River Plate se consagró campeón de la Copa Argentina al vencer a Rosario Central por 4 a 3 y de esta manera clasificó a la próxima Copa Libertadores de América.
El partido se jugó anoche en el impresentable césped del estadio "Mario Alberto Kempes" de Córdoba, que no se recuperó después del festejo por fin de año de una radio local, producto de haber montado un gran escenario en el centro del campo.
En el primer tiempo, las polémicas marcaron el ritmo de las acciones. Porque en el inicio del encuentro, Ponzio tomó a "Teo" Gutiérrez en el área, penal que el árbitro Patricio Lousteau no vio. Pero sí cobró -correctamente- una infracción de Musto sobre D''Alessandro que Alario cambió por gol.
El "canalla" no se achicó y Musto tuvo su revancha cuando el juvenil Batalla se equivocó en un centro aéreo, dejando la pelota servida para el volante central. El empate envalentó a Central y su mejor jugador, Marco Rubén, se encargó de desnivelar tras un centro de "Teo".
Sin embargo, el referí cobró una pena máxima dudosa de Gissi sobre "Nacho" Fernández. Alario poco le importó y decretó la igualdad parcial. Sobre el cierre, otra equivocación de Batalla, casi derivó en un nuevo grito de Rubén.
Luego del descanso, Rubén marcó el tercero y pareció liquidar la historia. Sin embargo, el DT del "millonario", Marcelo Gallardo, movió el tablero y con el ingreso del uruguayo Alonso modificó el trámite. Primero porque asistió de cabeza a Alario para que anotara la igualdad transitoria y un rato más tarde, con un poco de fortuna en su dispara, para gritar el cuarto gol. La expulsión de Rubén, producto de un codazo a Maidana, implicó terminar el encuentro con un hombre menos para los rosarinos que otra vez se quedaron a la puerta del título.
El partido se jugó anoche en el impresentable césped del estadio "Mario Alberto Kempes" de Córdoba, que no se recuperó después del festejo por fin de año de una radio local, producto de haber montado un gran escenario en el centro del campo.
En el primer tiempo, las polémicas marcaron el ritmo de las acciones. Porque en el inicio del encuentro, Ponzio tomó a "Teo" Gutiérrez en el área, penal que el árbitro Patricio Lousteau no vio. Pero sí cobró -correctamente- una infracción de Musto sobre D''Alessandro que Alario cambió por gol.
El "canalla" no se achicó y Musto tuvo su revancha cuando el juvenil Batalla se equivocó en un centro aéreo, dejando la pelota servida para el volante central. El empate envalentó a Central y su mejor jugador, Marco Rubén, se encargó de desnivelar tras un centro de "Teo".
Sin embargo, el referí cobró una pena máxima dudosa de Gissi sobre "Nacho" Fernández. Alario poco le importó y decretó la igualdad parcial. Sobre el cierre, otra equivocación de Batalla, casi derivó en un nuevo grito de Rubén.
Luego del descanso, Rubén marcó el tercero y pareció liquidar la historia. Sin embargo, el DT del "millonario", Marcelo Gallardo, movió el tablero y con el ingreso del uruguayo Alonso modificó el trámite. Primero porque asistió de cabeza a Alario para que anotara la igualdad transitoria y un rato más tarde, con un poco de fortuna en su dispara, para gritar el cuarto gol. La expulsión de Rubén, producto de un codazo a Maidana, implicó terminar el encuentro con un hombre menos para los rosarinos que otra vez se quedaron a la puerta del título.
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River Plate se consagró campeón de la Copa Argentina al vencer a Rosario Central por 4 a 3 y de esta manera clasificó a la próxima Copa Libertadores de América.
El partido se jugó anoche en el impresentable césped del estadio "Mario Alberto Kempes" de Córdoba, que no se recuperó después del festejo por fin de año de una radio local, producto de haber montado un gran escenario en el centro del campo.
En el primer tiempo, las polémicas marcaron el ritmo de las acciones. Porque en el inicio del encuentro, Ponzio tomó a "Teo" Gutiérrez en el área, penal que el árbitro Patricio Lousteau no vio. Pero sí cobró -correctamente- una infracción de Musto sobre D''Alessandro que Alario cambió por gol.
El "canalla" no se achicó y Musto tuvo su revancha cuando el juvenil Batalla se equivocó en un centro aéreo, dejando la pelota servida para el volante central. El empate envalentó a Central y su mejor jugador, Marco Rubén, se encargó de desnivelar tras un centro de "Teo".
Sin embargo, el referí cobró una pena máxima dudosa de Gissi sobre "Nacho" Fernández. Alario poco le importó y decretó la igualdad parcial. Sobre el cierre, otra equivocación de Batalla, casi derivó en un nuevo grito de Rubén.
Luego del descanso, Rubén marcó el tercero y pareció liquidar la historia. Sin embargo, el DT del "millonario", Marcelo Gallardo, movió el tablero y con el ingreso del uruguayo Alonso modificó el trámite. Primero porque asistió de cabeza a Alario para que anotara la igualdad transitoria y un rato más tarde, con un poco de fortuna en su dispara, para gritar el cuarto gol. La expulsión de Rubén, producto de un codazo a Maidana, implicó terminar el encuentro con un hombre menos para los rosarinos que otra vez se quedaron a la puerta del título.
El partido se jugó anoche en el impresentable césped del estadio "Mario Alberto Kempes" de Córdoba, que no se recuperó después del festejo por fin de año de una radio local, producto de haber montado un gran escenario en el centro del campo.
En el primer tiempo, las polémicas marcaron el ritmo de las acciones. Porque en el inicio del encuentro, Ponzio tomó a "Teo" Gutiérrez en el área, penal que el árbitro Patricio Lousteau no vio. Pero sí cobró -correctamente- una infracción de Musto sobre D''Alessandro que Alario cambió por gol.
El "canalla" no se achicó y Musto tuvo su revancha cuando el juvenil Batalla se equivocó en un centro aéreo, dejando la pelota servida para el volante central. El empate envalentó a Central y su mejor jugador, Marco Rubén, se encargó de desnivelar tras un centro de "Teo".
Sin embargo, el referí cobró una pena máxima dudosa de Gissi sobre "Nacho" Fernández. Alario poco le importó y decretó la igualdad parcial. Sobre el cierre, otra equivocación de Batalla, casi derivó en un nuevo grito de Rubén.
Luego del descanso, Rubén marcó el tercero y pareció liquidar la historia. Sin embargo, el DT del "millonario", Marcelo Gallardo, movió el tablero y con el ingreso del uruguayo Alonso modificó el trámite. Primero porque asistió de cabeza a Alario para que anotara la igualdad transitoria y un rato más tarde, con un poco de fortuna en su dispara, para gritar el cuarto gol. La expulsión de Rubén, producto de un codazo a Maidana, implicó terminar el encuentro con un hombre menos para los rosarinos que otra vez se quedaron a la puerta del título.