A partir de la pasada medianoche entró en vigencia el Acuerdo de París contra el cambio climático, en el que 195 países se comprometieron a mantener la temperatura media mundial por debajo de dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales y aspirar a limitarla a 1,5 grados centígrados.
El tratado, que fue aprobado en diciembre del año pasado, requería la ratificación de 55 países responsables de más del 55 por ciento de las emisiones globales de gases efecto invernadero, causantes del calentamiento global, condición que se cumplió con la ratificación el 4 de octubre pasado de grandes emisores como la Unión Europea e India que siguieron el camino de China y Estados Unidos.
A partir de ese momento, el acuerdo requería 30 días para entrar en vigencia, condición que se cumple hoy.
El nuevo escenario estará marcado por los grandes desafíos que se abren en cuanto a cómo se implementará el acuerdo y al hecho de que 108 países no lo ratificaron aún.
En este contexto, el acuerdo compromete a los países a sustituir en 2020 al Protocolo de Kioto, y a la vez , como consecuencia de su entrada en vigencia, se convoca al primer período de sesiones de la Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes en el Acuerdo (CP/RA) durante la conferencia sobre cambio climático de Marrakech, que se celebrará en Marrakech, Marruecos, del 7 al 18 de noviembre de este año.
Este acuerdo, que es el primero de carácter global contra el cambio climático, requiere que todos los países se esfuercen para que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) dejen de aumentar lo antes posible y empiece su reducción rápidamente.
El texto de acuerdo es jurídicamente vinculante pero no en su totalidad porque los objetivos nacionales de reducción de GEI que presentan los países son de manera voluntaria.
Dentro de las condiciones del pacto, cada cinco años los países deberán revisar sus compromisos de revisión de emisiones y se marcarán metas de reducción, en tanto en 2018 evaluarán los impactos de sus iniciativas contra el calentamiento global y analizarán nuevamente sus planes de reducción de emisiones de GEI.
Respecto del financiamiento, los países centrales deben proporcionar apoyo financiero a las naciones periféricas para la reconversión energética.
El documento también establece la suma de 100 mil millones de dólares anuales como "mínimo" de los montos aportados por los países ricos. La suma se actualizará en 2025.
El primer contaminador mundial es China, el segundo Estados Unidos, y le siguen la Unión Europea, India, Rusia, Japón Brasil, Irán, Indonesia, Canadá.
El tratado, que fue aprobado en diciembre del año pasado, requería la ratificación de 55 países responsables de más del 55 por ciento de las emisiones globales de gases efecto invernadero, causantes del calentamiento global, condición que se cumplió con la ratificación el 4 de octubre pasado de grandes emisores como la Unión Europea e India que siguieron el camino de China y Estados Unidos.
A partir de ese momento, el acuerdo requería 30 días para entrar en vigencia, condición que se cumple hoy.
El nuevo escenario estará marcado por los grandes desafíos que se abren en cuanto a cómo se implementará el acuerdo y al hecho de que 108 países no lo ratificaron aún.
En este contexto, el acuerdo compromete a los países a sustituir en 2020 al Protocolo de Kioto, y a la vez , como consecuencia de su entrada en vigencia, se convoca al primer período de sesiones de la Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes en el Acuerdo (CP/RA) durante la conferencia sobre cambio climático de Marrakech, que se celebrará en Marrakech, Marruecos, del 7 al 18 de noviembre de este año.
Este acuerdo, que es el primero de carácter global contra el cambio climático, requiere que todos los países se esfuercen para que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) dejen de aumentar lo antes posible y empiece su reducción rápidamente.
El texto de acuerdo es jurídicamente vinculante pero no en su totalidad porque los objetivos nacionales de reducción de GEI que presentan los países son de manera voluntaria.
Dentro de las condiciones del pacto, cada cinco años los países deberán revisar sus compromisos de revisión de emisiones y se marcarán metas de reducción, en tanto en 2018 evaluarán los impactos de sus iniciativas contra el calentamiento global y analizarán nuevamente sus planes de reducción de emisiones de GEI.
Respecto del financiamiento, los países centrales deben proporcionar apoyo financiero a las naciones periféricas para la reconversión energética.
El documento también establece la suma de 100 mil millones de dólares anuales como "mínimo" de los montos aportados por los países ricos. La suma se actualizará en 2025.
El primer contaminador mundial es China, el segundo Estados Unidos, y le siguen la Unión Europea, India, Rusia, Japón Brasil, Irán, Indonesia, Canadá.
