Un grupo de vecinos del barrio los Perales, precisamente de calle El Hornero, se dirigieron a nuestra redacción para volver a plantear una situación que consideran por demás grave para la preservación de la salud de los habitantes del sector. Desde hace varios años, un vecino, con total desaprensión, se dio a la tarea de colectar elementos en desuso, desechos de todo tipo, desde viejos automóviles fuera de funcionamiento, hasta elementos más pequeños que al parecer podrían ser utilizados como objetos de compra venta. Pero el caso es que la gran acumulación de ellos, terminó convirtiendo a un sector de ese barrio residencial en una chatarrería al aire libre, con el consiguiente riesgo para la salud de los vecinos.
Los perjudicados por esta actitud, trataron en reiteradas ocasiones de hacer entrar en razón al dueño de estos elementos, pero no fueron tenidos en cuenta, o fueron rechazados de mala manera.
Proliferan roedores
"En el sector proliferan ratas y otro tipo de roedores, y lo que es peor, en esta época en que todos tratamos de evitar los depósitos de aguas estancadas por ser reservorios de los mosquitos portadores de chikungunya, dengue y zika, tenemos un enclave en el barrio que pareciera que se dedica precisamente a hacer la contra". Manifestaron haber realizado los reclamos ante la Municipalidad en procura de que se logre el descacharrado y la desinfección del lugar sin ninguna respuesta hasta ahora. Cansados de no recibir una solución, eligieron hacer pública la delicada situación que viven y denunciar las posibles derivaciones peligrosas para la salud.
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Un grupo de vecinos del barrio los Perales, precisamente de calle El Hornero, se dirigieron a nuestra redacción para volver a plantear una situación que consideran por demás grave para la preservación de la salud de los habitantes del sector. Desde hace varios años, un vecino, con total desaprensión, se dio a la tarea de colectar elementos en desuso, desechos de todo tipo, desde viejos automóviles fuera de funcionamiento, hasta elementos más pequeños que al parecer podrían ser utilizados como objetos de compra venta. Pero el caso es que la gran acumulación de ellos, terminó convirtiendo a un sector de ese barrio residencial en una chatarrería al aire libre, con el consiguiente riesgo para la salud de los vecinos.
Los perjudicados por esta actitud, trataron en reiteradas ocasiones de hacer entrar en razón al dueño de estos elementos, pero no fueron tenidos en cuenta, o fueron rechazados de mala manera.
Proliferan roedores
"En el sector proliferan ratas y otro tipo de roedores, y lo que es peor, en esta época en que todos tratamos de evitar los depósitos de aguas estancadas por ser reservorios de los mosquitos portadores de chikungunya, dengue y zika, tenemos un enclave en el barrio que pareciera que se dedica precisamente a hacer la contra". Manifestaron haber realizado los reclamos ante la Municipalidad en procura de que se logre el descacharrado y la desinfección del lugar sin ninguna respuesta hasta ahora. Cansados de no recibir una solución, eligieron hacer pública la delicada situación que viven y denunciar las posibles derivaciones peligrosas para la salud.