El gobierno de Turquía pondrá fin al pacto migratorio con la Unión Europea (UE) antes de fin de año si no se producen avances en la disputa por la exención de visado para los turcos, dijo ayer el Ministro de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan redobló la apuesta y acusó a Alemania de "proteger a terroristas y golpistas".
"Nuestra paciencia se está agotando. Esperamos una respuesta de la UE estos días. Sin no llega, entonces daremos por finalizado el acuerdo. No vamos a esperar a que acabe el año", sostuvo el ministro en una entrevista de ayer en el diario suizo Neuen Zrcher Zeitung.
Turquía reaccionó a las exigencias de Bruselas y realizó propuestas, pero "no puede modificar su ley antiterrorista", explicó Cavusoglu.
"Nos atenemos al acuerdo con la Unión Europea y esperamos que Europa haga lo mismo. De no suceder así, suspenderemos el acuerdo con la UE en ese terreno", dijo.
En tanto, el ministro turco para asuntos de la UE, ™mer Celik, también se sumó a esta amenaza si el bloque no suspende la demanda de exigir el visado para los turcos.
Celik responsabilizó a los "radicales de derecha y los grupos islamófobos" del rechazo en la UE a la exención de visado. Durante una visita a Atenas, el ministro criticó además la lentitud con la que llega la ayuda prometida por el bloque europeo. Para cuando lleguen los medios a Turquía, "los niños sirios ya estarán en la edad de jubilarse".
En este histórico pacto, puesto en vigor en marzo, el gobierno de Ankara se comprometió con Bruselas a que fueran devueltos a su territorio los inmigrantes que llegasen a las islas griegas.
A cambio se ofrecieron ayudas millonarias y se puso en el horizonte la posibilidad de eximir de un visado a los turcos. Para ello las autoridades turcas tienen que cumplir con 72 requisitos previos, entre ellos modificar la ley antiterrorista.
En ese sentido, los más críticos acusan al gobierno de Recep Tayyip Erdogan de silenciar a los adversarios políticos y a los periodistas menos amables con ayuda de esas leyes.
Incluso, ayer el propio Erdogan subió la apuesta y acusó Alemania, principal país que motorizó el pacto de deportación, de proteger y acoger a terroristas kurdos y a seguidores de Fetullah Glen, el predicador islamista al que el gobierno turco señala como el cerebro detrás del fallido golpe de Estado el 15 de julio.
"No veo un buen futuro para Alemania. Se ha convertido en uno de los países importantes que dan refugio a terroristas",reprochó Erdogan.
"Nuestra paciencia se está agotando. Esperamos una respuesta de la UE estos días. Sin no llega, entonces daremos por finalizado el acuerdo. No vamos a esperar a que acabe el año", sostuvo el ministro en una entrevista de ayer en el diario suizo Neuen Zrcher Zeitung.
Turquía reaccionó a las exigencias de Bruselas y realizó propuestas, pero "no puede modificar su ley antiterrorista", explicó Cavusoglu.
"Nos atenemos al acuerdo con la Unión Europea y esperamos que Europa haga lo mismo. De no suceder así, suspenderemos el acuerdo con la UE en ese terreno", dijo.
En tanto, el ministro turco para asuntos de la UE, ™mer Celik, también se sumó a esta amenaza si el bloque no suspende la demanda de exigir el visado para los turcos.
Celik responsabilizó a los "radicales de derecha y los grupos islamófobos" del rechazo en la UE a la exención de visado. Durante una visita a Atenas, el ministro criticó además la lentitud con la que llega la ayuda prometida por el bloque europeo. Para cuando lleguen los medios a Turquía, "los niños sirios ya estarán en la edad de jubilarse".
En este histórico pacto, puesto en vigor en marzo, el gobierno de Ankara se comprometió con Bruselas a que fueran devueltos a su territorio los inmigrantes que llegasen a las islas griegas.
A cambio se ofrecieron ayudas millonarias y se puso en el horizonte la posibilidad de eximir de un visado a los turcos. Para ello las autoridades turcas tienen que cumplir con 72 requisitos previos, entre ellos modificar la ley antiterrorista.
En ese sentido, los más críticos acusan al gobierno de Recep Tayyip Erdogan de silenciar a los adversarios políticos y a los periodistas menos amables con ayuda de esas leyes.
Incluso, ayer el propio Erdogan subió la apuesta y acusó Alemania, principal país que motorizó el pacto de deportación, de proteger y acoger a terroristas kurdos y a seguidores de Fetullah Glen, el predicador islamista al que el gobierno turco señala como el cerebro detrás del fallido golpe de Estado el 15 de julio.
"No veo un buen futuro para Alemania. Se ha convertido en uno de los países importantes que dan refugio a terroristas",reprochó Erdogan.