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A partir de la pasada medianoche entró en vigencia el Acuerdo de París contra el cambio climático, en el que 195 países se comprometieron a mantener la temperatura media mundial por debajo de dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales y aspirar a limitarla a 1,5 grados centígrados.
El tratado, que fue aprobado en diciembre del año pasado, requería la ratificación de 55 países responsables de más del 55 por ciento de las emisiones globales de gases efecto invernadero, causantes del calentamiento global, condición que se cumplió con la ratificación el 4 de octubre pasado de grandes emisores como la Unión Europea e India que siguieron el camino de China y Estados Unidos.
A partir de ese momento, el acuerdo requería 30 días para entrar en vigencia, condición que se cumple hoy.
El nuevo escenario estará marcado por los grandes desafíos que se abren en cuanto a cómo se implementará el acuerdo y al hecho de que 108 países no lo ratificaron aún.
En este contexto, el acuerdo compromete a los países a sustituir en 2020 al Protocolo de Kioto, y a la vez , como consecuencia de su entrada en vigencia, se convoca al primer período de sesiones de la Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes en el Acuerdo (CP/RA) durante la conferencia sobre cambio climático de Marrakech, que se celebrará en Marrakech, Marruecos, del 7 al 18 de noviembre de este año.
Este acuerdo, que es el primero de carácter global contra el cambio climático, requiere que todos los países se esfuercen para que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) dejen de aumentar lo antes posible y empiece su reducción rápidamente.
El texto de acuerdo es jurídicamente vinculante pero no en su totalidad porque los objetivos nacionales de reducción de GEI que presentan los países son de manera voluntaria.
Dentro de las condiciones del pacto, cada cinco años los países deberán revisar sus compromisos de revisión de emisiones y se marcarán metas de reducción, en tanto en 2018 evaluarán los impactos de sus iniciativas contra el calentamiento global y analizarán nuevamente sus planes de reducción de emisiones de GEI.
Respecto del financiamiento, los países centrales deben proporcionar apoyo financiero a las naciones periféricas para la reconversión energética.
El documento también establece la suma de 100 mil millones de dólares anuales como "mínimo" de los montos aportados por los países ricos. La suma se actualizará en 2025.
El primer contaminador mundial es China, el segundo Estados Unidos, y le siguen la Unión Europea, India, Rusia, Japón Brasil, Irán, Indonesia, Canadá.
El tratado, que fue aprobado en diciembre del año pasado, requería la ratificación de 55 países responsables de más del 55 por ciento de las emisiones globales de gases efecto invernadero, causantes del calentamiento global, condición que se cumplió con la ratificación el 4 de octubre pasado de grandes emisores como la Unión Europea e India que siguieron el camino de China y Estados Unidos.
A partir de ese momento, el acuerdo requería 30 días para entrar en vigencia, condición que se cumple hoy.
El nuevo escenario estará marcado por los grandes desafíos que se abren en cuanto a cómo se implementará el acuerdo y al hecho de que 108 países no lo ratificaron aún.
En este contexto, el acuerdo compromete a los países a sustituir en 2020 al Protocolo de Kioto, y a la vez , como consecuencia de su entrada en vigencia, se convoca al primer período de sesiones de la Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes en el Acuerdo (CP/RA) durante la conferencia sobre cambio climático de Marrakech, que se celebrará en Marrakech, Marruecos, del 7 al 18 de noviembre de este año.
Este acuerdo, que es el primero de carácter global contra el cambio climático, requiere que todos los países se esfuercen para que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) dejen de aumentar lo antes posible y empiece su reducción rápidamente.
El texto de acuerdo es jurídicamente vinculante pero no en su totalidad porque los objetivos nacionales de reducción de GEI que presentan los países son de manera voluntaria.
Dentro de las condiciones del pacto, cada cinco años los países deberán revisar sus compromisos de revisión de emisiones y se marcarán metas de reducción, en tanto en 2018 evaluarán los impactos de sus iniciativas contra el calentamiento global y analizarán nuevamente sus planes de reducción de emisiones de GEI.
Respecto del financiamiento, los países centrales deben proporcionar apoyo financiero a las naciones periféricas para la reconversión energética.
El documento también establece la suma de 100 mil millones de dólares anuales como "mínimo" de los montos aportados por los países ricos. La suma se actualizará en 2025.
El primer contaminador mundial es China, el segundo Estados Unidos, y le siguen la Unión Europea, India, Rusia, Japón Brasil, Irán, Indonesia, Canadá.