Fastidio, indignación, enojo, desazón son algunos de los estados de ánimo que manifiesta la docente Irma Alarcón, directora de la Escuela de Comercio Nº 3 "José Manuel Estrada" del barrio Coronel Arias.
"No podemos saber exactamente cuándo ingresaron, si sabemos que lo hicieron por la parte de atrás del edificio, sobre la calle 33 Orientales", informa Alarcón, a la vez que inicia con este diario el recorrido por las distintas aulas que los vándalos destrozaron.
Son alrededor de las 9 y 30 y personal de mantenimiento del Ministerio de Educación ya dejó en condiciones la mayoría de las aulas que fueron afectadas, mientras el personal de maestranza del establecimiento termina de acomodar los restos de los afiches que hablaban sobre la drogadicción.
Son los enchufes y las llaves de la luz las que rompieron los vándalos. "Dejaron los cables sueltos y por eso es que dimos parte al Ministerio, que de inmediato se hizo presente para solucionar este problema", indica.
Con un dejo de tristeza y desazón expresa: "no me puedo imaginar quiénes pueden entrar a una escuela a provocar destrozos, no robaron absolutamente nada, pero causaron muchisimo daño. Los alumnos tuvieron que esperar un buen rato para que se inicien las clases, no podíamos correr el riesgo de que algún alumno sufra un accidente, todos los tomas rotos y cables colgando, pusieron en riesgo hasta su propia vida", aclara Alarcón.
"Esta mañana se hizo presente personal policial perteneciente a la Brigada de Investigaciones, tomaron las huellas digitales en distintos sectores, pero esta experiencia ya la vivimos y sabemos que no pasa nada".
"Hace unos años nos robaron 12 computadoras que jamás aparecieron, aunque yo iba todo los días a la Brigada para saber si había novedades", apunta Irma Alarcón.
Después comenta que rompieron las macetas y las plantas, "solo por hacer daño".
"No podemos saber exactamente cuándo ingresaron, si sabemos que lo hicieron por la parte de atrás del edificio, sobre la calle 33 Orientales", informa Alarcón, a la vez que inicia con este diario el recorrido por las distintas aulas que los vándalos destrozaron.
Son alrededor de las 9 y 30 y personal de mantenimiento del Ministerio de Educación ya dejó en condiciones la mayoría de las aulas que fueron afectadas, mientras el personal de maestranza del establecimiento termina de acomodar los restos de los afiches que hablaban sobre la drogadicción.
Son los enchufes y las llaves de la luz las que rompieron los vándalos. "Dejaron los cables sueltos y por eso es que dimos parte al Ministerio, que de inmediato se hizo presente para solucionar este problema", indica.
Con un dejo de tristeza y desazón expresa: "no me puedo imaginar quiénes pueden entrar a una escuela a provocar destrozos, no robaron absolutamente nada, pero causaron muchisimo daño. Los alumnos tuvieron que esperar un buen rato para que se inicien las clases, no podíamos correr el riesgo de que algún alumno sufra un accidente, todos los tomas rotos y cables colgando, pusieron en riesgo hasta su propia vida", aclara Alarcón.
"Esta mañana se hizo presente personal policial perteneciente a la Brigada de Investigaciones, tomaron las huellas digitales en distintos sectores, pero esta experiencia ya la vivimos y sabemos que no pasa nada".
"Hace unos años nos robaron 12 computadoras que jamás aparecieron, aunque yo iba todo los días a la Brigada para saber si había novedades", apunta Irma Alarcón.
Después comenta que rompieron las macetas y las plantas, "solo por hacer daño".
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Fastidio, indignación, enojo, desazón son algunos de los estados de ánimo que manifiesta la docente Irma Alarcón, directora de la Escuela de Comercio Nº 3 "José Manuel Estrada" del barrio Coronel Arias.
"No podemos saber exactamente cuándo ingresaron, si sabemos que lo hicieron por la parte de atrás del edificio, sobre la calle 33 Orientales", informa Alarcón, a la vez que inicia con este diario el recorrido por las distintas aulas que los vándalos destrozaron.
Son alrededor de las 9 y 30 y personal de mantenimiento del Ministerio de Educación ya dejó en condiciones la mayoría de las aulas que fueron afectadas, mientras el personal de maestranza del establecimiento termina de acomodar los restos de los afiches que hablaban sobre la drogadicción.
Son los enchufes y las llaves de la luz las que rompieron los vándalos. "Dejaron los cables sueltos y por eso es que dimos parte al Ministerio, que de inmediato se hizo presente para solucionar este problema", indica.
Con un dejo de tristeza y desazón expresa: "no me puedo imaginar quiénes pueden entrar a una escuela a provocar destrozos, no robaron absolutamente nada, pero causaron muchisimo daño. Los alumnos tuvieron que esperar un buen rato para que se inicien las clases, no podíamos correr el riesgo de que algún alumno sufra un accidente, todos los tomas rotos y cables colgando, pusieron en riesgo hasta su propia vida", aclara Alarcón.
"Esta mañana se hizo presente personal policial perteneciente a la Brigada de Investigaciones, tomaron las huellas digitales en distintos sectores, pero esta experiencia ya la vivimos y sabemos que no pasa nada".
"Hace unos años nos robaron 12 computadoras que jamás aparecieron, aunque yo iba todo los días a la Brigada para saber si había novedades", apunta Irma Alarcón.
Después comenta que rompieron las macetas y las plantas, "solo por hacer daño".
"No podemos saber exactamente cuándo ingresaron, si sabemos que lo hicieron por la parte de atrás del edificio, sobre la calle 33 Orientales", informa Alarcón, a la vez que inicia con este diario el recorrido por las distintas aulas que los vándalos destrozaron.
Son alrededor de las 9 y 30 y personal de mantenimiento del Ministerio de Educación ya dejó en condiciones la mayoría de las aulas que fueron afectadas, mientras el personal de maestranza del establecimiento termina de acomodar los restos de los afiches que hablaban sobre la drogadicción.
Son los enchufes y las llaves de la luz las que rompieron los vándalos. "Dejaron los cables sueltos y por eso es que dimos parte al Ministerio, que de inmediato se hizo presente para solucionar este problema", indica.
Con un dejo de tristeza y desazón expresa: "no me puedo imaginar quiénes pueden entrar a una escuela a provocar destrozos, no robaron absolutamente nada, pero causaron muchisimo daño. Los alumnos tuvieron que esperar un buen rato para que se inicien las clases, no podíamos correr el riesgo de que algún alumno sufra un accidente, todos los tomas rotos y cables colgando, pusieron en riesgo hasta su propia vida", aclara Alarcón.
"Esta mañana se hizo presente personal policial perteneciente a la Brigada de Investigaciones, tomaron las huellas digitales en distintos sectores, pero esta experiencia ya la vivimos y sabemos que no pasa nada".
"Hace unos años nos robaron 12 computadoras que jamás aparecieron, aunque yo iba todo los días a la Brigada para saber si había novedades", apunta Irma Alarcón.
Después comenta que rompieron las macetas y las plantas, "solo por hacer daño".