¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

20°
29 de Marzo,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Dulce viaje colmado de fantasía y color

Martes, 20 de diciembre de 2016 01:30
<div>GRAN DESPLIEGUE - EL ELENCO DE JÓVENES Y NIÑOS SE LUCIÓ EN ESCENA.</div><div>
Durante dos funciones que se sucedieron el sábado y el domingo, el público jujeño tuvo la gran oportunidad de apreciar en el teatro Mitre la comedia musical "La fábrica de chocolate" que llevaron adelante magníficamente alumnos de la Escuela de Danzas "Cristina del Valle".
La obra inspirada en el famoso libro de Roald Dahl, es conocida sobre todo por la película de Tim Burton de 2005 y en Jujuy el simpático cuento sobre Charlie Bucket y el misterioso fabricante Willy Wonka tomaron vida en un vistoso y divertido musical dirigido por Cristina Tula.
Un jardín de caramelos, un ejército de ardillas, creativas canciones y graciosos Oompa-Loompas son algunos de los elementos que se conjugaron durante un musical espectacular lleno de sorpresas que el público supo agradecer con cálidos aplausos.
Los jóvenes bailarines, actores, cantantes protagonistas exhibieron talento en cada una de sus incursiones en escena demostrando que la capacidad de los artistas y técnicos locales alcanza niveles más que interesantes.
La dulce historia que se aprecia en escena gira en torno a un niño muy bueno de una familia pobre que gana un concurso para disfrutar de una visita a la gigantesca fábrica de chocolate de Willy Wonka. Cuatro niños de excéntricas personalidades lo acompañan a través de un mundo mágico y colmado de fantasía.
Por su colorido y mágico planteo, atractivo vestuario y maquillaje y admirable escenografía (obra de Raúl Costaguta) matizada con atractivas imágenes en pantalla y brillantes juegos de luces, la obra tiene todos los elementos para el disfrute del público infantil que sin duda gozó encantado sin embargo su argumento también lleva a reflexionar a los adultos ya que pone el foco en ciertas actitudes vinculadas con la buena educación. Charlie, el pequeño protagonista, pertenece a una familia muy pobre económicamente pero muy rica en valores que con buenos consejos afianzan en el alma sensible del niño cuestiones como la importancia del compartir y de valorar y disfrutar de lo que se tiene, y además lo impulsa a tomar riesgos por una ilusión. Los otros cuatro chicos, Augusto, Veruca, Violeta y Mike, personificaciones de la gula, el egoísmo, la avaricia y la desobediencia, consiguieron el boleto ganador para pasar el día en la Fábrica de Chocolate pero no completaron su paseo por sus mezquinas actitudes. Eran malcriados, caprichosos, demandantes, altaneros, vanidosos en contraste con la modestia de Charlie que finalmente alcanza el premio final gracias a su corazón puro cosechando los beneficios de su generosidad.
Resulta aquí conveniente destacar a los pequeños actores protagonistas quienes resolvieron estos personajes con pericia el sábado, entregando esmeradas interpretaciones muy aplaudidas por una entusiasta platea colmada.
El personaje de Wonka, encarnado con sobriedad el sábado por Lucía Echazú, es el dueño de la fábrica de chocolates más grande del mundo, es un ser creativo capaz de elaborar las más deliciosas y locas golosinas. Su personalidad evoluciona en la historia como consecuencia del vínculo que establece con Charlie ya que el ejemplo del chico le demuestra que la familia es fundamental en la vida de las personas.
"La Fabrica de Chocolate" nos introdujo en un mundo de fantasía y sirvió para despertar nuestra adormecida imaginación y llevarnos a pensar que la felicidad es posible si tenemos la capacidad de apreciar el afecto que nos pueden prodigar quienes nos rodean.
El público jujeño debe tener en cuenta opciones de este tipo que apuestan por el talento provincial y ofrecen una puesta en escena de calidad que no tiene nada que envidiarle a los espectáculos de otros puntos del país que llegan habitualmente a nuestra cartelera.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Durante dos funciones que se sucedieron el sábado y el domingo, el público jujeño tuvo la gran oportunidad de apreciar en el teatro Mitre la comedia musical "La fábrica de chocolate" que llevaron adelante magníficamente alumnos de la Escuela de Danzas "Cristina del Valle".
La obra inspirada en el famoso libro de Roald Dahl, es conocida sobre todo por la película de Tim Burton de 2005 y en Jujuy el simpático cuento sobre Charlie Bucket y el misterioso fabricante Willy Wonka tomaron vida en un vistoso y divertido musical dirigido por Cristina Tula.
Un jardín de caramelos, un ejército de ardillas, creativas canciones y graciosos Oompa-Loompas son algunos de los elementos que se conjugaron durante un musical espectacular lleno de sorpresas que el público supo agradecer con cálidos aplausos.
Los jóvenes bailarines, actores, cantantes protagonistas exhibieron talento en cada una de sus incursiones en escena demostrando que la capacidad de los artistas y técnicos locales alcanza niveles más que interesantes.
La dulce historia que se aprecia en escena gira en torno a un niño muy bueno de una familia pobre que gana un concurso para disfrutar de una visita a la gigantesca fábrica de chocolate de Willy Wonka. Cuatro niños de excéntricas personalidades lo acompañan a través de un mundo mágico y colmado de fantasía.
Por su colorido y mágico planteo, atractivo vestuario y maquillaje y admirable escenografía (obra de Raúl Costaguta) matizada con atractivas imágenes en pantalla y brillantes juegos de luces, la obra tiene todos los elementos para el disfrute del público infantil que sin duda gozó encantado sin embargo su argumento también lleva a reflexionar a los adultos ya que pone el foco en ciertas actitudes vinculadas con la buena educación. Charlie, el pequeño protagonista, pertenece a una familia muy pobre económicamente pero muy rica en valores que con buenos consejos afianzan en el alma sensible del niño cuestiones como la importancia del compartir y de valorar y disfrutar de lo que se tiene, y además lo impulsa a tomar riesgos por una ilusión. Los otros cuatro chicos, Augusto, Veruca, Violeta y Mike, personificaciones de la gula, el egoísmo, la avaricia y la desobediencia, consiguieron el boleto ganador para pasar el día en la Fábrica de Chocolate pero no completaron su paseo por sus mezquinas actitudes. Eran malcriados, caprichosos, demandantes, altaneros, vanidosos en contraste con la modestia de Charlie que finalmente alcanza el premio final gracias a su corazón puro cosechando los beneficios de su generosidad.
Resulta aquí conveniente destacar a los pequeños actores protagonistas quienes resolvieron estos personajes con pericia el sábado, entregando esmeradas interpretaciones muy aplaudidas por una entusiasta platea colmada.
El personaje de Wonka, encarnado con sobriedad el sábado por Lucía Echazú, es el dueño de la fábrica de chocolates más grande del mundo, es un ser creativo capaz de elaborar las más deliciosas y locas golosinas. Su personalidad evoluciona en la historia como consecuencia del vínculo que establece con Charlie ya que el ejemplo del chico le demuestra que la familia es fundamental en la vida de las personas.
"La Fabrica de Chocolate" nos introdujo en un mundo de fantasía y sirvió para despertar nuestra adormecida imaginación y llevarnos a pensar que la felicidad es posible si tenemos la capacidad de apreciar el afecto que nos pueden prodigar quienes nos rodean.
El público jujeño debe tener en cuenta opciones de este tipo que apuestan por el talento provincial y ofrecen una puesta en escena de calidad que no tiene nada que envidiarle a los espectáculos de otros puntos del país que llegan habitualmente a nuestra cartelera.

Temas de la nota