Para vivir y celebrar el ritual de la chaya no hacen falta grandes gastos ni una variedad de productos, lo importante es poder compartirlo con la familia y agradecer, con mucho respeto, los bienes obtenidos a la
Pachamama. Julio Méndez es otro vecino de Higuerillas quien, junto a su hijo, realizó ayer la chaya de sus vehículos. Con incienso y sahumerios, junto al papel picado y la cerveza, cumplió el ritual ancestral; "de esta manera retribuimos en parte todo lo que la tierra nos dio", y agregó que "es contra la envidia, la salud y nuestra protección".
"El año pasado mi hijo se pudo comprar un autito; él no creía mucho en esto y ahora lo está haciendo conmigo", dijo orgulloso Méndez quien viene realizando la chaya desde hace diez años, y este 2016 lo encontró solo con su hijo ya que el resto de la familia está de vacaciones; "agradeciendo lo que la madre tierra nos da".