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Argentina creyó en "un equipo, un país, un sueño"

Martes, 29 de noviembre de 2016 01:30
Argentina saldó la cuenta histórica que tenía pendiente en la ansiada Copa Davis con una victoria en Zagreb sobre Croacia que alcanzó ribetes de epopeya y se logró con un grupo de tenistas compacto que giró alrededor de un crack e hizo honor al lema que los signó desde el inicio: "Un equipo, un país, un sueño".
Desde el mismo inicio de su gestión, el capitán Daniel Orsanic se aferró a un concepto de unión, de compañerismo, y diagramó un grupo integrado por tenistas que son "obreros" del circuito y que entendió que, para entrar en la historia, necesitaban a un fuera de serie y lo encontraron en el tandilense Juan Martín Del Potro. Esa bandera celeste y blanca que flameó en lo más alto en Zagreb al momento de recibir el trofeo de la Copa Davis -cuando la Argentina se erigió en el 15to. país en conquistarla-, tiene una historia detrás, que comenzó a gestarse en marzo de este año en la fría y lejana Gdansk, en Polonia.
El capitán del barco, Daniel Orsanic, entendió siempre cómo diseñar el mejor equipo y atendió las necesidades del grupo, les otorgó espacio a todos, escuchó a sus tenistas y jamás le tembló el pulso a la hora de tomar decisiones; por el contrario, supo cobijarlos y respetar el momento de cada uno.
Orsanic, a sus maduros 48 años, sabía que en el inicio de su gestión el equipo podía ganar o perder, pero que para ingresar en la historia necesitaba a Del Potro, y lo sedujo hasta que logró lo que muchos descreían, un compromiso absoluto del tandilense, de una raza distinta al resto.
El primer escalón fue en Gdansk, a orillas del Báltico, sin Del Potro y con el correntino "Leo" Mayer como figura, más el acompañamiento de un debutante que protagonizó un año de lujo como Guido Pella, del experimentado Carlos Berlocq y el rosarino Renzo Olivo, también en su experiencia inicial en la Davis.
Ese triunfo fue una buena señal, pero la gran noticia llegó en cuartos de final con el regreso de "Delpo" luego de casi cuatro años para jugar ante Italia, en Pesaro, a menos de cinco meses de haberse reinsertado en el circuito tras haber dejado atrás su tercera operación en la muñeca izquierda.
En Italia, a orillas del Adriático, Orsanic dejó de lado los rencores y citó a Juan Mónaco para acompañar a "Delpo", Pella y el que terminaría siendo el héroe en el Circolo Tennis Baratoff, el azuleño Federico Delbonis, quien ganó sus dos puntos y consiguió el pasaje a "semis".
En Glasgow, la ciudad atravesada por el río Clyde, se iba de punto, contra el campeón vigente y con Andy Murray por entonces número dos del mundo pero lanzado a la caza de Novak Djokovic, algo que finalmente logró para terminar la temporada como el Rey del tenis mundial.
En Gran Bretaña sucedió algo particular, que el que había sido héroe en Pesaro, Delbonis no jugó ningún partido, en otra decisión muy acertada de Orsanic, y el traje de héroe se lo calzó el correntino Mayer con su victoria en el quinto punto sobre Daniel Evans. "Siempre elijo lo más conveniente para el equipo, esa es mi función y la prioridad es presentarnos en las mejores condiciones posibles y con los tenistas que más se adaptan a lo que requiere la serie"

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Argentina saldó la cuenta histórica que tenía pendiente en la ansiada Copa Davis con una victoria en Zagreb sobre Croacia que alcanzó ribetes de epopeya y se logró con un grupo de tenistas compacto que giró alrededor de un crack e hizo honor al lema que los signó desde el inicio: "Un equipo, un país, un sueño".
Desde el mismo inicio de su gestión, el capitán Daniel Orsanic se aferró a un concepto de unión, de compañerismo, y diagramó un grupo integrado por tenistas que son "obreros" del circuito y que entendió que, para entrar en la historia, necesitaban a un fuera de serie y lo encontraron en el tandilense Juan Martín Del Potro. Esa bandera celeste y blanca que flameó en lo más alto en Zagreb al momento de recibir el trofeo de la Copa Davis -cuando la Argentina se erigió en el 15to. país en conquistarla-, tiene una historia detrás, que comenzó a gestarse en marzo de este año en la fría y lejana Gdansk, en Polonia.
El capitán del barco, Daniel Orsanic, entendió siempre cómo diseñar el mejor equipo y atendió las necesidades del grupo, les otorgó espacio a todos, escuchó a sus tenistas y jamás le tembló el pulso a la hora de tomar decisiones; por el contrario, supo cobijarlos y respetar el momento de cada uno.
Orsanic, a sus maduros 48 años, sabía que en el inicio de su gestión el equipo podía ganar o perder, pero que para ingresar en la historia necesitaba a Del Potro, y lo sedujo hasta que logró lo que muchos descreían, un compromiso absoluto del tandilense, de una raza distinta al resto.
El primer escalón fue en Gdansk, a orillas del Báltico, sin Del Potro y con el correntino "Leo" Mayer como figura, más el acompañamiento de un debutante que protagonizó un año de lujo como Guido Pella, del experimentado Carlos Berlocq y el rosarino Renzo Olivo, también en su experiencia inicial en la Davis.
Ese triunfo fue una buena señal, pero la gran noticia llegó en cuartos de final con el regreso de "Delpo" luego de casi cuatro años para jugar ante Italia, en Pesaro, a menos de cinco meses de haberse reinsertado en el circuito tras haber dejado atrás su tercera operación en la muñeca izquierda.
En Italia, a orillas del Adriático, Orsanic dejó de lado los rencores y citó a Juan Mónaco para acompañar a "Delpo", Pella y el que terminaría siendo el héroe en el Circolo Tennis Baratoff, el azuleño Federico Delbonis, quien ganó sus dos puntos y consiguió el pasaje a "semis".
En Glasgow, la ciudad atravesada por el río Clyde, se iba de punto, contra el campeón vigente y con Andy Murray por entonces número dos del mundo pero lanzado a la caza de Novak Djokovic, algo que finalmente logró para terminar la temporada como el Rey del tenis mundial.
En Gran Bretaña sucedió algo particular, que el que había sido héroe en Pesaro, Delbonis no jugó ningún partido, en otra decisión muy acertada de Orsanic, y el traje de héroe se lo calzó el correntino Mayer con su victoria en el quinto punto sobre Daniel Evans. "Siempre elijo lo más conveniente para el equipo, esa es mi función y la prioridad es presentarnos en las mejores condiciones posibles y con los tenistas que más se adaptan a lo que requiere la serie"

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