo, el peligro también crece.
La cirugía no pudo llevarse a cabo el mes pasado debido a que, ante ese cuadro, Paula sufrió un pico de presión alta, por el cual estuvo semanas sin poder mover un brazo y con dificultad para caminar. Panorama que les jugó muy en contra porque la mujer no pude hacer ciertos trámites para que le den un subsidio para viajar. "Estamos viajando sin un peso, solo con los pasajes, y con todo ese miedo de que la operación no salga bien" nos dejó ese desgarrador testimonio antes del viaje.
La estadía en Buenos Aires no fue la esperada, la nena llegó al Hospital Garrahan con un leve cuadro de gripe que no pudieron aliviar para realizarle la cirugía. Les hicieron los controles necesarios y regresaron a Jujuy esperando que Nayré pronto se recupere y pueda mejorar para estar en condiciones nuevamente de viajar y se le realice la anhelada operación.
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Hace dos meses en nuestro matutino contamos la historia de Nayré, una niña de dos años que se encontraba internada en el Hospital de Niños por una grave enfermedad del corazón llamada comunicación interventricular (CIV) restrictiva y debía ser intervenida en el Hospital Garrahan en una complicada operación. Además, su madre, Paula Flores comentó sobre la crítica situación por la que atraviesa su familia que, al margen de la patología de la pequeña, se encuentran inmersos en una grave crisis económica.
Después de ese encuentro, nuevamente tuvimos contacto con la familia. La niña, junto a su madre y unas de sus hermanas, Tatiana, viajaron la semana pasada a Buenos Aires para realizarle a Nayré los controles pertinentes esperando llevar a cabo la riesgosa pero anhelada operación que tanto necesita. La misma consiste en sellar un orificio que ella posee en la pared que separa los dos ventrículos del corazón. Es importante realizarla cuanto antes ya que corre el riesgo de poseer esa enfermedad para toda su vida y a medida que ella va creciendo, el peligro también crece.
La cirugía no pudo llevarse a cabo el mes pasado debido a que, ante ese cuadro, Paula sufrió un pico de presión alta, por el cual estuvo semanas sin poder mover un brazo y con dificultad para caminar. Panorama que les jugó muy en contra porque la mujer no pude hacer ciertos trámites para que le den un subsidio para viajar. "Estamos viajando sin un peso, solo con los pasajes, y con todo ese miedo de que la operación no salga bien" nos dejó ese desgarrador testimonio antes del viaje.
La estadía en Buenos Aires no fue la esperada, la nena llegó al Hospital Garrahan con un leve cuadro de gripe que no pudieron aliviar para realizarle la cirugía. Les hicieron los controles necesarios y regresaron a Jujuy esperando que Nayré pronto se recupere y pueda mejorar para estar en condiciones nuevamente de viajar y se le realice la anhelada operación.