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El gobierno de Turquía pondrá fin al pacto migratorio con la Unión Europea (UE) antes de fin de año si no se producen avances en la disputa por la exención de visado para los turcos, dijo ayer el Ministro de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan redobló la apuesta y acusó a Alemania de "proteger a terroristas y golpistas".
"Nuestra paciencia se está agotando. Esperamos una respuesta de la UE estos días. Sin no llega, entonces daremos por finalizado el acuerdo. No vamos a esperar a que acabe el año", sostuvo el ministro en una entrevista de ayer en el diario suizo Neuen Zrcher Zeitung.
Turquía reaccionó a las exigencias de Bruselas y realizó propuestas, pero "no puede modificar su ley antiterrorista", explicó Cavusoglu.
"Nos atenemos al acuerdo con la Unión Europea y esperamos que Europa haga lo mismo. De no suceder así, suspenderemos el acuerdo con la UE en ese terreno", dijo.
En tanto, el ministro turco para asuntos de la UE, ™mer Celik, también se sumó a esta amenaza si el bloque no suspende la demanda de exigir el visado para los turcos.
Celik responsabilizó a los "radicales de derecha y los grupos islamófobos" del rechazo en la UE a la exención de visado. Durante una visita a Atenas, el ministro criticó además la lentitud con la que llega la ayuda prometida por el bloque europeo. Para cuando lleguen los medios a Turquía, "los niños sirios ya estarán en la edad de jubilarse".
En este histórico pacto, puesto en vigor en marzo, el gobierno de Ankara se comprometió con Bruselas a que fueran devueltos a su territorio los inmigrantes que llegasen a las islas griegas.
A cambio se ofrecieron ayudas millonarias y se puso en el horizonte la posibilidad de eximir de un visado a los turcos. Para ello las autoridades turcas tienen que cumplir con 72 requisitos previos, entre ellos modificar la ley antiterrorista.
En ese sentido, los más críticos acusan al gobierno de Recep Tayyip Erdogan de silenciar a los adversarios políticos y a los periodistas menos amables con ayuda de esas leyes.
Incluso, ayer el propio Erdogan subió la apuesta y acusó Alemania, principal país que motorizó el pacto de deportación, de proteger y acoger a terroristas kurdos y a seguidores de Fetullah Glen, el predicador islamista al que el gobierno turco señala como el cerebro detrás del fallido golpe de Estado el 15 de julio.
"No veo un buen futuro para Alemania. Se ha convertido en uno de los países importantes que dan refugio a terroristas",reprochó Erdogan.
"Nuestra paciencia se está agotando. Esperamos una respuesta de la UE estos días. Sin no llega, entonces daremos por finalizado el acuerdo. No vamos a esperar a que acabe el año", sostuvo el ministro en una entrevista de ayer en el diario suizo Neuen Zrcher Zeitung.
Turquía reaccionó a las exigencias de Bruselas y realizó propuestas, pero "no puede modificar su ley antiterrorista", explicó Cavusoglu.
"Nos atenemos al acuerdo con la Unión Europea y esperamos que Europa haga lo mismo. De no suceder así, suspenderemos el acuerdo con la UE en ese terreno", dijo.
En tanto, el ministro turco para asuntos de la UE, ™mer Celik, también se sumó a esta amenaza si el bloque no suspende la demanda de exigir el visado para los turcos.
Celik responsabilizó a los "radicales de derecha y los grupos islamófobos" del rechazo en la UE a la exención de visado. Durante una visita a Atenas, el ministro criticó además la lentitud con la que llega la ayuda prometida por el bloque europeo. Para cuando lleguen los medios a Turquía, "los niños sirios ya estarán en la edad de jubilarse".
En este histórico pacto, puesto en vigor en marzo, el gobierno de Ankara se comprometió con Bruselas a que fueran devueltos a su territorio los inmigrantes que llegasen a las islas griegas.
A cambio se ofrecieron ayudas millonarias y se puso en el horizonte la posibilidad de eximir de un visado a los turcos. Para ello las autoridades turcas tienen que cumplir con 72 requisitos previos, entre ellos modificar la ley antiterrorista.
En ese sentido, los más críticos acusan al gobierno de Recep Tayyip Erdogan de silenciar a los adversarios políticos y a los periodistas menos amables con ayuda de esas leyes.
Incluso, ayer el propio Erdogan subió la apuesta y acusó Alemania, principal país que motorizó el pacto de deportación, de proteger y acoger a terroristas kurdos y a seguidores de Fetullah Glen, el predicador islamista al que el gobierno turco señala como el cerebro detrás del fallido golpe de Estado el 15 de julio.
"No veo un buen futuro para Alemania. Se ha convertido en uno de los países importantes que dan refugio a terroristas",reprochó Erdogan.