A casi ya tres semanas de aquella madrugada en la que el río Grande entró a los barrios costaneros de Tilcara, el Consejo de Emergencia Local sigue siendo un ejemplo de solidaridad y organización entre los damnificados, vecinos e instituciones locales.
Jorgelina Gaspar, referente general de los vecinos de los barrios afectados, nos dice que "este Consejo surge de que buscamos organizarnos para pensar acciones en conjunto que sean en beneficio de nuestra comunidad".
Nos explica que están organizados de a dos referentes por calle "que son quienes plasman la realidad de cada sector, en vistas a generar soluciones. Nos acompaña y sostiene el Consejo de Emergencia Local, donde están representados los actores sociales de nuestra comunidad colaborando para que toda respuesta sea para el sector afectado. Así venimos trabajando en forma voluntaria, en base a la organización de los propios inundados".
Gaspar nos dice que "en estos días algunos recién están pudiendo volver a sus casas, estamos limpiando y nos falta un montón de barro por sacar, reciclando algunas cosas de las que nos quedaron. Hay familias que perdieron todo, se les derrumbó la casa, y falta un montón seguir trabajando, esperando que lleguen los compromisos que asumió el Gobierno de la provincia. En ese sentido la respuesta está siendo un poco lenta, pero confiamos en que cumplirán con su palabra".
Entre esas deudas, nos habla de "las demoliciones de viviendas que lo requieren, y comenzar a reconstruirlas. Aún se está trabajando en la apertura de las calles, y la limpieza de pozos ciegos porque se los vacía pero el agua vuelve a drenar y se tapan nuevamente. Se comenzaron a fumigar las casas, pero falta terminar y quizás sea necesaria una segunda etapa, también en el control de salud de los animales".
Jorgelina Gaspar cuenta que "trabajamos articuladamente con el municipio y con provincia, y los referentes salen puerta por puerta, buscando el protagonismo de todos los vecinos damnificados. Así creemos mostrar que no sólo hay un grupo de inundados, sino que todos los actores sociales sostienen este proceso comunitario que comenzó con un dolor, y que nos lleva a mirar más allá de cada uno y pensar en comunidad".
También nos dijo que "para nosotros es muy importante el decreto de emergencia porque a partir de que entre en vigencia se van a poder agilizar muchos recursos y dar respuestas. El señor gobernador nos dijo que ya estaba, pero estamos esperando que se formalice. Que se firme y publique este decreto es para nosotros de suma importancia, desde lo legal, y desde lo simbólico es tener por escrito que se cumple lo que se promete".
Aldo Oña, vicario parroquial de Tilcara y miembro de Consejo de Emergencia, agrega que "seguimos esperando sin perder la esperanza, porque desde que un sector de nuestra comunidad sufrió la inundación, se nos viene diciendo que el decreto de emergencia ya está por salir. Sin embargo, seguimos esperando que se haga realidad para que podamos tener la atención a nivel provincial y nacional".
El sacerdote agrega que "necesitamos que la mirada de la provincia se dirija a esta comunidad, porque la situación sigue siendo crítica. Es cierto que han interactuado algunos ministerios, pero sabemos que un decreto también hace a que la realidad cambie, así surge el reclamo de nuestra gente dirigido especialmente al señor gobernador, en cuyas manos está esta decisión".
Nos dijo que "quienes hemos estado desde el primer día, sabemos cuál es la situación. En muchos sectores el agua ha llegado a más de un metro treinta centímetros de altura, se han perdido muebles, viviendas, otras casas quedaron dañadas con riesgo de caerse".
Recuperar la dignidad de la vivienda
El padre Aldo nos dice que "hay cosas que se han solucionado pero falta muchísimo. Uno puede pensar que ya pasó la inundación, pero las consecuencias duran mucho tiempo".
Asimismo expresa que "todavía falta que todas las familias puedan estar en sus hogares, y eso hace a la parte más profunda de edificios, cloacas, calles, acequias, que no se ha solucionado. Y esto no es sólo tarea del municipio, que puede trabajar en muchos aspectos, sino que también necesitamos de la ayuda del Gobierno provincial y del Gobierno nacional. Por eso es que necesitamos este decreto que es tan importante".
Nos dice que "esta demora hace crecer el malestar en los sectores inundados, porque sabemos que la persona que espera y espera y espera, en un momento desespera. Este Consejo fue autoconvocado, nadie nos llamó sino que queremos trabajar por el bien de nuestra gente. Todos tenemos una idea fija: poder recuperar la dignidad de la vivienda de cada una de las familias, y hacer que nuestro pueblo pueda tener las defensas necesarias de una zona de riesgo", concluyó.
