Copleros jujeños se reunieron en Juella

Decía la programación del Enero Tilcareño que en la localidad de Juella se juntaban los copleros, y así lo hicieron.

Llegar no más al predio de Flor del Durazno, era escuchar ese batir de parches que abraza las tonadas superpuestas que entonan coplas como tubos del mismo órgano. Entonces el de la memoria y el verso concertado brotaron con el florecer del verano como en tantos otros rincones de una Quebrada encinta de poesía.

La copla es ese momento, bañado de chicha y saratoga, en que se revive el cruce maravilloso de la cultura española con los modos de encontrarse que ejerce nuestra gente desde la naciente de los tiempos, y le es propio, más que cuando se la sube al escenario para mostrarse no tanto en su modo natural, rodar aportando cada voz a la mesa común del compartir.

Walter Apaza, Secretario de Culturas de la nueva gestión municipal, en diálogo con nuestro medio indicó que "Tilcara tenía una gran deuda con el pueblo de Juella. Todos los tilcareños venimos en Carnaval de Flores a festejar, pero hoy logramos unir dos comparsas, Flor del Durazno y los Paseanderos, para hacer este encuentro de copleros porque Juella es tierra donde se canta no solamente cuando llega el carnaval".

Nos dice que "quisimos darle este cierre al Enero porque preveíamos que iba a ser distinto. Y por la cantidad de artistas que se sumaron, le agregamos un día más, que menos mal que es 31 porque si no llegábamos hasta el 32 de enero. Veíamos que desde Lozano hasta la Puna había encuentros de copleros, pero nosotros no teníamos uno, así que esta propuesta llegó para quedarse".

Apaza, refiriéndose a la idea de descentralizar el Enero, nos dice que "teníamos que darle un lugar a cada distrito, y qué mejor que empezar por la fiesta en un lugar tan alegre como Juella. Y en eso agradecemos la colaboración con el tráfico de la gente de Tránsito, la gente de Obras Públicas que se sumó para dejar en buenas condiciones el acceso, Desarrollo Humano y Hacienda que hicieron también lo suyo para poder colaborar a que esto sea posible".

Dice que "esto es lo que nos pidió el intendente Ricardo Romero: hacer cosas para la gente, porque cada tilcareño debe tener un espacio grande para la cultura considerando que ellos son la cultura viva del pueblo. Sin duda creemos que este Enero Tilcareño cumplimos los objetivos, porque con un presupuesto escaso y el tiempo tirano desde que asumimos, con las distintas festividades que lo atravesaron como las de los pesebres y el carnaval, creemos que fue un mejor comienzo del año".

Decía la programación del Enero Tilcareño que en la localidad de Juella se juntaban los copleros, y así lo hicieron.

Llegar no más al predio de Flor del Durazno, era escuchar ese batir de parches que abraza las tonadas superpuestas que entonan coplas como tubos del mismo órgano. Entonces el de la memoria y el verso concertado brotaron con el florecer del verano como en tantos otros rincones de una Quebrada encinta de poesía.

La copla es ese momento, bañado de chicha y saratoga, en que se revive el cruce maravilloso de la cultura española con los modos de encontrarse que ejerce nuestra gente desde la naciente de los tiempos, y le es propio, más que cuando se la sube al escenario para mostrarse no tanto en su modo natural, rodar aportando cada voz a la mesa común del compartir.

Walter Apaza, Secretario de Culturas de la nueva gestión municipal, en diálogo con nuestro medio indicó que "Tilcara tenía una gran deuda con el pueblo de Juella. Todos los tilcareños venimos en Carnaval de Flores a festejar, pero hoy logramos unir dos comparsas, Flor del Durazno y los Paseanderos, para hacer este encuentro de copleros porque Juella es tierra donde se canta no solamente cuando llega el carnaval".

Nos dice que "quisimos darle este cierre al Enero porque preveíamos que iba a ser distinto. Y por la cantidad de artistas que se sumaron, le agregamos un día más, que menos mal que es 31 porque si no llegábamos hasta el 32 de enero. Veíamos que desde Lozano hasta la Puna había encuentros de copleros, pero nosotros no teníamos uno, así que esta propuesta llegó para quedarse".

Apaza, refiriéndose a la idea de descentralizar el Enero, nos dice que "teníamos que darle un lugar a cada distrito, y qué mejor que empezar por la fiesta en un lugar tan alegre como Juella. Y en eso agradecemos la colaboración con el tráfico de la gente de Tránsito, la gente de Obras Públicas que se sumó para dejar en buenas condiciones el acceso, Desarrollo Humano y Hacienda que hicieron también lo suyo para poder colaborar a que esto sea posible".

Dice que "esto es lo que nos pidió el intendente Ricardo Romero: hacer cosas para la gente, porque cada tilcareño debe tener un espacio grande para la cultura considerando que ellos son la cultura viva del pueblo. Sin duda creemos que este Enero Tilcareño cumplimos los objetivos, porque con un presupuesto escaso y el tiempo tirano desde que asumimos, con las distintas festividades que lo atravesaron como las de los pesebres y el carnaval, creemos que fue un mejor comienzo del año".