El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, recibió hoy en Oslo el Premio Nobel de la Paz por por "sus decididos esfuerzos" para acabar con el conflicto que desangró el país durante medio siglo, distinción que dedicó a las más de ocho millones de víctimas de los enfrentamientos.
"La guerra que causó tanto sufrimiento y angustia a nuestra población, a lo largo y ancho de nuestro bello país, ha terminado", dijo el mandatario, quien saludó el fin de "una pesadilla" de más de medio siglo que sólo generó "dolor, miseria y atraso".
En su discurso se acordó sobre todo de los "más de ocho millones de víctimas y desplazados" y "más de 220.000 mujeres, hombres y niños que, para nuestra vergüenza, han sido asesinados".
Afirmó que Colombia ha hecho "posible lo imposible" y que el Nobel fue un "regalo caído del cielo", como "el viento de popa que nos impulsó para llegar a nuestro destino: ¡el puerto de la paz!".
La distinción le llegó al presidente en un momento critico del proceso de paz, dado que pocas horas antes el Sí al acuerdo con las FARC había perdido por escaso margen en el plebiscito con el que el gobierno colombiano quiso refrendar el pacto de paz.
Ningún miembro de la guerrilla estuvo presente en Oslo para evitar complicaciones por su situación jurídica en Colombia, había explicado el presidente colombiano ayer, reseñó EFE.
Sí estuvieron víctimas del conflicto como Leyner Palacios, sobreviviente de la matanza de Bojayá, en cuya iglesia una bomba lanzada por las FARC en un combate con paramilitares mató a entre 74 y 119 personas en mayo de 2002, incluidos 32 familiares suyos.
Las FARC pidieron perdón y Palacios aceptó, dijo Santos, resaltando la "paradoja" de que mientras las víctimas son las más dispuestas a la reconciliación, "muchos que no han sufrido en carne propia el conflicto se resisten a la paz", en alusión a los sectores políticos y sociales que impulsaron el voto por el No en la consulta del 2 de octubre último.
"La guerra que causó tanto sufrimiento y angustia a nuestra población, a lo largo y ancho de nuestro bello país, ha terminado", dijo el mandatario, quien saludó el fin de "una pesadilla" de más de medio siglo que sólo generó "dolor, miseria y atraso".
En su discurso se acordó sobre todo de los "más de ocho millones de víctimas y desplazados" y "más de 220.000 mujeres, hombres y niños que, para nuestra vergüenza, han sido asesinados".
Afirmó que Colombia ha hecho "posible lo imposible" y que el Nobel fue un "regalo caído del cielo", como "el viento de popa que nos impulsó para llegar a nuestro destino: ¡el puerto de la paz!".
La distinción le llegó al presidente en un momento critico del proceso de paz, dado que pocas horas antes el Sí al acuerdo con las FARC había perdido por escaso margen en el plebiscito con el que el gobierno colombiano quiso refrendar el pacto de paz.
Ningún miembro de la guerrilla estuvo presente en Oslo para evitar complicaciones por su situación jurídica en Colombia, había explicado el presidente colombiano ayer, reseñó EFE.
Sí estuvieron víctimas del conflicto como Leyner Palacios, sobreviviente de la matanza de Bojayá, en cuya iglesia una bomba lanzada por las FARC en un combate con paramilitares mató a entre 74 y 119 personas en mayo de 2002, incluidos 32 familiares suyos.
Las FARC pidieron perdón y Palacios aceptó, dijo Santos, resaltando la "paradoja" de que mientras las víctimas son las más dispuestas a la reconciliación, "muchos que no han sufrido en carne propia el conflicto se resisten a la paz", en alusión a los sectores políticos y sociales que impulsaron el voto por el No en la consulta del 2 de octubre último.
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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, recibió hoy en Oslo el Premio Nobel de la Paz por por "sus decididos esfuerzos" para acabar con el conflicto que desangró el país durante medio siglo, distinción que dedicó a las más de ocho millones de víctimas de los enfrentamientos.
"La guerra que causó tanto sufrimiento y angustia a nuestra población, a lo largo y ancho de nuestro bello país, ha terminado", dijo el mandatario, quien saludó el fin de "una pesadilla" de más de medio siglo que sólo generó "dolor, miseria y atraso".
En su discurso se acordó sobre todo de los "más de ocho millones de víctimas y desplazados" y "más de 220.000 mujeres, hombres y niños que, para nuestra vergüenza, han sido asesinados".
Afirmó que Colombia ha hecho "posible lo imposible" y que el Nobel fue un "regalo caído del cielo", como "el viento de popa que nos impulsó para llegar a nuestro destino: ¡el puerto de la paz!".
La distinción le llegó al presidente en un momento critico del proceso de paz, dado que pocas horas antes el Sí al acuerdo con las FARC había perdido por escaso margen en el plebiscito con el que el gobierno colombiano quiso refrendar el pacto de paz.
Ningún miembro de la guerrilla estuvo presente en Oslo para evitar complicaciones por su situación jurídica en Colombia, había explicado el presidente colombiano ayer, reseñó EFE.
Sí estuvieron víctimas del conflicto como Leyner Palacios, sobreviviente de la matanza de Bojayá, en cuya iglesia una bomba lanzada por las FARC en un combate con paramilitares mató a entre 74 y 119 personas en mayo de 2002, incluidos 32 familiares suyos.
Las FARC pidieron perdón y Palacios aceptó, dijo Santos, resaltando la "paradoja" de que mientras las víctimas son las más dispuestas a la reconciliación, "muchos que no han sufrido en carne propia el conflicto se resisten a la paz", en alusión a los sectores políticos y sociales que impulsaron el voto por el No en la consulta del 2 de octubre último.
"La guerra que causó tanto sufrimiento y angustia a nuestra población, a lo largo y ancho de nuestro bello país, ha terminado", dijo el mandatario, quien saludó el fin de "una pesadilla" de más de medio siglo que sólo generó "dolor, miseria y atraso".
En su discurso se acordó sobre todo de los "más de ocho millones de víctimas y desplazados" y "más de 220.000 mujeres, hombres y niños que, para nuestra vergüenza, han sido asesinados".
Afirmó que Colombia ha hecho "posible lo imposible" y que el Nobel fue un "regalo caído del cielo", como "el viento de popa que nos impulsó para llegar a nuestro destino: ¡el puerto de la paz!".
La distinción le llegó al presidente en un momento critico del proceso de paz, dado que pocas horas antes el Sí al acuerdo con las FARC había perdido por escaso margen en el plebiscito con el que el gobierno colombiano quiso refrendar el pacto de paz.
Ningún miembro de la guerrilla estuvo presente en Oslo para evitar complicaciones por su situación jurídica en Colombia, había explicado el presidente colombiano ayer, reseñó EFE.
Sí estuvieron víctimas del conflicto como Leyner Palacios, sobreviviente de la matanza de Bojayá, en cuya iglesia una bomba lanzada por las FARC en un combate con paramilitares mató a entre 74 y 119 personas en mayo de 2002, incluidos 32 familiares suyos.
Las FARC pidieron perdón y Palacios aceptó, dijo Santos, resaltando la "paradoja" de que mientras las víctimas son las más dispuestas a la reconciliación, "muchos que no han sufrido en carne propia el conflicto se resisten a la paz", en alusión a los sectores políticos y sociales que impulsaron el voto por el No en la consulta del 2 de octubre último.