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A casi ya tres semanas de aquella madrugada en la que el río Grande entró a los barrios costaneros de Tilcara, el Consejo de Emergencia Local sigue siendo un ejemplo de solidaridad y organización entre los damnificados, vecinos e instituciones locales.
Jorgelina Gaspar, referente general de los vecinos de los barrios afectados, nos dice que "este Consejo surge de que buscamos organizarnos para pensar acciones en conjunto que sean en beneficio de nuestra comunidad".
Nos explica que están organizados de a dos referentes por calle "que son quienes plasman la realidad de cada sector, en vistas a generar soluciones. Nos acompaña y sostiene el Consejo de Emergencia Local, donde están representados los actores sociales de nuestra comunidad colaborando para que toda respuesta sea para el sector afectado. Así venimos trabajando en forma voluntaria, en base a la organización de los propios inundados".
Gaspar nos dice que "en estos días algunos recién están pudiendo volver a sus casas, estamos limpiando y nos falta un montón de barro por sacar, reciclando algunas cosas de las que nos quedaron. Hay familias que perdieron todo, se les derrumbó la casa, y falta un montón seguir trabajando, esperando que lleguen los compromisos que asumió el Gobierno de la provincia. En ese sentido la respuesta está siendo un poco lenta, pero confiamos en que cumplirán con su palabra".
Entre esas deudas, nos habla de "las demoliciones de viviendas que lo requieren, y comenzar a reconstruirlas. Aún se está trabajando en la apertura de las calles, y la limpieza de pozos ciegos porque se los vacía pero el agua vuelve a drenar y se tapan nuevamente. Se comenzaron a fumigar las casas, pero falta terminar y quizás sea necesaria una segunda etapa, también en el control de salud de los animales".
Jorgelina Gaspar cuenta que "trabajamos articuladamente con el municipio y con provincia, y los referentes salen puerta por puerta, buscando el protagonismo de todos los vecinos damnificados. Así creemos mostrar que no sólo hay un grupo de inundados, sino que todos los actores sociales sostienen este proceso comunitario que comenzó con un dolor, y que nos lleva a mirar más allá de cada uno y pensar en comunidad".
También nos dijo que "para nosotros es muy importante el decreto de emergencia porque a partir de que entre en vigencia se van a poder agilizar muchos recursos y dar respuestas. El señor gobernador nos dijo que ya estaba, pero estamos esperando que se formalice. Que se firme y publique este decreto es para nosotros de suma importancia, desde lo legal, y desde lo simbólico es tener por escrito que se cumple lo que se promete".
Aldo Oña, vicario parroquial de Tilcara y miembro de Consejo de Emergencia, agrega que "seguimos esperando sin perder la esperanza, porque desde que un sector de nuestra comunidad sufrió la inundación, se nos viene diciendo que el decreto de emergencia ya está por salir. Sin embargo, seguimos esperando que se haga realidad para que podamos tener la atención a nivel provincial y nacional".
El sacerdote agrega que "necesitamos que la mirada de la provincia se dirija a esta comunidad, porque la situación sigue siendo crítica. Es cierto que han interactuado algunos ministerios, pero sabemos que un decreto también hace a que la realidad cambie, así surge el reclamo de nuestra gente dirigido especialmente al señor gobernador, en cuyas manos está esta decisión".
Nos dijo que "quienes hemos estado desde el primer día, sabemos cuál es la situación. En muchos sectores el agua ha llegado a más de un metro treinta centímetros de altura, se han perdido muebles, viviendas, otras casas quedaron dañadas con riesgo de caerse".
Recuperar la dignidad de la vivienda
El padre Aldo nos dice que "hay cosas que se han solucionado pero falta muchísimo. Uno puede pensar que ya pasó la inundación, pero las consecuencias duran mucho tiempo".
Asimismo expresa que "todavía falta que todas las familias puedan estar en sus hogares, y eso hace a la parte más profunda de edificios, cloacas, calles, acequias, que no se ha solucionado. Y esto no es sólo tarea del municipio, que puede trabajar en muchos aspectos, sino que también necesitamos de la ayuda del Gobierno provincial y del Gobierno nacional. Por eso es que necesitamos este decreto que es tan importante".
Nos dice que "esta demora hace crecer el malestar en los sectores inundados, porque sabemos que la persona que espera y espera y espera, en un momento desespera. Este Consejo fue autoconvocado, nadie nos llamó sino que queremos trabajar por el bien de nuestra gente. Todos tenemos una idea fija: poder recuperar la dignidad de la vivienda de cada una de las familias, y hacer que nuestro pueblo pueda tener las defensas necesarias de una zona de riesgo", concluyó.