Al cierre de esta edición, la demócrata Hillary Clinton y su rival, el outsider republicano Donald Trump, se disputaban codo a codo la presidencia de Estados Unidos al divulgarse los resultados.
Clinton, que acaricia el sueño de convertirse en la primera mujer presidente de Estados Unidos a los 69 años, y el magnate multimillonario Trump, de 70, culminaron ayer una reñida campaña de casi dos años plagada de insultos y ataques personales.
Aún cuando el escrutinio no había terminado en cada uno de los distritos, los principales medios del país informaban, al cierre de esta edición, que Clinton sumaba 109 puntos y Trump 150.
El ganador sería quien consiga el apoyo de al menos 270 de los 538 representantes que componen el colegio electoral, que en última instancia es el responsable de elegir al próximo presidente de Estados Unidos.
Según proyecciones con los escrutinios parciales, Clinton se impuso en los estados de Vermont, Illinois -su estado natal-, New Jersey, Massachusetts, Maryland, Rhode Island, Delaware, en el distrito de Columbia y Nueva York, todos territorios generalmente favorables a los demócratas.
Trump, por su parte, se quedó con Indiana, Kentucky, Virginia Occidental, Oklahoma, Tennessee, Mississippi, Carolina del Sur, Alabama, Kansas, Dakota del Norte y Dakota del Sur, todos estados tradicionalmente conservadores.
Algunos estados claves seguían siendo una incógnita, especialmente Florida, donde, como habían pronosticado la mayoría de los sondeos, el resultado era muy cerrado como para proyectar a un ganador.
Por primera vez en la historia, el voto latino, que rompe récords cada cuatro años debido al crecimiento de la población jugaba un papel decisivo en el futuro político de los Estados Unidos.
A las 8 de la mañana, hora de Nueva York, Hillary Clinton acudió a votar en compañía de su esposo, el expresidente Bill Clinton. Una vez emitido su voto afirmó frente a los periodistas la importancia del momento y dijo confiar en su victoria en las urnas.
Tres horas después y en medio de un importante operativo de seguridad, que mantuvo a una distancia prudencial a sus detractores que lo abuchearon al ingresar y al retirarse del centro de votación, Donald Trump llegó a la Escuela Pública 59.
Una campaña agotadora
Después de 693 días de drama, insultos y escándalos, la campaña dejó a una población exhausta. Un 82% de los estadounidenses se declararon hartos en un sondeo reciente.
Los dos candidatos son como el agua y el aceite: la abogada Clinton es una figura política hace 25 años, a quien la mitad de los estadounidenses detesta y duda de su honestidad. Esposa del expresidente Bill Clinton (1993-2001), fue primera dama, senadora y luego secretaria de Estado del presidente Barack Obama.
Menos querido aún, Trump, millonario exestrella de telerrealidad y sin haber sido electo nunca, supo interpretar como nadie los temores de una clase media blanca frustrada en un mundo en mutación.
Antiinmigrante y sexista, impulsivo y corrosivo, denunciado por varias mujeres que dijeron haber sido toqueteadas por él, marcó para siempre un estilo de hacer campaña política. La dirigencia del partido Republicano le dio prácticamente la espalda.
La candidatura de Trump causó pánico en los mercados mundiales, pero Wall Street cerró con una leve alza de 0,4% ante una expectativa de triunfo de Clinton.
El ganador necesitaba llegar al número mágico de 270 votos electorales, surgidos, en realidad, de 51 mini escrutinios en cada estado y la capital, Washington.
Además de Presidente, los votantes eligieron en la jornada de ayer una nueva Cámara de Representantes y 34 de los 100 escaños del Senado. Los demócratas intentarán conquistar la mayoría del Senado, mientras que la Cámara deberá permanecer, salvo una gran sorpresa, en manos de los republicanos.
"SI GANA TRUMP, ME VOY"
Claudia Molano es estadounidense, hija de una argentina y un colombiano, adoptó las ciudadanías de los países de sus padres porque planea dejar Estados Unidos si gana el magnate Donald Trump.
