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Más de 42 mil refugiados acorralados en Grecia

Viernes, 11 de marzo de 2016 01:30

Días después de alcanzar un acuerdo con Turquía para expulsar a los refugiados e inmigrantes que lleguen sin papeles al continente, los ministros del Interior de la Unión Europea (UE) discutieron ayer cómo cerrar potenciales rutas alternativas y la OTAN anunció que aumentará el número de barcos que patrullan las costas.

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Días después de alcanzar un acuerdo con Turquía para expulsar a los refugiados e inmigrantes que lleguen sin papeles al continente, los ministros del Interior de la Unión Europea (UE) discutieron ayer cómo cerrar potenciales rutas alternativas y la OTAN anunció que aumentará el número de barcos que patrullan las costas.

La UE y sus vecinos comenzaron a apurar las negociaciones en las últimas semanas, a sólo 3 meses del inicio del verano europeo, el período del año en el que más refugiados e inmigrantes de Medio Oriente y África se lanzan a cruzar el Mediterráneo para llegar al Viejo Continente, dejar atrás un presente de violencia y hambre y construir una nueva vida.

"La preocupación continúa siendo que hay rutas alternativas", advirtió ayer el ministro del Interior alemán, Thomas de Maiziere, durante la cumbre en Bruselas y el ministro holandés de Inmigración, Klaas Dijhoff, coincidió.

"Es bueno que discutamos medidas para prevenirlas. Mejor que esperar a que ocurra y luego reaccionar", declaró a la prensa local.

Hasta ahora, la ruta principal elegida por la mayoría de los más de 1,2 millones de refugiados e inmigrantes que cruzaron el Mediterráneo desde el año pasado había sido la que atraviesa el mar Egeo desde las costas de Turquía hasta las islas griegas.

Desde allí, la travesía continuaba hasta la península griega y después cruzaba los Balcanes hasta llegar al centro y norte de Europa.

Sin embargo, países como Macedonia, Serbia, Croacia, Eslovenia y Austria decidieron cerrar por completo sus fronteras para los refugiados e inmigrantes en los últimos días, justo cuando la UE selló un acuerdo inicial con Turquía para expulsar a todos los recién llegados a ese país a cambio de miles de millones de dólares y beneficios políticos.

La ONU acusó a las autoridades europeas de violar principios como la solidaridad, la dignidad y los derechos humanos.

La decisión de los países balcánicos y Austria dejaron encerrados a más de 42 mil refugiados dentro de Grecia, de los cuales más de 13 mil viven en condiciones infrahumanas en el precario campo de Idomeni, un descampado inundado, en donde numerosos niños y recién nacidos sufren de fuertes resfriados, problemas de respiración y diarreas.

Además, cientos de refugiados quedaron encerrados, en un limbo legal, en los centros de recepción de Eslovenia y Croacia.

Turquía, por su parte, aportó un grano de arena al clima político inflamable al advertir que no recibirá a los refugiados que ya estén en territorio europeo.

"El acuerdo abarca a quienes realizan la migración ilegal después de que entre en vigor este acuerdo; no se aplicará a quienes ya están allí", aseguró el ministro para los Asuntos Europeos de Turquía, Volkan Bozkir, a los medios de comuniciación locales.

Las declaraciones desde Ankara demuestran que los detalles del acuerdo, alcanzado esta semana y que debería ser sellado de forma definitivamente la próxima, aún no fueron consensuados y aprobados por todas las partes.

Este clima de incertidumbre no sólo domina la relación entre la UE y Turquía, sino también dentro del propio bloque europeo.

Alemania, hasta ahora la principal receptor de refugiados, no está a favor de cerrar las fronteras al interior de la UE, pero sí de sellar los límites externos del bloque para evitar que lleguen nuevos demandantes de asilo al continente.

Para conseguir esto impulsa, por un lado, el acuerdo con Turquía, un país donde ya viven en condiciones precarias 2,7 millones de refugiados sirios, y, por el otro, el lanzamiento en el Mediterráneo de una misión masiva de la Otan, la alianza militar que incluye a gran parte de Europa, Estados Unidos y a la propia Ankara.

La ONU, la única defensora

La situación humanitaria en el territorio europeo es tan crítica que el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, acusó ayer a las autoridades de los países miembros de la Unión Europea de violar principios fundamentales como la solidaridad, la dignidad y los derechos humanos, con su decisión de expulsar masivamente a los demandantes de asilo a Turquía.

"El acuerdo entre la Unión Europea y Turquía levanta dudas muy importantes. Entre mis preocupaciones principales está la posibilidad de las expulsiones colectivas, que son ilegales", afirmó Zeid durante un discurso ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra.

"Además, las restricciones fronterizas que no permiten determinar las circunstancias de cada individuo violan la ley internacional y la ley europea", agregó.