En la Sala del Tribunal de Juicio III de la provincia de Salta, a partir de mañana será juzgado José Luis Marino Rótolos por el asesinato del cambista jujeño Marcos Ortega, hecho ocurrido el pasado 4 de abril del 2013.
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En la Sala del Tribunal de Juicio III de la provincia de Salta, a partir de mañana será juzgado José Luis Marino Rótolos por el asesinato del cambista jujeño Marcos Ortega, hecho ocurrido el pasado 4 de abril del 2013.
La única persona acusada por el hecho es José Luis Marino Rótolos, quien luego de ser detenido fue procesado y será juzgado por el supuesto delito de “robo agravado por el resultado seguido de muerte”.
Previo a que Rótolos fuera procesado y el expediente que investiga la muerte del cambista sea elevado a juicio, junto al único encartado, por aquel momento también fueron detenidos dos sujetos oriundos de la provincia de Santa Fe, identificados como Marcelo Walter Carella y Marcelo Ignacio Biolatto.
El juez Pablo Arancibia, quien entendía en la instrucción de la causa, les trabó un embargo “sobre los bienes de uso no indispensable de propiedad de cada uno de los procesados hasta cubrir la suma de 130 mil pesos”, considerada provisoriamente suficiente para responder por las costas y gastos del juicio. El cuerpo de Ortega fue hallado el 4 de abril del 2013 en La Caldera, Salta.
En un momento fueron detenidos dos santafesinos y se detectaron cruces de llamadas con el inculpado.Por este hecho habría sobradas pruebas que involucraban al jujeño Rótolos y a los santafesinos Carella y Biolatto alrededor del robo y sangriento crimen.
Entre estas pruebas habría habido una serie de triangulaciones telefónicas, efectuadas previo y posterior al crimen.
Rótolos tenía en su poder documentación adulterada de vehículos de alta gama, todos con pedido de secuestro por robo emitidos desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Sumado a esto el acusado era el aparente dueño del auto marca Audi A3 con el que fueron a buscar a la víctima y que luego fue incinerado y abandonado en cercanías de donde fue dejado el cuerpo sin vida del prestamista Ortega.
Rótolos también tenía en su poder alrededor de siete teléfonos celulares, de los cuales surgió una serie de llamadas hechas a la víctima, como así también a varios de los sospechosos que circularon por la causa.
En su declaración ante el fiscal de investigación, el acusado Rótolos negó su culpabilidad y cuando se le pregunto cual era su oficio, dijo que se dedicaba a la venta de sandwichs, a pesar de los bienes materiales que tenía en su poder.