Al cierre de esta edición, la demócrata Hillary Clinton y su rival, el outsider republicano Donald Trump, se disputaban codo a codo la presidencia de Estados Unidos al divulgarse los resultados.
Clinton, que acaricia el sueño de convertirse en la primera mujer presidente de Estados Unidos a los 69 años, y el magnate multimillonario Trump, de 70, culminaron ayer una reñida campaña de casi dos años plagada de insultos y ataques personales.
Aún cuando el escrutinio no había terminado en cada uno de los distritos, los principales medios del país informaban, al cierre de esta edición, que Clinton sumaba 109 puntos y Trump 150.
El ganador sería quien consiga el apoyo de al menos 270 de los 538 representantes que componen el colegio electoral, que en última instancia es el responsable de elegir al próximo presidente de Estados Unidos.
Según proyecciones con los escrutinios parciales, Clinton se impuso en los estados de Vermont, Illinois -su estado natal-, New Jersey, Massachusetts, Maryland, Rhode Island, Delaware, en el distrito de Columbia y Nueva York, todos territorios generalmente favorables a los demócratas.
Trump, por su parte, se quedó con Indiana, Kentucky, Virginia Occidental, Oklahoma, Tennessee, Mississippi, Carolina del Sur, Alabama, Kansas, Dakota del Norte y Dakota del Sur, todos estados tradicionalmente conservadores.
Algunos estados claves seguían siendo una incógnita, especialmente Florida, donde, como habían pronosticado la mayoría de los sondeos, el resultado era muy cerrado como para proyectar a un ganador.
Por primera vez en la historia, el voto latino, que rompe récords cada cuatro años debido al crecimiento de la población jugaba un papel decisivo en el futuro político de los Estados Unidos.
A las 8 de la mañana, hora de Nueva York, Hillary Clinton acudió a votar en compañía de su esposo, el expresidente Bill Clinton. Una vez emitido su voto afirmó frente a los periodistas la importancia del momento y dijo confiar en su victoria en las urnas.
Tres horas después y en medio de un importante operativo de seguridad, que mantuvo a una distancia prudencial a sus detractores que lo abuchearon al ingresar y al retirarse del centro de votación, Donald Trump llegó a la Escuela Pública 59.
Una campaña agotadora
Después de 693 días de drama, insultos y escándalos, la campaña dejó a una población exhausta. Un 82% de los estadounidenses se declararon hartos en un sondeo reciente.
Los dos candidatos son como el agua y el aceite: la abogada Clinton es una figura política hace 25 años, a quien la mitad de los estadounidenses detesta y duda de su honestidad. Esposa del expresidente Bill Clinton (1993-2001), fue primera dama, senadora y luego secretaria de Estado del presidente Barack Obama.
Menos querido aún, Trump, millonario exestrella de telerrealidad y sin haber sido electo nunca, supo interpretar como nadie los temores de una clase media blanca frustrada en un mundo en mutación.
Antiinmigrante y sexista, impulsivo y corrosivo, denunciado por varias mujeres que dijeron haber sido toqueteadas por él, marcó para siempre un estilo de hacer campaña política. La dirigencia del partido Republicano le dio prácticamente la espalda.
La candidatura de Trump causó pánico en los mercados mundiales, pero Wall Street cerró con una leve alza de 0,4% ante una expectativa de triunfo de Clinton.
El ganador necesitaba llegar al número mágico de 270 votos electorales, surgidos, en realidad, de 51 mini escrutinios en cada estado y la capital, Washington.
Además de Presidente, los votantes eligieron en la jornada de ayer una nueva Cámara de Representantes y 34 de los 100 escaños del Senado. Los demócratas intentarán conquistar la mayoría del Senado, mientras que la Cámara deberá permanecer, salvo una gran sorpresa, en manos de los republicanos.
"SI GANA TRUMP, ME VOY"
Claudia Molano es estadounidense, hija de una argentina y un colombiano, adoptó las ciudadanías de los países de sus padres porque planea dejar Estados Unidos si gana el magnate Donald Trump.