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Detectar la Hepatitis C

Martes, 20 de diciembre de 2016 01:30
El virus de la hepatitis C afecta a cerca de 400 mil argentinos, aunque hay una enorme mayoría que desconoce que lo porta, por lo que especialistas consideraron ideal que "todos" se hagan el test para detectar esta enfermedad "una vez en la vida".
La hepatitis es una enfermedad del hígado, que como no da síntomas, es poco probable que uno la sospeche hasta que progresa a estadios severos. Esto puede generar mayores complicaciones, ya que el virus va erjudicando al hígado pudiendo ocasionar cirrosis, insuficiencia hepática, cáncer de hígado o necesidad de un trasplante.
No obstante, un simple análisis de sangre puede representar la diferencia entre el riesgo de sufrir las peores consecuencias de la Hepatitis C o iniciar el camino hacia la cura.
En la Argentina están disponibles desde fines de 2015 con los medicamentos que curan definitivamente la enfermedad.
"Pocas veces en la historia de la medicina se estuvo ante la posibilidad de curar y erradicar una enfermedad tan presente en todo el mundo. Por eso es indispensable salir a buscarla", enfatizó Rubén Cantelmi, paciente curado de Hepatitis C, coordinador de grupos de pacientes y presidente de la flamante asociación civil Buena Vida.
En ese sentido, Cantelmi explicó que "de nada sirve tener en las farmacias el mejor medicamento, si los afectados siguen desconociendo que presentan el virus".
La principal vía de contagio es sanguínea, y lo cierto es que hasta 1992 no se buscaba la hepatitis C en análisis de sangre porque era un virus que todavía no había sido identificado como tal.
"La posibilidad de saber si uno lo padece se resuelve al acercarse a cualquier centro de salud y solicitar el análisis, que es gratuito. Con un simple estudio se puede descartar el riesgo y seguir tranquilo, o conocer que se contrajo el virus e iniciar el tratamiento rápidamente para prevenir el daño que la hepatitis puede producir. Lamentablemente, no es un estudio que se pida en los típicos chequeos de rutina, por eso invitamos a todos y a cada uno a que al menos una vez en la vida se realice el test", indicó el titular de Buena Vida.
Es una pequeña y sencilla extracción de sangre que puede salvarle la vida a alguien que se cree sano, pero porta el virus.
Otros tipos de hepatitis, como la A y la B, tienen vacunas preventivas que están disponibles en nuestro país y que están incluidas en el calendario nacional obligatorio, entonces ha descendido enormemente el riesgo de padecerlas.
La hepatitis A es transitoria, muy frecuente en la infancia y rara vez deja secuelas, mientras que la B puede cronificarse y tiene tratamiento, pero no es curativo.
En cambio, la hepatitis C hoy cuenta con medicamentos que curan prácticamente el 100 por ciento de los pacientes y son a base de comprimidos que se toman 3 ó 6 meses, sin los efectos indeseados que ocasionaban las medicaciones anteriores.
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El virus de la hepatitis C afecta a cerca de 400 mil argentinos, aunque hay una enorme mayoría que desconoce que lo porta, por lo que especialistas consideraron ideal que "todos" se hagan el test para detectar esta enfermedad "una vez en la vida".
La hepatitis es una enfermedad del hígado, que como no da síntomas, es poco probable que uno la sospeche hasta que progresa a estadios severos. Esto puede generar mayores complicaciones, ya que el virus va erjudicando al hígado pudiendo ocasionar cirrosis, insuficiencia hepática, cáncer de hígado o necesidad de un trasplante.
No obstante, un simple análisis de sangre puede representar la diferencia entre el riesgo de sufrir las peores consecuencias de la Hepatitis C o iniciar el camino hacia la cura.
En la Argentina están disponibles desde fines de 2015 con los medicamentos que curan definitivamente la enfermedad.
"Pocas veces en la historia de la medicina se estuvo ante la posibilidad de curar y erradicar una enfermedad tan presente en todo el mundo. Por eso es indispensable salir a buscarla", enfatizó Rubén Cantelmi, paciente curado de Hepatitis C, coordinador de grupos de pacientes y presidente de la flamante asociación civil Buena Vida.
En ese sentido, Cantelmi explicó que "de nada sirve tener en las farmacias el mejor medicamento, si los afectados siguen desconociendo que presentan el virus".
La principal vía de contagio es sanguínea, y lo cierto es que hasta 1992 no se buscaba la hepatitis C en análisis de sangre porque era un virus que todavía no había sido identificado como tal.
"La posibilidad de saber si uno lo padece se resuelve al acercarse a cualquier centro de salud y solicitar el análisis, que es gratuito. Con un simple estudio se puede descartar el riesgo y seguir tranquilo, o conocer que se contrajo el virus e iniciar el tratamiento rápidamente para prevenir el daño que la hepatitis puede producir. Lamentablemente, no es un estudio que se pida en los típicos chequeos de rutina, por eso invitamos a todos y a cada uno a que al menos una vez en la vida se realice el test", indicó el titular de Buena Vida.
Es una pequeña y sencilla extracción de sangre que puede salvarle la vida a alguien que se cree sano, pero porta el virus.
Otros tipos de hepatitis, como la A y la B, tienen vacunas preventivas que están disponibles en nuestro país y que están incluidas en el calendario nacional obligatorio, entonces ha descendido enormemente el riesgo de padecerlas.
La hepatitis A es transitoria, muy frecuente en la infancia y rara vez deja secuelas, mientras que la B puede cronificarse y tiene tratamiento, pero no es curativo.
En cambio, la hepatitis C hoy cuenta con medicamentos que curan prácticamente el 100 por ciento de los pacientes y son a base de comprimidos que se toman 3 ó 6 meses, sin los efectos indeseados que ocasionaban las medicaciones anteriores.